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Avanzando entre el viento y la lluvia: La construcción conjunta de una comunidad de futuro compartido China-ALC: el camino hacia la práctica y las perspectivas futuras | |
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Capítulo: Cooperación entre China y Perú El Perú es el país de Latinoamérica con las relaciones más estrechas con China. Por ejemplo, el 36% de las exportaciones de bienes del país van a China, y ya casi un cuarto del stock de la inversión extranjera directa (IED) en el Perú proviene del país asiático (además, el Perú es el segundo mayor receptor de inversión de China en Latinoamérica). I. Antecedentes Para comprender el alcance de las relaciones del Perú con China, es necesario saber algo sobre la historia de estos vínculos. Además del hecho de que el Perú tiene muchos recursos naturales, especialmente en el sector minero, y tiene uno de los regímenes más liberales para acoger la inversión extranjera, existe una relación especial entre ambos países. La historia y la situación estratégica del Perú en América del Sur también explican la gran participación de China. Y hay una gran complementariedad económica entre los dos países (el Perú tiene recursos naturales que China necesita, y China tiene el capital, la tecnología y los mercados que el Perú requiere). El Perú es el hogar de la comunidad china más grande de América Latina, porque a partir de 1849 comenzaron a llegar trabajadores de ese país. El Perú estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China en 1971 (fue el tercero en la región después de Cuba y Chile), pero mucho antes, en 1874, el Perú había sido el primer país de América Latina en establecer relaciones diplomáticas con el imperio Qing, que en ese momento gobernaba China. En 2008, el Perú y China firmaron un acuerdo de asociación estratégica. El objetivo de este no era solo ser socios comerciales, sino incrementar y consolidar las relaciones en las áreas de política y cooperación; por ejemplo, relaciones entre distintas entidades públicas, partidos políticos y la sociedad civil, así como consultas y cooperaciones en los foros internacionales en los que participan ambos países. En 2009, China y el Perú firmaron un tratado de libre comercio (TLC), que entró en vigor en 2010. Y en 2013, el Perú y China firmaron su asociación estratégica integral. Esto permitió a ambos países la cooperación pueblo a pueblo en áreas técnicas y culturales. Las relaciones se han intensificado no solo en el campo del comercio y la inversión, sino también en otros, como en la cooperación china para construir el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional, una institución dependiente del Instituto Nacional de Defensa Civil. En 2016, por primera vez, un presidente peruano escogió a China como su primera visita al exterior. Pedro Pablo Kuczynski fue a China en septiembre de ese año, en reconocimiento a la importancia que ese país tiene para el Perú. Las primeras vacunas que el Perú recibió para combatir el COVID-19 fueron de la compañía china Sinopharm, en febrero de 2021. El presidente Pedro Castillo visitó primero la Embajada de China en Lima, antes de asumir la Presidencia en julio de 2021. La actual presidenta, Dina Boluarte, se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, en noviembre de 2023 en ocasión de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacifico (APEC) en San Francisco. Y en junio de 2024, la presidenta del Perú viajó a China con una gran delegación de ministros y empresarios. En noviembre pasado, Perú acogió el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico. Invitado por la presidenta peruana Dina Boluarte, el presidente chino Xi Jinping participó en la 31.a Reunión de Líderes Económicos de APEC y realizó una visita de Estado a Perú. Durante su visita, Xi Jinping y Dina Boluarte asistieron a la ceremonia de inauguración del puerto de Chancay por videoconferencia. II. Cooperación sino-peruana Comercio de bienes En 2023, alrededor del 36% de todas las exportaciones de bienes del Perú fueron a China, unos 23.156 millones de dólares. A EE. UU. fue solo el 14,2% del total. En 2010, el 15% de las exportaciones peruanas habían ido a China, el mismo porcentaje que a EE. UU., aunque en el año 2000, EE. UU. fue el primer destino de las exportaciones, con 27,5% del total, mientras que China fue el cuarto, con 6,4%. En cuanto a las importaciones de bienes del Perú, en 2023 el 26% del total vino de China, mientras que de EE. UU., el 21%. Las exportaciones son el motor de la economía peruana. En 2023, el Perú exportó 64.355 millones de dólares (e importó ese año 48.750 millones de dólares). En 2010, había exportado