EN 1995, la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de las Naciones Unidas (Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing) tuvo lugar en Beijing, en que se aprobó la histórica Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, que trazó el plan de desarrollo para promover la igualdad de género y el desarrollo de las mujeres, convirtiéndose en el documento programático clave para guiar el trabajo global por los derechos de las mujeres. Esta conferencia marcó un hito en la historia de los derechos de las mujeres y la igualdad de género, no solo impresionando a las activistas, Gobiernos y organizaciones no gubernamentales de América Latina y el Caribe (ALC), sino también recibiendo elogios del público en general en razón de una serie de medidas concretas para garantizar los derechos femeninos en ALC.
Treinta años después, en medio del otoño dorado de Beijing, se celebró la Cumbre Global de las Mujeres, donde representantes de todo el mundo se reunieron en la capital china para discutir los planes de desarrollo de la causa de las mujeres a nivel global. A lo largo de estas tres décadas, China ha puesto en práctica el espíritu de la conferencia de 1995, logrando avances históricos en la causa de las mujeres en el país y apoyando conjuntamente con la ONU el desarrollo global de la causa de las mujeres.
A raíz de esto, 690 millones de mujeres en China han alcanzado, simultáneamente, una vida modestamente acomodada; en 2024, el total de mujeres inscritas en la educación superior alcanzó el 50,76 % del total, y la esperanza de vida media de las mujeres ha superado los 80,9 años. Por otra parte, en la nueva era, la causa de las mujeres en China ha logrado avances históricos, toda vez que el nivel de desarrollo de las mujeres ha dado un salto global. China ha mantenido su compromiso y responsabilidad, promoviendo el progreso continuo en la causa de las mujeres, sirviendo como ejemplo a nivel mundial a través de acciones concretas.
En los últimos 30 años, el entorno económico, social y tecnológico a nivel global ha cambiado drásticamente, lo que ha traído nuevos desafíos para los derechos de las mujeres. En la actualidad, aún hay 676 millones de mujeres y niñas en el mundo que viven bajo la amenaza de conflictos mortales, lo que marca el nivel más alto desde el final de la Guerra Fría. Por ende, en los últimos años, China se ha comprometido a promover la igualdad de género, logrando un gran número de avances en la mejora del marco legal y en la implementación de políticas y decisiones innovadoras.
Las prácticas de China no solo han sido cruciales para su propio desarrollo, sino que también han ofrecido métodos que pueden ser utilizados como referencia a nivel mundial. Desde los desafíos planteados por el cambio climático, hasta las crisis de salud pública y los desastres humanitarios, la voz y el poder de las mujeres chinas nunca ha dejado de estar presente. La participación de China en la gobernanza global de la causa de las mujeres ha alcanzado un alcance sin precedentes. Este año, la Conferencia de Líderes Mundiales sobre la Mujer consolidó aún más el consenso respecto a estos temas, impulsando el progreso continuo de la causa de las mujeres en el mundo, con el fin de que los logros de la conferencia de este año sirvan como una base sólida y un nuevo punto de partida para la causa de las mujeres en todo el mundo.
En esta edición, les traemos un especial sobre el 65.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Cuba, que muestra en su totalidad cómo las relaciones entre ambos países han resistido la prueba del tiempo y continúan desarrollándose, con un intercambio estrecho de experiencias en la construcción socialista, y con la amistad tradicional y las relaciones de cooperación cada vez más consolidadas.