Muy recomendado |
Reseña del libro Xi Jinping: La gobernación y administración de China (IV) | |
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El 25 de febrero de 2021, el presidente Xi Jinping brindó un discurso pronunciado en la Reunión Nacional de Balance y Exaltación de la Dura Batalla contra la Pobreza, que quedará en los anales de la historia, pues allí “Hoy celebramos esta trascendental conferencia para declarar solemnemente que, gracias a los esfuerzos mancomunados de todo el Partido y del Pueblo de todas las etnias del país, China ha obtenido el triunfo completo en la dura batalla contra la pobreza...” (Pág. 154). Efectivamente, en el libro Xi Jinping: La gobernación y administración de China (IV) que estamos comentando aquí, se puede apreciar cómo el presidente atribuyó esa victoria al trabajo conjunto de toda la sociedad (desde los órganos partidarios y los militares, hasta las organizaciones populares de todos los sectores sociales), alcanzando un ahnelo histórico ya que la lucha contra la pobreza constituye la misma historia de China. Esto se aprecia en el deseo manifiesto de los prohombres de la historia china (entre muchos otros, Qu Yuan, Du Fu y Sun Yat-Sen), quienes desde la más profunda historia de China persiguieron ese sueño que, ahora, se ha alcanzado. Resalta en el libro cómo el presidente Xi Jinping destaca a la conducción del Partido y su trabajo político, pues unió y condujo a los campesinos y al pueblo en su conjunto, lo movilizó trabajando incansablemente para buscar su felicidad y la revitalización china. Luego de subrayar esos aspectos, repasó los momentos clave desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh cuando allí se subrayó que “la pobreza no es socialismo” y que dejarla atrás se había convertido en una prioridad para el Gobierno. Desde entonces, una media de 10 millones de personas dejan de ser pobres anualmente, explicó el presidente. En 2015 se puso en marcha la norma de las “seis precisiones” y se identificaron los cinco grupos para recibir la ayuda prioritaria, dijo el presidente. Ya en el XIX Congreso Nacional del PCCh (2017) se estableció una disposición general para enfocar con mayor precisión los objetivos a atacar con todos los recursos, lo que resultó muy útil pues así China pudo enfrentar decididamente los desafíos que en 2020 le impuso el flagelo global de COVID-19. En el libro el presidente Xi Jinping describe vívidamente los graves problemas sociales que acarrea el ser pobre para una familia, en especial por la manera en que se cercena el futuro de sus hijos. Dijo que los 28 grupos étnicos de menor población avanzaron “mil años” que pasaron directamente de la sociedad primitiva a la socialista, que les trajo prosperidad. Ninguno de estos esfuerzos tuvo un premio automático, sino que los vínculos entre el Partido y las masas mejoraron notablemente con ese trabajo conjunto, y de allí que el trabajo militante haya estado tan comprometido con los objetivos de la nación. Esa relación y compromiso más estrechos, consiguieron que no solamente en China mejorasen las condiciones de vida de todos, sino que tuvo un fuerte impacto internacional al aumentar la demanda global, pues la población china ahora tiene recursos que antes no tenía. Así, China colaboró en la reducción de la pobreza mundial desde la puesta en marcha de la política de Reforma y Apertura, consiguiendo alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU una década antes. Meses después (más precisamente el 17/08/2021) el presidente se refirió a “Promover firmemente la prosperidad común” (Pág. 177), él detalla las circunstancias que podrían hacer que algunas personas puedan prosperar antes que el resto de sus compatriotas, pero que esa diferencia temporal debía ser atendida inmediatamente por las autoridades del PCCh para que nadie quede rezagado en recibir los beneficios de las políticas públicas, demandando entonces una coordinación tal que pueda alcanzarse una sociedad modestamente acomodada para el segundo centenario. A la sazón, se trata de promover la prosperidad común “aumentando las rentas urbanas y rurales y mejorando el capital humano”, para elevar la productividad total de los factores y “construir una base sólida de impulso para el desarrollo de alta calidad”, sostuvo el primer mandatario chino el 17 de agosto de 2021. Resaltó que, precisamente, en un mundo que profundiza el abismo entre ricos y pobres haciendo colapsar a la clase media, polariza políticamente a la gente y esa es una lección de la cual China debe aprender para evitarla y salvaguardar así la armonía y estabilidad sociales. El presidente Xi Jinping entonces propuso promover aquella prosperidad común por fases para alcanzar las metas del XIV Plan Quinquenal, y así llegar al 2035 con toda la sociedad accediendo a los servicios públicos básicos al tiempo que se reduce la diferencia entre los ingresos y los consumos reales. Para ello, el presidente mencionó los cuatro principios a los que deben atenerse: “Promover el logro del enriquecimiento mediante laboriosidad e innovación” (Pág. 179), lo que permitirá dejar expeditos los canales para una movilidad ascendente; “Perseverar en nuestro sistema económico básico” (Pág. 179), donde se reafirma el compromiso con las “dos no vacilaciones”; “Hacer todo lo posible dentro de ‘nuestras posibilidades’ (Pág. 180), o sea considerar lo necesario vis a vis lo posible para generar un bienestar sostenible, y finalmente “Perseguir un progreso gradual” (Pág. 180), pues alcanzar la prosperidad común llevará tiempo. La clase media crecerá, y para ello China debe reforzar el “carácter equilibrado, coordinado e inclusivo del desarrollo” (Pág. 181), explica el presidente Xi Jinping. Asimismo, China deberá ampliar el tamaño del grupo social con renta media, promocionar el acceso equitativo a los servicios públicos básicos, fortalecer la reglamentación y regulación de las rentas más altas punto en el que el presidente Xi Jinping aclara que las medidas para erradicar la pobreza no son suficientes, pues deben acumular experiencias sobre cómo lograr la prosperidad. Finalmente, el presidente sostuvo que hay que fomentar la prosperidad común también en el aspecto espiritual reforzando el papel rector de los valores socialistas, y fomentar especialmente la prosperidad en las zonas rurales, que es la región en donde más se debe trabajar. Finalmente, entre junio de 2020 y noviembre de 2021 el presidente se refirió en varias oportunidades a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR en adelante). Se registraron para la historia en en el libro Xi Jinping: La gobernación y administración de China (IV), y allí hay varias referencias del presidente a la terrible situación pandémica que azotó al mundo con el COVID-19, y por eso se refirió a la conveniencia y utilidad de haber desarrollado años atrás la IFR, que diseñó canales de cooperación entre regiones muy alejadas, y cuya estructura fue aprovechada como herramienta para avanzar con esquemas de cooperación global y mitigar los efectos de la pandemia, colaborar con medicinas entre las naciones y permitir a China a ayudar a quienes más los necesitaban. Por eso es que la BRI (una “brillante vía abierta a todos”, en palabras del presidente), y sujetos al principio de codeliberación, coedificación y codisfrute, permitió avanzar con la idea de construir una asociación sanitaria más estrecha. El conjunto de esas asociaciones harán de la IFR un camino hacia el alivio de la pobreza y el crecimiento, reforzó el presidente Xi Jinping, todo coordinado integralmente por los grupos dirigentes, los departamentos pertinentes y los gobiernos territoriales, que promoverán un ambiente favorable en la opinión pública. *Gustavo Alejandro Girado es director de la carrera de posgrado de Especialización en Estudios en China Contemporánea y del Centro de Estudios en Investigación Sino-Latinoamericano, ambos en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), de Argentina. |
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