Cultura
Por el bien de la humanidad
2024-02-29    Fuente: China Hoy    Autor: BRASIL ACOSTA PEÑA*

Brasil Acosta Peña. Foto cortesía del autor

No podemos analizar los avances, los progresos de China, con los prejuiciosos ojos occidentales. Debemos quitarnos la venda y hacer el análisis objetivo de los progresos derivados del desarrollo de un modelo progresista con características peculiares: el socialismo con peculiaridades chinas. Con una visión desprejuiciada, podremos ver con nitidez que la Iniciativa de la Civilización Global, propuesta por el presidente Xi Jinping en marzo del año pasado en la Reunión de Alto Nivel del Partido Comunista de China en Diálogo con Partidos Políticos del Mundo, es una propuesta revolucionaria, progresista, pacifista, transformadora y aplicable si los pueblos se unen y logran consolidarla.

Según la tesis 11 que escribió Carlos Marx refiriéndose al materialismo de Feuerbach, los filósofos contemplativos “no han hecho más que interpretar de diversas maneras el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. En este sentido, si el método de análisis, si la forma de ver el mundo, si la forma de razonar los problemas de la realidad la dejan intacta, sin variaciones sustanciales, entonces es contemplativa, es interpretativa.

Del análisis a la acción

En ese sentido, China es un país que pasa del análisis a la acción desde un punto de vista completamente diferente al occidental. Para empezar, hay que descubrir en el planteamiento del presidente Xi un interés genuino en pro de la humanidad y no un interés supremacista. Este tipo de propuestas pueden ser vistas como un peligro para los intereses mezquinos de algunos países, pero no lo son para la humanidad. Históricamente, China nunca ha realizado una incursión militar en otros países so pretexto de “preservar la paz”, como sí han hecho otras naciones.

Es la praxis la que permite al ser humano cambiar las cosas, modificarlas con base en un proyecto, en una dirección trazada. Marx en su obra cumbre, El capital, describe esta relación con un ejemplo. Las abejas pueden hacer perfectas colmenas hexagonales; sin embargo, las hacen de manera mecánica, instintiva. En cambio, el hombre, antes de realizar una casa, por más sencilla y rudimentaria que sea, se traza previamente un plan en la mente y luego lo elabora. Pues bien, conforme el ser humano tenga al alcance la ciencia y la domine, la socialice y sea parte de la vida cotidiana de la humanidad, de la mano con una visión marxista-leninista, entonces podrá transformarla para el bien común.

La prosperidad común requiere, necesariamente, de la conciencia y la acción de los pueblos guiados por partidos progresistas. Hay rumbo y el avance de China lo demuestra. La civilización global es posible para todos los pueblos y no solo para unos cuantos.

El pueblo en primer lugar

Actualmente, todo el planeta disfruta de las mercancías hechas en China y, gracias a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, varios países del mundo han podido gozar de la experiencia de cooperación con China y del desarrollo derivado de dicha cooperación. Por ello, la Iniciativa de la Civilización Global no pretende solo enfatizar la cooperación económica, sino también unificar a las sociedades con base en sus diferencias. Xi Jinping “pidió a los partidos políticos que pongan al pueblo en primer lugar en el proceso, y subrayó que el principio de independencia debe permitir vías diversificadas hacia la modernización, adaptadas a las condiciones y necesidades de cada país”, informó la cadena china CGTN en marzo del año pasado. La unificación de lo independiente se puede alcanzar con una visión revolucionaria no basada en la visión supremacista, sino en la cooperación y en el desarrollo común de los pueblos.

CGTN añadió en un artículo de octubre pasado que “Xi hace hincapié en la construcción de una confianza cultural más fuerte, siguiendo el enfoque de la apertura y la inclusión, y defendiendo los principios fundamentales, mientras se abren nuevos caminos para proporcionar una fuerte garantía ideológica, fuerza espiritual y condiciones culturales favorables para la construcción de un país socialista moderno en todos los aspectos y el avance de la gran revitalización de la nación china en todos los frentes”.

Debemos los pueblos del mundo cambiar nuestra concepción sobre la palabra “socialismo” y, para ello, debemos ver en China un ejemplo de que es posible la construcción de una sociedad más justa, desarrollada, equilibrada y libre de pobreza extrema. Ahí está la tarea: lograr una civilización global implica construir el desarrollo en cada país tomando en consideración sus condiciones concretas y su cultura e independencia propias.

*Brasil Acosta Peña es diputado mexicano por el Partido Revolucionario Institucional.

Sugerencias relacionadas
Quiénes somos Contáctanos
Socios: China.org.cn   |   China Today   |   China Pictorial   |   People's Daily Online   |   Women of China   |   Xinhua News Agency   |   China Daily
CGTN   |   China Tibet Online   |   China Radio International   |   Global Times   |   Qiushi Journal
Copyright Chinatoday Paper Subscriptions 京ICP备10041721号-4