EN abril de este año, Beijing celebró la primera media maratón humanoide del mundo. A lo largo de 21 kilómetros, veinte robots humanoides corrieron junto a atletas humanos en una carrera que mereció una amplia cobertura de la prensa internacional. Un conocido proverbio chino dice que “un viaje de mil millas comienza con el primer paso”. Estas diez palabras resumen perfectamente el espíritu audaz y resuelto que, desde tiempos inmemoriales, ha acompañado a la población china.
Todo objetivo, por más imposible que parezca, comienza con un primer paso. Paso a paso hemos sido capaces de ponernos de pie como país, paso a paso hemos ido alcanzando un sólido desarrollo económico y social, y el paso a paso de nuestros robots humanoides es una muestra de nuestros avances en ciencia, tecnología e innovación.
Si bien paso a paso se va lejos, estos últimos cinco años han sido de una velocidad vertiginosa. El periodo del XIV Plan Quinquenal (2021-2025), el cual se ha centrado en promover un desarrollo de alta calidad, ha visto el notable progreso de China en robótica e inteligencia artificial con la aparición de DeepSeek, en energías limpias, en trenes de alta velocidad, en comercio digital, en exploración espacial con el reciente lanzamiento de la misión Tianwen-2, en producción cinematográfica con los récords alcanzados por Nezha 2, e incluso en creatividad y propiedad intelectual con el nuevo fenómeno mundial en el que se han convertido los muñecos Labubu.
Nada es casualidad en la vida, ni tampoco lo son todos estos logros. Por eso, este mes en China Hoy, queremos mostrarle aquello que está detrás de todos estos avances. Cada paso que se da, cada decisión que se toma, cada iniciativa que se emprende guarda relación con una herramienta fundamental: los planes quinquenales. Si algo se pone en práctica en China es porque antes se debatió, se consensuó y se puso por escrito. Como apunta uno de los artículos de esta edición, este compromiso inquebrantable entre palabra y acción es el rasgo más prominente de nuestro carácter nacional.
Desde su lanzamiento en 1953, los planes quinquenales han sido un documento guía clave para el progreso económico y social, pues trazan los objetivos generales del país, las principales tareas y la orientación política en diversos sectores. El próximo año comenzará la implementación del XV Plan Quinquenal (2026-2030), el cual es crucial para China porque actuará como un puente estratégico hacia el próximo plan, que será el que nos lleve en 2035 a cumplir la meta de alcanzar una modernización socialista básica. Como añade el artículo al que hemos hecho mención, en un país tradicionalmente agrícola como el nuestro, los planes quinquenales son una estrategia cultivada en el suelo fértil de la realidad china.
En estos momentos, se viene organizando la formulación de propuestas para el XV Plan Quinquenal, una tarea a cargo del Comité Central del Partido Comunista de China, mientras que el 20 de mayo se lanzó una consulta pública en línea para que la población china pueda también enviar sus aportes y sugerencias. En la elaboración de un plan de gran magnitud e importancia, resulta necesario que la sociedad china tenga la oportunidad de participar y de expresarse. Todas las voces deben ser escuchadas.
Ciertamente, la aplicación del XV Plan Quinquenal comenzará en medio de una coyuntura internacional compleja, pero el país ha demostrado un gran resiliencia. Pese a los vientos en contra, en el primer trimestre de este año, el PIB chino creció un 5,4 % interanual, una tasa que se encuentra dentro de la meta establecida para este 2025. La producción industrial, el sector servicios, la demanda interna y las exportaciones mantienen un buen ritmo de crecimiento, mientras que el Gobierno chino ha hecho hincapié en que, en esta nueva etapa que comienza, se acelere el establecimiento de un nuevo patrón de desarrollo de alta calidad y se expanda la apertura de alto nivel.
Ese compromiso con la apertura y el diálogo es precisamente lo que ha llevado a que cinco países sudamericanos queden actualmente exentos del requisito de visado para ingresar a nuestro país o al reciente establecimiento de la Organización Internacional para la Mediación (OIMed) en Hong Kong. En un momento en el que acechan el proteccionismo y los conflictos geopolíticos, China abre más sus puertas. El mundo necesita más empatía y menos fuerza bruta.
