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El impacto de la infraestructura en la economía
2024-11-05    Fuente: Centro para las Américas    Autor: ENRIQUE CORNEJO RAMÍREZ*

Enrique Cornejo Ramírez. Foto cortesía del autor

5 de agosto de 2024. Constructores chinos y peruanos celebran la exitosa conexión del túnel del proyecto del megapuerto de Chancay. Xinhua

LA infraestructura, la productividad y el capital humano son tres factores fundamentales para lograr un desarrollo económico sostenible y elevar el bienestar de la población.

Estudios científicos demuestran que el impacto de la infraestructura en el PIB y en la calidad de vida es significativo, principalmente si las políticas de infraestructura son sostenidas en el tiempo.

Los países asiáticos han venido implementando proyectos de infraestructura con una inversión cercana al 10 % de su PIB, mientras que en América Latina ese porcentaje varía entre un 2 % y un 5 %.

Se trata de construir nueva infraestructura, mejorar o mantener la infraestructura existente, así como mantener y gestionar los proyectos de infraestructura. Ello implica utilizar variados y modernos sistemas de transporte marítimo, fluvial, terrestre, aéreo, ferroviario, con tecnologías de punta en antiguas y nuevas rutas, y que acorten las distancias, mejoren la seguridad, reduzcan los costos y disminuyan el impacto en el medio ambiente.

Desde un punto de vista sectorial, la infraestructura comprende plantas de agua potable, de saneamiento y de tratamiento de aguas residuales; centrales de generación de energía y sus redes de distribución; carreteras, puentes, puertos, aeropuertos, hidrovías, cabotaje; transporte urbano; infraestructura de riego para agricultura; red dorsal de fibra óptica, televisión digital terrestre, entre otras.

El Terminal Portuario de Chancay

Dos mil años antes de Cristo existía la antigua Ruta de la Seda, que comunicaba Asia y Europa a través de 8000 kilómetros y el mar Mediterráneo. Un intenso intercambio comercial se producía entonces entre China, India, Rusia, la antigua Persia, Grecia, Roma y Egipto.

Durante el siglo XX, el eje geoestratégico se trasladó al océano Atlántico, pero en las primeras décadas del siglo XXI, es claro que el escenario más dinámico en la economía mundial se encuentra en la cuenca del Pacífico, y más aún en el eje Indo-Pacífico.

En este contexto, el presidente chino, Xi Jinping, planteó en 2013 la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que busca desarrollar infraestructura de transporte de bienes, hidrocarburos y de personas entre los cinco continentes, a través de importantes inversiones en megaproyectos como carreteras, vías ferroviarias, puertos y aeropuertos que permitan mejorar la conectividad y la competitividad.

De esta forma, China busca intensificar y darle mayor calidad al intercambio comercial y de servicios logísticos que desarrolla con otros países, utilizando para ello modernas tecnologías y nuevas rutas multimodales. Es el esfuerzo de inversión en infraestructura más importante en más de cuarenta años de apertura de China a Occidente.

Para el presidente chino es muy claro que se debe intensificar los esfuerzos para mejorar la conectividad de transporte. Xi Jinping cita a menudo este dicho: “Primero carreteras, luego prosperidad”.

Es en el contexto de esta política de Estado de China que se explica la importante inversión que está desarrollando ese país en el Terminal Portuario de Chancay, próximo a inaugurarse en noviembre. Esta importante infraestructura se convertirá en el hub regional entre Asia y Sudamérica, y significa –en el desarrollo de todas las etapas planificadas– una inversión de más de 3000 millones de dólares.

El Terminal Portuario de Chancay operará carga de exportación e importación entre China, toda Asia y el Perú y, a través de conexiones por cabotaje, ferrovías y carreteras, con Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Colombia y Venezuela. Se estima que la ruta entre Shanghai y Chancay significará entre diez a doce días de ahorro en el respectivo trayecto marítimo con los consecuentes beneficios en términos de costos y tiempos.

