El presidente Xi Jinping visualiza un nuevo modelo de progreso humano que exige un desarrollo coordinado en los secotres económico, político, cultural y ético, social y ecológico. Su filosofía de “las aguas cristalinas y las verdes montañas son cordilleras de oro y plata” es un concepto central en el progreso ecológico de China. Representa una ruptura con la idea de que el crecimiento económico y la protección del medioambiente se logran uno a expensas del otro. Más bien, reconoce que proteger el medioambiente es un camino importante hacia el desarrollo económico.