3 de abril de 2024. Un experto chino explica la tecnología de trasplante de plántulas en un invernadero del Centro de Cooperación en Técnica Agrícola de Surinam.

31 de agosto de 2018. El satélite CBERS-4A en proceso de ensamblaje en el Instituto Nacional de Investigación Espacial, situado en São José dos Campos, estado de Sao Paulo, Brasil. Fotos de Xinhua

LA cooperación entre China y América Latina y el Caribe (ALC) ha logrado avances significativos durante la última década. En 2014, la propuesta del presidente chino, Xi Jinping, de construir una comunidad de futuro compartido China-ALC dio una nueva vida a esta asociación. Desde entonces, la cooperación ha florecido en varios sectores, desde la infraestructura y la tecnología hasta la agricultura y la academia.

Esta colaboración ha dado resultados tangibles. Por ejemplo, la Estación de Espacio Lejano de Argentina apoya las misiones espaciales chinas, mientras que China y Brasil desarrollan conjuntamente satélites de recursos terrestres. La puesta en marcha de un centro de innovación en alimentos sostenibles ejemplifica aún más esta asociación con ALC. Estos esfuerzos no solo impulsan el progreso económico y social en ambas partes, sino que también subrayan cómo la cooperación tecnológica puede desempeñar un papel fundamental en la promoción de los derechos humanos.

Estado actual y ventajas

La experiencia de China en la investigación y desarrollo tecnológico, la aplicación y la promoción de mercados complementa las fortalezas de ALC, particularmente en áreas como la gestión de recursos naturales, la protección de la biodiversidad y la tecnología espacial, con Brasil a la cabeza.

La gran y creciente población de ALC, junto con su economía en expansión, ofrece un mercado sustancial para los productos y servicios tecnológicos chinos. Al mismo tiempo, la creciente demanda de avance tecnológico en los países latinoamericanos y caribeños presenta oportunidades de colaboración entre empresas tecnológicas de ambas partes. Al aprovechar estas ventajas complementarias, China y ALC pueden impulsar un progreso tecnológico que beneficie a las personas de ambos lados.

El Gobierno chino ha otorgado un gran valor a la cooperación científica con los países de ALC al implementar políticas de apoyo para fomentar la colaboración. Las naciones latinoamericanas y caribeñas dan la bienvenida a la inversión y la cooperación con organizaciones y empresas tecnológicas chinas, lo que crea un panorama político favorable para iniciativas bilaterales.

Un excelente ejemplo de esta asociación fue el acuerdo firmado en Beijing el 6 de julio de 1988 entre China y Brasil para desarrollar conjuntamente satélites de recursos terrestres bajo sus respectivas autoridades de la industria aeroespacial, lo que marcó el lanzamiento oficial del Programa de Satélites de Recursos Terrestres China-Brasil (CBERS, por sus siglas en inglés). Esta colaboración ha lanzado con éxito múltiples satélites, incluidos los CBERS-1, CBERS-2 y CBERS-2B, que continúan operando de manera estable en órbita, recopilando grandes cantidades de datos de observación y proporcionando datos gratuitos de imágenes no solo para China y Brasil, sino también para muchos otros países.

Los satélites CBERS han sido invaluables en varios sectores de China, como la agricultura, la silvicultura, la conservación del agua, la topografía, la energía, la geología y minería, la oceanografía, la protección ambiental y la planificación urbana y rural. Brasil también ha hecho un uso extensivo de los datos satelitales para monitorear la selva amazónica y combatir la deforestación. Ambas naciones planean aprovechar estos éxitos y ampliar su colaboración a satélites meteorológicos y de comunicaciones.

Cuando el COVID-19 golpeó en 2020, China fue la primera nación en suministrar vacunas a los países de ALC y proporcionar cientos de millones de dosis a más de 20 naciones de la región, lo que ayudó enormemente en su lucha contra el virus.

Más allá del suministro directo, China también ha participado en asociaciones locales de producción de vacunas. En mayo de 2022, la biofarmacéutica china Sinovac inició la construcción de una nueva fábrica de vacunas en Quilicura, ubicada en la región metropolitana de Santiago, en Chile. En el acto de inauguración de la fábrica, el entonces ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile, Flavio Salazar, afirmó que el proyecto era de importancia estratégica para el desarrollo de la industria manufacturera de vacunas de Chile, la cual no avanzaba desde hace aproximadamente 20 años.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), propuesta por China y cuyo objetivo es mejorar la conectividad a lo largo y más allá de las antiguas vías de la Ruta de la Seda, está ganando impulso en ALC, donde 22 países de la región ahora están comprometidos con la cooperación. Esta asociación viene floreciendo en sectores como la agricultura, el comercio electrónico y la logística. El comercio electrónico de la Ruta de la Seda (Silk Road E-commerce), una plataforma internacional para la cooperación comercial y económica bajo la IFR, ha abierto nuevas vías para las exportaciones agrícolas de ALC a China.

