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Tres lógicas fundamentales | |
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![]() 15 de abril de 2025. La central hidroeléctrica de almacenamiento por bombeo de Nanning, en la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, es uno de los 102 proyectos importantes del XIV Plan Quinquenal.
![]() 20 de julio de 1958. El primer tractor oruga Dongfanghong modelo 54 sale de la fábrica de YTO Group. 13 de febrero de 2025. Una técnica trabaja en la línea de producción de chips de la empresa Shandong Liguosi Microelectronics. Fotos de Xinhua RECIENTEMENTE, el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), Xi Jinping, emitió importantes instrucciones sobre la elaboración del XV Plan Quinquenal (2026-2030), en las que enfatizó que la formulación científica y la implementación consecutiva de los planes quinquenales son una importante experiencia en la gobernación por parte del Partido y también una ventaja política distintiva del socialismo con peculiaridades chinas. Este 2025 marca la conclusión del XIV Plan Quinquenal (2021-2025) y es también el año en que se inicia la planificación para la elaboración del XV Plan Quinquenal. De acuerdo con las importantes directrices del secretario general Xi Jinping y el aprovechamiento del papel orientador de la estrategia del plan de desarrollo nacional, la elaboración del XV Plan Quinquenal tiene un significado trascendental de cara al avance de la modernización china y la materialización de la gran revitalización de la nación china. La lógica teórica Los planes nacionales de desarrollo no solo sirven como guía para el progreso económico y social, sino que también son una base fundamental para que el Partido dirija los trabajos económicos y el Gobierno cumpla con sus responsabilidades. Tanto los planes obligatorios como los orientativos representan, en esencia, una forma de asignación de recursos. Este mecanismo difiere del sistema de distribución espontánea de recursos en las economías de mercado occidentales basadas en el laissez-faire absoluto. En contraste, exige que el Partido y el Gobierno desempeñen un papel activo en la orientación, gestión y regulación, lo que constituye una innovación institucional que busca integrar de manera más eficaz un mercado efectivo con un Gobierno proactivo. Desde el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China, el secretario general Xi Jinping ha realizado numerosas exposiciones en torno a los planes nacionales de desarrollo. Estas intervenciones han establecido requisitos claros en cuanto al significado trascendental, los principios fundamentales, los mecanismos institucionales y la metodología para la formulación científica y la implementación sostenida de los planes quinquenales. Representan tanto una herencia como una innovación de las teorías marxistas relacionadas, conforman un contenido esencial del pensamiento económico del secretario general Xi y constituyen la guía fundamental de cara al trabajo en la planificación del desarrollo nacional. La lógica histórica La elaboración e implementación de los planes quinquenales constituyen una ventaja política distintiva del sistema chino. Bajo el liderazgo unificado del Comité Central del PCCh, se busca aunar la sabiduría de todo el Partido y el país para formular planes de mediano y largo plazo capaces de guiar el desarrollo económico y social. Este mecanismo garantiza continuidad y estabilidad en las políticas, lo que permite avanzar hacia los objetivos establecidos con una visión consistente, en la que cada gestión se construye sobre los logros de la anterior y se persiste en un mismo diseño estratégico, sentando así las bases para el progreso socioeconómico. Desde 1953, China ha elaborado e implementado 14 planes quinquenales, los cuales se pueden dividir en cuatro etapas históricas principales: Primera etapa (del I al V Plan Quinquenal). Este período estuvo caracterizado por la cimentación de la industria y una economía planificada. Durante este período (1953-1980), el desarrollo socioeconómico estuvo guiado por un sistema de planificación centralizada, con el objetivo estratégico de acelerar la industrialización, especialmente en el campo de las industrias pesadas. Esta aproximación respondía tanto a las necesidades urgentes de la República Popular China recién fundada como a una visión de desarrollo sostenible a largo plazo. Segunda etapa (del VI al IX Plan Quinquenal). Este período estuvo caracterizado por la transición desde la propuesta de las reformas al sistema económico de mercado socialista hasta su establecimiento. Después de la implementación de estos cuatro planes quinquenales, la economía china de mercado socialista logró avances históricos significativos en diversos aspectos, tales como la construcción económica, el nivel de vida del pueblo, el desarrollo de la educación, la ciencia, la cultura y la salud, así como en la reforma del sistema económico. Tercera etapa (del X al XII Plan Quinquenal). Este período estuvo caracterizado por el equilibrio entre el desarrollo integral, coordinado y científico. La economía china mantuvo un rápido crecimiento mientras realizaba ajustes estratégicos en su estructura. Los ingresos de la población urbana y rural aumentaron considerablemente, con mayores inversiones en educación, atención médica y seguridad social. El acelerado proceso de urbanización mejoró la infraestructura y los servicios públicos, lo que promovió un desarrollo social armónico y estable que sentó bases sólidas de cara a la construcción de una sociedad modestamente acomodada. Cuarta