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“No es momento de buscar culpables, sino de reflexionar”

Source:China Hoy Author:MAGDALENA ROJAS
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El embajador chileno Luis Schmidt con parte del material médico donado por empresarios chinos.   Magdalena Rojas 

Pese a que gran parte del mundo ha entrado en cuarentena a raíz del COVID-19, para Luis Schmidt, embajador de Chile en China, el trabajo no se ha detenido. En esta entrevista con China Hoy nos cuenta de sus esfuerzos por recolectar material médico para Chile en esta frenética lucha contra el virus y nos comparte su visión general sobre la actual situación.

China Hoy (CH): La epidemia surgida a fines del año pasado a raíz del COVID-19 ya se encuentra en una curva de descenso en China. En esa línea, ¿cómo evalúa las medidas adoptadas por las autoridades y el pueblo chino?

Luis Schmidt (LS): Primero que todo, valoro las medidas que ha tomado el Gobierno chino. Este no es un virus cualquiera. Tras dos meses y medio que han sido muy duros, se dice –incluso lo ha manifestado el presidente Xi Jinping– que la batalla contra el nuevo coronavirus estaría acabando. Obviamente que todavía hay una gran cantidad de restricciones para evitar un segundo rebrote, ya que, pese a casi no haber nuevos casos internos, hay muchos chinos y extranjeros que han regresado infectados.

Beijing ha sido una de las ciudades más afectadas con esto. De los vuelos que llegan todos los días desde distintos países del mundo, ahora solo se permiten uno o dos semanales, no los 250 o 300 que llegaban a diario, y no a Beijing, sino a aeropuertos alternativos. Veo difícil que se puedan tomar este tipo de medidas en otros países, pero valoro las medidas que se han aplicado aquí y la resiliencia del pueblo chino. Incluso la Organización Mundial de la Salud ha dicho que aquí la curva ya va en franco descenso.

CH: China de a poco ha ido retornando a la normalidad, pero otros países sufren serios embates por esta pandemia. ¿Qué experiencias podemos aprender de China, en especial desde Chile y otros países en América Latina?

LS: Nosotros tenemos que aprender, y esto no lo digo solo yo, sino que también la Organización Mundial de la Salud, de las medidas que ha tomado China. También ha habido un gran papel de la medicina tradicional china y una gran cantidad de doctores han salvado a muchos pacientes utilizándola.

Hay que escuchar de la experiencia de los médicos chinos en otros países, ya que este es un virus extremadamente dañino e infeccioso. Una persona con SARS demoraba dos a cuatro días en mostrar síntomas, pero en el caso del nuevo coronavirus pueden ser hasta 14 días. Esto no es una chacota. Debemos aprender de la experiencia de los doctores chinos y las medidas que ha tomado el Gobierno chino. Desgraciadamente, a nosotros nos cuesta más adaptar esas medidas a nuestra idiosincrasia y cultura, pero al menos en Chile estamos bastante mejor que lo que está pasando en Brasil, Argentina o Ecuador. Pero una golondrina no hace verano. Estamos recién partiendo y aún no sabemos cuál será el desarrollo definitivo.

CH: Algunos, empezando por el presidente estadounidense, Donald Trump, se han referido al nuevo coronavirus como el “virus chino” o el “virus de Wuhan”. ¿Qué opinión le merecen estos dichos?

LS: Muy mal. El presidente Trump está enfrentando una elección y así como lo ha hecho probablemente va a tener muchas dificultades para salir reelecto.

La Organización Mundial de la Salud ha dicho que este virus se llama COVID-19. Nunca se ha referido al apelativo de “Wuhan” o al apelativo de “chino”. Esos son dichos discriminatorios. Este es un virus que ya ha tocado a todo el mundo. Es un virus global y no vamos a salir solos porque si yo me cuido y tú no, tendremos un problema los dos, ya que tampoco discrimina fronteras. Si un país se cuida y el otro no, no cabe duda de que el problema lo tendrán ambos países de manera inmediata.

Por eso, hablar del “virus de Wuhan” o del “virus chino” yo en lo personal no lo hubiera hecho, y condeno al presidente Trump porque no ayuda a resolver las cosas, sino que, muy por el contrario, crea animosidad y lo que necesitamos ahora es unidad.

CH: Desde que se desatara la epidemia, China ha colaborado estrechamente con una serie de países para prestarles su ayuda. ¿Me podría contar más acerca de la ayuda proporcionada a Chile?

LS: China es la gran fábrica del mundo y, a raíz de lo sucedido, es el gran proveedor de equipos médicos, mascarillas, guantes, trajes médicos, termómetros y ventiladores. China está preparada para abastecer a su población, pero la demanda externa también es tan fuerte que ha tenido que priorizar.

El 6 de abril veíamos el primer avión llegando a Venezuela con médicos, infectólogos, insumos y materiales médicos. También lo ha hecho con países europeos. Hemos visto que han llegado aviones y médicos primero a Italia, después a España, y ahora hay conversaciones con Francia y Alemania. Tras una conversación entre el presidente Xi Jinping y el presidente Trump, China incluso está mandando los primeros ventiladores, mascarillas e insumos médicos a Estados Unidos.

Yo entré por otro camino, el de una campaña organizada por la Embajada de Chile en Beijing llamada “China ayuda a Chile”. Tengo muchos conocidos y hay muchas empresas chinas que tienen negocios con Chile. Les conté de manera personal lo que estaba sucediendo en mi país y ellos han empezado a colaborar de manera privada. También ha habido conversaciones entre doctores chinos y chilenos para poder compartir experiencias desde China, a fin de que se pueda enfrentar de mejor manera la epidemia en Chile.

CH: ¿Qué mensaje le gustaría mandar a los chilenos y otros ciudadanos del mundo actualmente afectados por el nuevo coronavirus?

LS: Primero que todo un mensaje de esperanza. Ante la cantidad de muertos y el daño económico y social que ha tenido esta pandemia, hay mucha gente que busca culpables. Este no es un momento para buscar culpables, es un momento de reflexión.

También ha traído cosas buenas. Prácticamente en todos los países del mundo algunos efectos del cambio climático han pasado a un segundo plano. Miraba en las noticias cómo el esmog ha ido desapareciendo. Entonces, lo primero es un mensaje de esperanza, de que al final del día saldremos de esto. La única cosa que sí sabemos, que sí funciona –porque es lo que ha funcionado acá en China– es que hay que quedarse en casa, aunque cueste o traiga problemas, porque ese es el mejor seguro de vida.

También es un momento de reflexión y para compartir para que al final del día, cuando salgamos, lo hagamos en un mundo mejor.

                                                     

                                            El embajador Luis Schmidt con un letrero de la campaña donativa “China ayuda a Chile”.    Magdalena Rojas 

                                                   

                                              Material médico donado por empresarios chinos para socorrer a Chile ante el nuevo coronavirus.   Magdalena Rojas  

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Editor: Wu Wen Da-->

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