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Veinte años en la meseta Qinghai-Xizang
2025-02-11    Fuente: Centro para las Américas    Autor: WEI YAO

Junio de 2019. Liu Yanlin instala cámaras infrarrojas en áreas donde pueden habitar los leopardos de las nieves. Xiong Jiji

Abril de 2024. Un grupo de guardabosques después de realizar una investigación en la Reserva Natural Nacional de Changtang, en la región autónoma de Xizang. Liu Yixuan

3 de julio de 2020. Una manada de gatos chinos del desierto vista en la sección de la provincia de Qinghai del Parque Nacional de las Montañas Qilian. Xinhua

Una chacal y sus cachorros en estado salvaje. Li Yibin

Abril de 2024. Un yak salvaje fotografiado durante una inspección en la Reserva Natural Nacional de Changtang, en la región autónoma de Xizang. Liu Yixuan

Junio de 2019. Liu Yanlin (junto al bote) realiza una investigación sobre los leopardos de las nieves en las montañas Qilian, en la provincia de Qinghai. Xiong Jiji

Un leopardo de las nieves en las montañas Qilian. Li Yibin

UN fin de semana de diciembre pasado, Liu Yanlin, de 42 años, voló de Xining, en la provincia de Qinghai, a Beijing para celebrar el cumpleaños de su mujer y visitar el Museo del Palacio con sus dos hijos. Rápidamente, el lunes, regresó a Xining, que está a 1300 kilómetros de la capital de China. En septiembre de 2023, Liu se incorporó a la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Normal de Qinghai, donde ha sido profesor de Biología de la Conservación, Tecnologías y Medios del Estudio de la Ecología, entre otros cursos. Previamente, sus 20 años de estudio académico y su carrera profesional se habían centrado en el estudio de la vida salvaje en la meseta Qinghai-Xizang. Como él bien dice, la mayor parte de su vida entre los 20 y los 40 años la pasó “contando animales”.

Dedicado a la meseta

La relación entre Liu Yanlin, la meseta y la naturaleza salvaje empezó cuando estaba en la universidad. En 1999, se matriculó en una de las mejores universidades de China, la Universidad de Beijing, para estudiar Biotecnología. Al entrar en el campus, se sintió atraído por un boletín del Club Águila de Montaña que hablaba sobre la ascensión al pico Kezi Sel, en la región autónoma uigur de Xinjiang. Este pico es una montaña nevada de 6525 metros de altitud situada en el extremo occidental del país, poéticamente denominada “el lugar donde se desvanecen los últimos rayos de sol de China”. El pueblo natal de Liu Yanlin está en Beihai, en la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, un lugar donde hay mar pero no montañas. Sus ansias de ver las montañas le hicieron ingresar en el Club Águila de Montaña y el montañismo se convirtió en una de sus pasiones durante su vida universitaria. Estas experiencias también le ayudaron a desarrollar una fuerte capacidad de adaptación al entorno de la meseta.

En su último año de universidad, Liu se reunió con Lü Zhi, un reputado profesor de Biología de la Conservación en China, y le planteó la posibilidad de cambiar de especialidad en su maestría y estudiar así la fauna salvaje, siguiéndolo a él como guía. Liu Yanlin tuvo la oportunidad de continuar sus estudios y tardó ocho años, desde 2003 hasta 2011, en obtener su doctorado. Pasó casi la mitad del tiempo en la meseta. Liu recuerda sus experiencias en Sichuan, Xinjiang, Xizang y Qinghai durante los primeros años de su investigación sobre la conservación de la vida salvaje. En su primer año de maestría, acompañó por primera vez a Andrew Smith, un investigador mundialmente conocido por su estudio de las ochotonas, en un viaje de investigación a Qinghai, que tuvo que interrumpir debido a un edema pulmonar. Sin embargo, medio año después, viajó a la aldea de Cuochi, en el origen del río Yangtsé en Qinghai, donde fue testigo de cómo los lobos perseguían a 55 yaks salvajes hasta un valle en una meseta a 4600 metros de altitud. Un año después, subió a la reserva natural de Changtang, a una altura aún mayor, para rastrear asnos salvajes tibetanos.