unos 35.805 millones de dólares, y el 2000 las exportaciones habían sido de 7.028 millones de dólares (y en 1990, las exportaciones sumaron 3.276 millones de dólares). De 2000 a 2023, las exportaciones del país se multiplicaron unas 10,9 veces. El Perú acumuló un superávit comercial de 13.631 millones de dólares en 2023. De eso, 10.504 millones fueron el superávit con China, un 77% del total. El 63% de las exportaciones peruanas son minerales (y productos relacionados) y el 52% de esas exportaciones mineras van a China, y a este país también va un 43% del total de los productos pesqueros. El cobre constituyó el 36,6% de las exportaciones peruanas en 2023, y casi el 73% de ese metal fue a China. La empresa Las Bambas (de un consorcio entre las empresas chinas MMG Limited, Guoxin International Investment Co. Ltd. y CITIC Metal Co. Ltd.) es la tercera firma que exporta más minerales en el país, mientras que Shougang es la séptima. En noviembre de 2024, China y Perú acogieron con satisfacción la firma del Protocolo de Optimización del Tratado de Libre Comercio entre los dos países. III. Inversiones China ha invertido más de 30.000 millones de dólares en el Perú, y más de 200 empresas operan en el país, de acuerdo con lo expresado por el embajador de China en el Perú, Song Yang, en una entrevista al diario Gestión el 30 de setiembre de 2024. A fines de 2023, según cifras de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), en el Perú había un stock de inversión extranjera directa de 132.546 millones de dólares. Sin embargo, de acuerdo con un estudio de American Enterprise Institute publicado en julio de este año, entre 2005 y junio de 2024 el monto invertido por China en el Perú, incluyendo la construcción, fue alrededor de 31.800 millones de dólares, y el Perú fue el segundo mayor destino para la inversión china en Latinoamérica, después de Brasil. China empezó a invertir en el Perú en la década de 1990, con Shougang Corporation desde 1992 y China National Petroleum Company desde 1994. Por ello, la IED de China en el Perú es mucho mayor que la cifra de 31.800 millones de dólares calculada por American Enterprise Institute, que solo considera la inversión desde 2005. Por ejemplo, solo la inversión china en Las Bambas ya alcanza los 10.000 millones de dólares. Esta mina, se dice, produce el equivalente al 1% del PIB del Perú y al 2% de la producción mundial de cobre. En infraestructura, la inversión china destaca en dos sectores. Uno, en la construcción de un puerto en Chancay, ciudad localizada a 80 km al norte de Lima, que se convertirá en el más moderno del Pacífico Sur latinoamericano, y en el que el 60% será propiedad de la compañía Cosco Shipping Corporation, empresa que construye el puerto y lo administrara. Esta obra, que contempla una inversión total de más de 3.000 millones de dólares, ofrece la posibilidad de que el Perú se convierta en un centro de operaciones de carga marítima en el Pacifico latinoamericano. Gracias a este puerto se tendrá una ruta directa entre América del Sur y Asia, por lo que se dice que esta ruta será de “Chancay a Shanghai”, y permitirá que se reduzca el tiempo de traslado de la carga entre 10 a 15 días. Por su parte, China Three Gorges Corporation (CTG) y China Southern Power Grid International (CSGI), que pertenecen al mismo grupo económico, compraron dos empresas en 2019 y 2023, que generan y distribuyen la electricidad para Lima, la capital del Perú. En 2019, China Three Gorges Corporation (a través de su subsidiaria China Yangtze Power International) compró los activos de Sempra Energy en Lima por alrededor de 3.590 millones de dólares, y en 2023 China Southern Power Grid pagó unos 2.900 millones de dólares por las operaciones de Enel. Ese grupo económico chino también ha comprado otras compañías regionales en ese rubro en el Perú. Habría que mencionar que el Perú es desde 2019 miembro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR). También es miembro del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) y dio un aporte de 154,6 millones de dólares a este banco, el mayor de Latinoamérica (solo seis países han hecho aportes: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay), y ese monto dado por el Perú representó el 84% del total aportado por los países de la región. El Perú ha recibido muy poca ayuda oficial al desarrollo o préstamos del Gobierno chino. El Perú no necesita esos préstamos en particular, pues puede acceder al mercado financiero internacional sin problemas, a diferencia de países como Venezuela, Ecuador y Argentina, por ejemplo, que tienen grandes préstamos con China. En el sector tecnológico El Perú se está preparando para poder adoptar en el