Cultura |
Un camino de colaboración con Centroamérica | |
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13 de septiembre de 2024. Qiu Xiaoqi (centro) en la celebración de los 203 años de independencia de Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y Honduras. 13 de septiembre de 2024. Productos típicos de Centroamérica exhibidos en la ceremonia. Fotos de Magdalena Rojas COSTA Rica, El Salvador, Nicaragua y Honduras conmemoraron en Beijing sus 203 años de independencia desde aquella gesta heroica en que, junto con Guatemala, firmaron el Acta de Independencia de Centroamérica el 15 de septiembre de 1821. La celebración contó con la presencia de la comunidad diplomática de los cuatro países antes mencionados, además de otros embajadores de América Latina, autoridades del Gobierno chino y diversos medios de prensa en un ambiente de festejo y alegría. Firme vínculo de amistad Los representantes de las cuatro naciones renovaron su compromiso con la independencia, la soberanía, la integridad territorial y la autodeterminación, que también son algunos de los principios rectores de China. Además, se hizo hincapié en el firme vínculo de amistad y cooperación que se ha ido desarrollando con el paso del tiempo entre China y los países centroamericanos. A saber, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y Honduras han establecido o restablecido relaciones diplomáticas con China a lo largo de estos años, tal como lo recordó Qiu Xiaoqi, representante especial del Gobierno chino para asuntos latinoamericanos. “Los cuatro países son nuestros amigos de confianza y socios en el desarrollo compartido”, señaló. “Su café, carne, frutas y platos tradicionales son cada día más apreciados por los ciudadanos chinos, mientras la amistad se arraiga cada vez más en nuestros pueblos”, destacó Qiu. Por su parte, los enviados diplomáticos centroamericanos renovaron su compromiso de cara a China al expresar su adhesión al principio de una sola China, como quedó establecido en una resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de octubre de 1971. “Las naciones hermanas de Centroamérica reconocen y defienden el principio de una sola China, el derecho de China a la integridad territorial y el objetivo justo de alcanzar la unificación de la gran nación china”, recalcó Michael Campbell, embajador de Nicaragua en Beijing. “China reconoce que no existen modelos políticos y económicos estandarizados que puedan ser impuestos a otras sociedades, sino que estos deben ser ajustados a las particularidades de cada pueblo, su historia, sus necesidades y su potencial”, agregó. Trabajo en conjunto Centroamérica es una región caracterizada por sus vastos recursos naturales, su belleza, su diversidad y la calidez de su gente. A partir de tiempos prehispánicos, han existido diversos pueblos como los mayas, nahuas pipiles, lencas, chorotegas, miskitos, bribris, cabécares, malekus, teribes, borucas, ngäbes, huetares, entre otros, que han dotado a estas tierras de características únicas y de un rico legado cultural. “Esta es una región única en el mundo que representa el encuentro entre muchísimas personas y culturas, que la hacen especial, hermosa y un lugar casi mágico. Es una región con un clima tropical similar durante casi todo el año, con hermosas costas y playas, con volcanes y lagos de ensueño, y que vive en una eterna primavera”, destacó Aldo Álvarez, embajador de El Salvador en China. En ese sentido, Álvarez hizo hincapié en que uno de los mayores atractivos que tiene Centroamérica para ofrecer al mundo, y particularmente a China, es su esencia. Para sacar pleno provecho de estas ventajas, es crucial que los países de Centroamérica trabajen en conjunto. Este sentimiento, compartido por todas las autoridades centroamericanas presentes, también quedó ampliamente manifiesto. Y es que la cohesión centroamericana no es solo algo de estos tiempos, sino que está firmemente enraizada en su historia. Alfredo Ortuño, embajador de Costa Rica, tuvo un contundente mensaje al respecto. “Desde los días de la lucha por la independencia, los pueblos de Centroamérica han soñado con la unidad, y aunque hemos recorrido un largo camino desde aquellos primeros pasos, el sueño de una Centroamérica integrada sigue siendo tan relevante hoy como lo fue entonces”, expresó. En ese sentido, instituciones regionales, como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y el Mercado Común Centroamericano (MCCA), se han convertido en una importante punta de lanza y en una prueba de la capacidad de los países centroamericanos de trabajar unidos. Nuevos mercados y posibilidades Con sus más de 1400 millones de habitantes y una clase media en continua expansión, China representa un vasto mercado capaz de absorber la oferta exportable de los países centroamericanos, sobre todo del sector agrícola. Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), “la clase media de China ha estado entre las de más rápido crecimiento en el mundo, al aumentar de 39,1 millones de personas (el 3,1 % de la población) en 2000 a aproximadamente 707 millones (el 50,8 % de la población) en 2018”. Estos antecedentes no hacen sino reforzar las amplias oportunidades que existen para Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y Honduras, que ya forman parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. En esta línea, Salvador Moncada, quien lleva aproximadamente un año como embajador de Honduras tras el establecimiento de relaciones diplomáticas con China impulsado por la actual presidenta hondureña, Xiomara Castro, recalcó el vínculo fraterno que existe y las posibilidades al alcance. “La creciente relación de los países centroamericanos con China es parte de una tendencia histórica en un mundo cambiante”, aseveró Moncada, quien agregó que actualmente se vive una transición en las relaciones internacionales hacia un mundo multipolar que tiene el potencial de beneficiar a todos. Para Centroamérica, el alivio de la pobreza es, sin duda, uno de los desafíos más apremiantes. Si bien tanto China como Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y Honduras son todos países en vías de desarrollo, el Gobierno chino logró erradicar oficialmente la pobreza extrema en 2020 gracias a una estrategia integral. De este modo, las lecciones que China puede aportar tienen el potencial de beneficiar a amplios sectores de la sociedad centroamericana y de mejorar sustantivamente su calidad de vida. Al ser Centroamérica una economía emergente, hay muchos sectores de la economía que aún no han sido explotados por completo, lo cual ofrece un vasto potencial de crecimiento para inversores chinos, sobre todo en el ámbito de las nuevas energías y la economía digital, que han irrumpido con gran fuerza en China en los últimos años. “La región también ofrece mano de obra relativamente joven, con una población que en su mayoría tiene menos de 45 años, lo que la hace más atractiva para la llegada de fábricas para la producción, venta y distribución de bienes, la prestación de servicios, el desarrollo de plataformas digitales, etc.”, aseguró el embajador salvadoreño. Entre los sectores en que se puede seguir profundizando el intercambio económico, no se puede pasar por alto la agricultura, que es uno de los pilares fundamentales de la economía de Centroamérica, gracias a sus tierras fértiles y un clima idóneo. De este modo, el café, el tabaco, los cacahuates, el cacao, las hortalizas, los cereales y las frutas tropicales, así como la carne de res, los productos lácteos y los mariscos provenientes de estas latitudes, se han convertido en sinónimo de calidad y confianza por parte de los consumidores chinos. Sin embargo, hay otras industrias no tradicionales con un alto valor añadido en las que Centroamérica se puede convertir en un aliado clave de China. |
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