etapa (del XIII al XIV Plan Quinquenal). Este período estuvo caracterizado por el desarrollo impulsado por la innovación y la construcción de un país poderoso y moderno. Durante esta fase, el socialismo con peculiaridades chinas entró en una nueva era y alcanzó logros históricos y transformaciones trascendentales en los ámbitos económico y social. China completó la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada, iniciando así la nueva expedición hacia la revitalización de la nación china mediante la modernización china. Durante más de 70 años, los planes quinquenales han logrado enormes éxitos y han servido como guía macroeconómica para el desarrollo económico y social del país. En la nueva era, se deben sintetizar de manera cabal las experiencias históricas con base en las condiciones reales del país y formular planes quinquenales más perfeccionados para impulsar integralmente la modernización china. La lógica práctica El éxito de la modernización china no solo se refleja en la planificación integral de diversos ámbitos como la economía y la sociedad, sino también en el pensamiento dialéctico demostrado en su proceso de planificación. El núcleo de este enfoque dialéctico y equilibrado radica en el manejo efectivo de múltiples relaciones dentro de la planificación nacional del desarrollo, como la relación entre el Gobierno y el mercado, entre el corto y el largo plazo, y entre los niveles central y local. Todo ello ha logrado garantizar una implementación armoniosa de políticas y medidas, sentando así una sólida base teórica y práctica para el avance constante de la modernización china. En primer lugar, es necesario manejar adecuadamente la relación entre el Gobierno y el mercado. El papel fundamental de los planes nacionales de desarrollo radica en orientar la asignación de recursos. En este proceso, la planificación como instrumento refleja la intervención del Gobierno, mientras que el mecanismo de mercado como medio evidencia la función del mercado. Profundizar la asignación de recursos mediante mecanismos de mercado exige que los planes nacionales de desarrollo comprendan y gestionen correctamente la relación entre el Gobierno y el mercado. En segundo lugar, es necesario manejar adecuadamente la relación entre el corto y el largo plazo. La integración de los planes quinquenales con las estrategias nacionales a largo plazo para guiar el desarrollo económico y social es una de las características distintivas de la planificación estatal en China. Los despliegues anticipados y las metas proyectivas de las estrategias de largo plazo orientan la formulación e implementación de acciones concretas, objetivos escalonados y medidas clave en el corto plazo. Desde el V Plan Quinquenal (1976-1980), el país comenzó a elaborar programas decenales y se esbozaron, por ejemplo, los objetivos visionarios del VI Plan Quinquenal (1980-1985). Al diseñar el IX Plan Quinquenal (1996-2000), se establecieron metas para el año 2010. En ese sentido, los planes quinquenales y los objetivos decenales a largo plazo se han ido consolidando como un sistema fundamental de planificación, mientras que los objetivos decenales a largo plazo vinculan los planes quinquenales y la construcción de la modernización socialista. Gracias a este enfoque, el desarrollo económico y social de China ha avanzado de manera escalonada cada cinco años y ha logrado saltos trascendentales cada década, lo que ha dado lugar a un crecimiento económico acelerado y una estabilidad social prolongada sin precedentes en el mundo. En tercer lugar, es necesario manejar adecuadamente la relación entre el Gobierno central y los locales. La implementación de los planes quinquenales no solo implica el diseño general de las políticas macroeconómicas, sino que también requiere considerar plenamente la capacidad ejecutiva de los gobiernos locales y las condiciones reales del desarrollo económico regional. La coordinación entre el Gobierno central y los locales incide directamente en la eficiencia a la hora de ejecutar los planes y en el avance del proceso de modernización integral. En cuarto lugar, es necesario manejar adecuadamente las relaciones entre las regiones. El desarrollo regional está estrechamente vinculado con la distribución de las fuerzas productivas y la explotación de recursos. En los primeros años de la República Popular China, más del 70 % de la industria nacional estaba concentrada en las regiones costeras del este, que representan menos del 12 % del territorio nacional. Para acelerar la industrialización, desde el I Plan Quinquenal (1953-1957) hasta el V Plan Quinquenal (1976-1980), el Estado implementó una estrategia de desarrollo equilibrado regional al enfocarse en las regiones centrales y occidentales, que tenían una menor capacidad productiva, con el objetivo de reducir la brecha entre las zonas costeras y el interior mediante una distribución más equilibrada de las fuerzas productivas. En quinto lugar, es necesario manejar adecuadamente las relaciones entre los sectores industriales. Estos son un componente clave del desarrollo económico nacional y representan la forma básica de división social del trabajo acorde con el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas. Los planes nacionales de desarrollo suelen incluir diversos planes especializados centrados principalmente en el desarrollo industrial. *Zhang Xinning es vicerrector y profesor de la Facultad de Marxismo de la Universidad de Fudan. Wang Wenyi es estudiante de doctorado de la Facultad de Marxismo de la Universidad de Fudan. |
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