futuro la tecnología de comunicaciones e Internet 5G. China está invirtiendo en la formación de recursos humanos para la tecnología 5G, Huawei en particular, en universidades como la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la más antigua del continente americano, y la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). En junio de 2024, Huawei y la UNMSM anunciaron la implementación de un centro de entrenamiento tecnológico en esa universidad. Y a comienzos de octubre de este año, autoridades de la UNMSM y Huawei supervisaron la instalación de la que sería la primera base de práctica para la instalación de hardware en Latinoamérica, en la Facultad de Ingeniería de Sistemas e Informática de la universidad. Relaciones con la academia La mayoría de los que estudian o investigan sobre China se han formado en dicho país. China ofrece cada vez más becas y financia la participación en conferencias. También las relaciones académicas con centros que investigan sobre China son mayormente con instituciones de ese país. En el Perú existen tres centros de investigación sobre Asia y China. El más antiguo es el Centro de Estudios Orientales, de la Pontificia Universidad Católica del Perú, que inició sus actividades en 1988. El Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico, de la Universidad del Pacífico, se creó en 2013. Ambas universidades son privadas. Por su parte, el Centro de Estudios Asiáticos (CEAS) se creó en 2018 en la UNMSM, que es una universidad pública. Existen cuatro institutos Confucio en el Perú: dos en Lima y dos en el interior del país (uno en el norte y otro en el sur). Todos estos centros están establecidos en universidades privadas. Reflexiones sobre el futuro de la relación En junio de este año, durante la visita de la presidenta del Perú a China, los dos países firmaron algunos acuerdos, entre ellos, el Plan de Acción Conjunta 2024-2029, que contempla la “cooperación en áreas claves como economía digital, innovación científica y tecnológica, e infraestructura”. También durante esa visita, se formó el Consejo Empresarial Peruano-Chino. Este ente, que reúne a empresarios de ambos países, busca que, por ejemplo, “las comunidades empresariales de los dos países puedan participar activamente en los proyectos de infraestructura y desarrollo, incluida la Iniciativa de la Franja y la Ruta”. Este consejo está formado por gremios empresariales, como la Asociación de Exportadores (ADEX), la Cámara de Comercio de Lima (CCL), la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), la Cámara de Comercio Peruano China (Capechi), la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) y el Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional (CCPIT, por sus siglas en inglés). El Perú, a través de la construcción de infraestructura física y la modernización de esta, presenta oportunidades para que justamente vengan inversiones en el comercio y la producción. A través del puerto de Chancay se podrá traer carga de Bolivia y Brasil, a fin de que salga directamente a China (pero se necesitan carreteras y vías férreas para conectar Chancay con las fronteras de Brasil y Bolivia). También se está modernizando el Muelle Sur del puerto del Callao, que permitirá que se amplíe la capacidad de atención del terminal, que hoy es de 1,5 millones de TEU (unidad de medida equivalente a un contenedor de 20 pies de largo) y crecerá a los 2,7 millones. También se está modernizando el aeropuerto Jorge Chávez, que permitirá recibir, desde diciembre de 2024, a unos 30 millones de pasajeros al año. Además, junto al puerto de Chancay, se plantea hacer una zona franca o una zona económica especial. También existe el proyecto de la zona económica especial de Ancón, entre Lima y Chancay. En esos lugares se necesita IED, aparte de la nacional que pueda invertir ahí. Asimismo, hay litio en el sur del Perú, en particular en Puno. Este metal es básico para las industrias de energía renovable y vehículos eléctricos, y no hay muchos países en el mundo que poseen este metal. En todo caso, el Perú podría aprovechar la Iniciativa de la Franja y la Ruta para atraer inversión no solo en el desarrollo de la infraestructura física necesaria, sino también en sectores de extracción de recursos naturales o en producción de bienes, a través de las zonas francas o de las zonas económicas especiales mencionadas. Esto permitirá al país poder crecer y ubicar al Perú entre las principales economías de la región latinoamericana, y poder ser la 31.ª economía en el mundo para 2075, según proyección de Goldman Sachs. *Carlos Aquino es director del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). |
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