Después de graduarse del doctorado en 2011, Liu Yanlin se unió a la organización no gubernamental Centro de Conservación Shanshui, fundada por su mentor, el profesor Lü Zhi. Se dedicó principalmente a la investigación y protección de grandes especies carnívoras y sus hábitats, como el leopardo de las nieves y el oso pardo en el área de Sanjiangyuan, en Qinghai. El día antes de partir hacia Yushu, en la provincia de Qinghai, después de unirse a la organización, se casó con su novia Haili. Desde entonces, su esposa le ha brindado un apoyo total en su trabajo. Al seguir las huellas de los animales en la meseta Qinghai-Xizang, Liu sentía una gran admiración por la majestuosa vida salvaje, pero también contaba los días para reunirse con su familia. Desde que se enamoró de Haili, se acostumbró a escribirle cartas durante sus expediciones científicas. A veces, las escribía en el coche, a veces en la estación, y las enviaba por correo. Cinco años después, estas misivas fueron publicadas en un libro titulado Cartas de amor desde el desierto.

Liu Yanlin recuerda haberle hecho una pregunta al zoólogo estadounidense George Schaller cuando ambos investigaban los antílopes tibetanos en la zona deshabitada de Changtang, en la meseta Qinghai-Xizang. Le preguntó: “¿Cómo conciliar el trabajo y la familia?”. El mundialmente conocido experto en protección animal le respondió: “Hay que encontrar a la persona adecuada”. Liu se siente muy afortunado, pues ha encontrado una carrera que ama y también a la compañera de vida adecuada. Precisamente, gracias a la comprensión de su familia, se ha dedicado sin dudar a la causa de la protección de la vida silvestre en la meseta Qinghai-Xizang.

Después de trabajar cinco años en el Centro de Conservación Shanshui, Liu Yanlin dejó brevemente Qinghai y Xizang en 2016 y se convirtió en miembro del crucero de expedición MS Fram en la península Antártica como miembro del equipo de expedición. Más tarde, realizó tres años de estudios posdoctorales en la Academia China de Silvicultura y tomó parte en la evaluación de la protección de la vida silvestre en la región de Sanjiangyuan. En julio de 2019, se unió a la Alianza para la Conservación de los Felinos Chinos, una organización china de protección de los félidos salvajes, y participó en la investigación de los gatos del desierto, los leopardos de las nieves y otros felinos en las montañas Qilian. En septiembre de 2023, Liu Yanlin se unió a la Universidad Normal de Qinghai. Mientras continúa con sus investigaciones relevantes, también se dedica a formar a la próxima generación de talentos en el ámbito de la protección animal.

Más allá de las imágenes

A los ojos de la gente, el trabajo de Liu Yanlin en los últimos veinte años puede parecer grandioso y romántico, especialmente cuando se observan las fotografías de animales salvajes que él mismo ha tomado, así como sus selfis durante las expediciones científicas. Sin embargo, dedicarse a la vigilancia y protección de la vida silvestre puede ser bastante monótono. Liu Yanlin cuenta que desde que comenzó su carrera profesional, ha pasado entre seis y nueve meses al año en el campo. La mayor parte del tiempo se ha encontrado en zonas de gran altitud bajo condiciones difíciles. Su trabajo diario consistía principalmente en rastrear animales salvajes, colocar y recuperar equipos de fotografía infrarroja y realizar investigaciones en las aldeas cercanas. A menudo, pasaba diez días sin encontrarse con nadie y, en muchas ocasiones, ni siquiera lograba avistar los animales que buscaba. Sin embargo, los peligros siempre acechaban, y a menudo se presentaban de manera inesperada.