La colaboración en tecnología agrícola también está prosperando. Los equipos agrícolas chinos vienen impulsando la productividad en toda la región. El intercambio de conocimientos agrícolas a través de delegaciones, programas de capacitación e instalaciones conjuntas de investigación está llevando la experiencia china en cultivos, ganadería y acuicultura a las costas latinoamericanas y caribeñas.

El liderazgo global de China en la tecnología de drones y la agricultura digital está revolucionando las prácticas agrícolas en países como Guyana y Nicaragua. El proyecto de un fondo fiduciario para la cooperación Sur-Sur, apoyado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, está digitalizando los sistemas alimentarios y mejorando el comercio electrónico rural.

El establecimiento de rutas marítimas directas entre los puertos de Corinto en Nicaragua y Tianjin en China simboliza el fortalecimiento de los lazos comerciales entre China y ALC. Estos acontecimientos presagian un futuro prometedor para esta asociación estratégica.

Una próxima fase

La colaboración científica entre China y ALC está lista para expandirse. La próxima fase debería centrarse en mejorar la movilidad de los investigadores, atraer más estudiantes latinoamericanos y caribeños de primer nivel a instituciones chinas e invitar a académicos de la región a realizar investigaciones en China. Actualmente, la Academia China de Ciencias solo cuenta entre sus miembros extranjeros con un latinoamericano, el matemático brasileño Jacob Palis. Incrementar esta representación significaría fortalecer los vínculos académicos y debería ser una prioridad en los próximos años.

Mientras tanto, la cooperación tecnológica entre China y ALC se centra actualmente en campos establecidos como las comunicaciones por satélite, la astronomía, la agricultura, la medicina y la energía nuclear. Sin embargo, la participación en tecnologías emergentes de alto potencial sigue siendo limitada. A medida que la gobernanza de la inteligencia artificial (IA) se convierte en un punto focal global y que la Unión Europea y Estados Unidos exploran los marcos regulatorios, China y ALC tienen una oportunidad única de abordar conjuntamente los desafíos legales y políticos relacionados con la IA.

Los intercambios científicos entre China y ALC están impulsados predominantemente por iniciativas intergubernamentales, como el proyecto CBERS y la colaboración agrícola China-México. Para profundizar estas asociaciones, los esfuerzos futuros deben ir más allá de los programas liderados por los Gobiernos y fomentar una mayor participación de la sociedad civil y el sector privado. Esta diversificación será crucial para cultivar una relación científica más sólida y multifacética entre las dos partes.

La implementación de la IA en ALC actualmente está por detrás de los promedios globales, con una tasa de adopción del 37 % en comparación con el 42 % en todo el mundo. Sin embargo, el potencial de la región para el crecimiento de la IA es sustancial, impulsado por una población joven y conocedora de la tecnología. El 65 % de la población no llega a la mediana edad y es receptiva a las innovaciones de la IA. El liderazgo global de ALC en la producción de energía limpia proporciona una base firme para satisfacer las grandes demandas de energía de la IA.

China, a la vanguardia del desarrollo global de la IA, está bien posicionada para apoyar las aspiraciones de ALC en este sector, particularmente en el marco de la Ruta de la Seda Digital, una iniciativa que se introdujo en 2015 como parte de la IFR.

El 11 de diciembre de 2019, durante una entrevista grupal con medios latinoamericanos y españoles, Ren Zhengfei, fundador de la empresa tecnológica china Huawei, le dijo a un periodista mexicano que si la fabricación futura depende de la IA, México brillará tanto como la cultura maya.

El Foro de Cooperación en Tecnología Digital China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), celebrado en Chongqing el 4 de septiembre de 2023, fue un momento crucial en la colaboración digital. A medida que ALC se sube a esta ola digital, aprovechar el liderazgo tecnológico de China será crucial para hacer realidad su potencial de IA y sus objetivos más amplios de transformación digital.

A la vez que las relaciones entre China y ALC se profundizan, la colaboración educativa se vuelve crucial. Si bien las asociaciones educativas actuales van a la zaga de los vínculos económicos, el avance de la cooperación tecnológica y los derechos humanos requiere profesionales capacitados. Dar prioridad a las asociaciones de educación superior, las becas, el reconocimiento de créditos y la tramitación simplificada de visas puede facilitar los intercambios de estudiantes y la formación profesional. Abordar la escasez de mano de obra calificada de las empresas chinas en ALC a través de estas iniciativas cerrará las brechas de talento, mejorará el desarrollo de habilidades y logrará satisfacer las necesidades socioeconómicas de ambas partes.

*Xiao Junyong es profesor de la Facultad de Derecho del Instituto de Tecnología de Beijing.