El 13 de junio de 2017 (hora de Beijing), el mundo amaneció o anocheció, dependiendo del hemisferio del que estemos hablando, recibiendo la noticia del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República de Panamá.
A cuatro meses de ello, en octubre del mismo año, como el primer embajador de China en Panamá, llegué al país ístmico, “puente del mundo y corazón del universo”, para tomar posesión de mi mandato, portador del más cordial y afectuoso saludo y los mejores deseos de ventura del pueblo chino al pueblo panameño y, al mismo tiempo, de las cálidas felicitaciones de los hinchas del fútbol chinos a los panameños por el reciente y espectacular triunfo de la selección panameña, el que, por primera vez en la historia, le dejó al fútbol panameño el camino despejado a la Copa Mundial.