Una experiencia que realmente lo impresionó ocurrió cuando recién se había unido al Centro de Conservación Shanshui en 2011. Siguió a George Schaller y Lü Zhi para realizar una investigación sobre los osos pardos en Sanjiangyuan. En junio de ese año, les pusieron collares a dos osos pardos salvajes, un macho y una hembra. El mes siguiente, como de costumbre, él y sus colegas siguieron las huellas de los osos pardos basándose en la información de posicionamiento devuelta por el satélite y la señal de radio emitida por los collares. Cuando se acercaban a la cima de una montaña, escucharon un rugido bajo. La osa hembra salió rugiendo desde detrás de una cumbre de montaña a 30 metros de distancia, con dos cachorros detrás de ella. A quince metros de ellos, la osa se detuvo y se volvió hacia la cumbre. Rugió tres veces a manera de advertencia para los intrusos.

Era la primera vez que Liu se encontraba con una osa parda adulta a menos de 20 metros. Estaba tan nervioso que los vellos de todo el cuerpo se le erizaron. Él y los otros dos compañeros de equipo se inclinaron, levantaron las manos en alto para parecer lo más altos posible y, al mismo tiempo, miraron al suelo y retrocedieron lentamente. Al final, la madre osa desapareció detrás de la cumbre con sus cachorros.

Liu Yanlin considera a los grandes carnívoros –como los osos pardos– símbolos de la naturaleza del oeste de China, pero para los pastores locales, significan conflictos, riesgos y pérdidas. Los osos pardos, los lobos y los leopardos de las nieves pueden destruir sus casas, comerse sus alimentos y su ganado, e incluso los yaks salvajes herbívoros pueden secuestrar yaks domésticos.

Esfuerzos por la diversidad

La intensificación del conflicto entre los seres humanos y animales no solo ocurre en la meseta: es un tema ampliamente discutido en el campo de la conservación global de la vida silvestre. La convivencia en la diversidad es una cuestión en la que Liu piensa constantemente. En la meseta, los pastores, el Gobierno y protectores como Liu Yanlin han tratado de resolver el problema abriendo puertas y ventanas, cavando agujeros delante de las puertas, instalando cercas eléctricas solares y compensando las pérdidas causadas por los animales silvestres. Además, el seguimiento y la vigilancia de animales salvajes mediante cámaras infrarrojas, collares satelitales, exámenes de ADN fecal y otros medios no solo pueden proporcionar datos de apoyo para la investigación ecológica, sino también acumular determinadas muestras para investigar la relación entre seres humanos y animales.

Después de veinte años de lidiar con la meseta, los ojos de Liu ya no estaban enfocados en las misteriosas y majestuosas montañas cubiertas de nieve. Año tras año, ha viajado a través de montañas y ríos para seguir las huellas de yaks salvajes, osos pardos y leopardos de las nieves. Sus ideas sobre la protección ecológica también han ido evolucionando en el proceso de investigación y protección de los animales salvajes.

Más allá de su trabajo docente, Liu Yanlin actualmente está llevando a cabo varios proyectos. Además de la investigación de los leopardos de las nieves en las montañas Qilian y la región del origen del río Amarillo, dirige a los estudiantes a realizar investigaciones sobre los conflictos y la coexistencia entre seres humanos y animales, así como a investigar y conocer la distribución y la cantidad de osos pardos, lobos, asnos salvajes tibetanos y yaks salvajes, especies relacionadas con la vida y la producción de los agricultores y pastores locales. La idea es también tomar parte en la alerta temprana y el trabajo piloto de prevención de daños al oso pardo de Qinghai. En su ideal profesional, Liu espera que, como muchos de sus profesores, pueda pasar las próximas décadas de su vida investigando la situación de los animales salvajes en la región de Sanjiangyuan y encontrar un mecanismo que permita aliviar los conflictos entre seres humanos y animales en la meseta Qinghai-Xizang. La meta es que ambos se desarrollen juntos.

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