16 de mayo de 2024. Zheng Haohao participa en la competición de bowl skateboarding en la Serie de Clasificación Olímpica de Shanghai. VCG

EL 26 de julio comenzaron los Juegos Olímpicos de París y una de las contiendas más esperadas es la competición femenina de bowl skateboarding. Si bien la china Zheng Haohao, de apenas 11 años, perdió en las semifinales de los eventos de clasificación realizados en Shanghai y Budapest, sí logró clasificar a la justa de París en virtud de sus puntos acumulados, convirtiéndose así en la integrante más joven del equipo chino de skateboarding en los Juegos Olímpicos.

Rumbo a la clasificación

En mayo de este año, en la Serie de Clasificación Olímpica de Shanghai, Zheng obtuvo el 20.° puesto con una puntuación de 51,73. “Tengo la ventaja de que mis movimientos son más variados en comparación con otras jugadoras, pero tengo piernas y brazos delgados, por lo que no soy suficientemente rápida. Por eso, quiero continuar mi entrenamiento físico y ganar fuerza”, aseguró Zheng en aquella ocasión.

Tras un mes, era evidente que Zheng Haohao había mejorado su marca. Si bien obtuvo el 21.° puesto en la clasificación final llevada a cabo en Budapest, Hungría, salió mejor parada en comparación con Shanghai.

En Budapest, la joven deportista obtuvo una puntuación de 63,49 en la primera ronda. En la segunda ronda, tuvo algunas fallas y solo alcanzó 43,84 puntos. Sin embargo, en la tercera ronda, resistió a la presión y consiguió 72,60 puntos, por lo que se quedó con el 21.° lugar. De este modo, Zheng pudo finalmente clasificar a los Juegos Olímpicos de París.

Ella ha tenido que prepararse arduamente en los meses previos al certamen, por lo que su vida ha estado volcada principalmente a sus entrenamientos, sus estudios y su hogar.

Un sueño hecho realidad

Cuando estuvo en Shanghai en mayo pasado, Zheng habló con la prensa. “En los últimos meses, he dedicado casi toda mi energía a entrenar. Recientemente, fui a la ciudad de Nanjing a entrenar y mis habilidades han mejorado mucho. El parque de skateboarding en Nanjing es muy bueno y fluido, lo que me ayudó enormemente a mejorar mis habilidades”, señaló.

Zheng tenía entonces muchas ganas de ir a Disneylandia. “Había ido allá la última vez que vine a Shanghai. Me sentí muy feliz, aunque lo único malo fue que no usé falda, sino pantalones. Lo lamenté mucho”, recordó.

No obstante, en mayo pasado, Zheng descartó rápidamente la idea de volver a Disneylandia. “Debo destinar mi tiempo a practicar antes del inicio de los Juegos Olímpicos”, declaró. Finalmente, su sueño se hizo realidad.

Una de las mejores de China

A Zheng le han gustado los deportes desde siempre. “Siento que todas las células deportivas de toda mi familia están en mí”, dijo. Zheng Haohao aprendió a andar en patineta cuando tenía siete años y medio. Lo que comenzó como un juego, se fue convirtiendo en una pasión.

Su talento innato para este deporte quedó en evidencia rápidamente. En mayo de 2020, se hizo del 13.º puesto en la competencia clasificatoria de los XXIV Juegos Nacionales entre más de 60 participantes. De esta forma, su nombre empezó a sonar cada vez más entre el público y, poco a poco, se fue convirtiendo en una de los mejores de China.

Desde que comenzó en este deporte, el sueño de Zheng Haohao ha sido siempre el de participar en los Juegos Olímpicos. “Zhang Xin estuvo en los Juegos Olímpicos de Tokio. Cuando la vi en las rondas de clasificación, pensé que lo estaba haciendo muy bien, y también sentí el deseo de participar junto con ella y los deportistas mayores”, recordó.

En ese período, mientras entrenaba, Zheng Haohao sufrió una fractura en el dedo medio de su mano derecha, pero decidió no rendirse. Pese a que tiene apenas 11 años, cuenta con una personalidad muy relajada, lo que le ha permitido hacer varios amigos que también se dedican al mismo deporte. “A veces, cuando me junto con otras deportistas, hablamos sobre algunos temas técnicos, como dónde están sus puntos de aceleración”, dijo.

Antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de París, Zheng Haohao ya tenía varios planes en mente más allá de la competencia formal, como visitar la Torre Eiffel y, por cierto, los parques de skateboarding.