La ruta será directa y permitirá que grandes buques chinos y de otros países asiáticos lleguen directamente al Perú, con su carga de más de 20.000 contenedores estándares, lo que generará todo un impacto directo e indirecto en las economías peruana y sudamericana, que incluirá servicios logísticos, soporte técnico, modos multimodales de transporte y los consiguientes empleos que se necesitarán.

Los grandes barcos que usen esta nueva ruta directa ya no tendrán que hacer transbordo en puertos como Los Ángeles o Long Beach en Estados Unidos, Manzanillo en México, o Balboa en Panamá. Vendrán en ruta directa y sin escalas.

Desde el gigante Brasil ya se evalúan las dos rutas que se pueden emplear para llegar con la mercadería a Chancay. Desde el estado de Amazonas y su capital Manaos, se puede llegar por vía marítima hasta el puerto de Nueva Reforma en Yurimaguas y, desde allí, por carretera hasta el Terminal Portuario de Paita, para luego por cabotaje llegar a Chancay, empleando 33 días para arribar a China (lo que es significativamente menor al tiempo que ahora se emplea para alcanzar ese destino).

De otro lado, desde los estados de Rondonia y Acre, en el noroeste brasileño, se puede transportar la mercadería por carretera hasta el puerto peruano de Ilo, en Moquegua, y desde allí por cabotaje arribar al Terminal Portuario de Chancay. En esta ruta se llegará a Asia en 30 días. Todo ello mientras se estudia la factibilidad de un tren transoceánico entre Brasil y el Perú.

Hub portuario y aeroportuario

La construcción y puesta en operación del Terminal Portuario de Chancay es, sin duda, un punto de inflexión en la estrategia peruana para ubicar al país como un hub regional de cara al eje Indo-Pacífico.

Las primeras consecuencias de esta importante obra de infraestructura para el Perú se están concretando ya. Por ejemplo, los Servicios Industriales de la Marina (SIMA) del Perú han firmado ya un acuerdo de cooperación y transferencia tecnológica con la empresa surcoreana Hyundai para construir y operar un moderno astillero en las instalaciones de aquella institución, el cual permitirá brindar servicios de mantenimiento a los enormes buques que llegarán a las costas peruanas.

Se están acelerando, asimismo, proyectos de infraestructura locales que contribuirán a mejorar la conectividad entre Chancay y otras regiones del Perú. En este sentido, se construirá un tren de cercanías entre Paramonga y el Callao que permitirá un traslado más rápido entre Chancay, el Callao y Lima. De la misma forma, ya se ha concesionado la construcción y gestión del proyecto denominado Anillo Vial Periférico, que se convertirá en una vía de circunvalación para camiones de carga que unirá el Callao con Lurín, al sur de Lima. Se implementará, asimismo, el Tren de Cercanías Norte, que unirá la ciudad de Ica con Lima.

Es importante anotar que, al mismo tiempo que se inaugurará el Terminal Portuario de Chancay, también se pondrá en operación la modernización del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez en el Callao, que incluye una nueva pista, una torre de control y un más amplio terminal, lo que permitirá que una o dos líneas aéreas internacionales –europeas o asiáticas– se instalen en el aeropuerto para utilizarlo como centro de operaciones, uniéndose a LATAM, que ya lo hace.

De esta manera, a muy poca distancia del puerto de Chancay, y junto al puerto del Callao, se tiene una terminal aérea que complementa la oferta multimodal de servicios de infraestructura que ofrece el Perú al mundo.

También se están construyendo ya importantes zonas de almacenamiento y otras operaciones logísticas en terrenos ubicados entre Chancay y el Callao, lo que asegura que habrá una oferta variada de servicios logísticos en la zona.

Finalmente, el Gobierno peruano está implementando una estrategia de apoyo directo al distrito de Chancay, que albergará al nuevo puerto, a fin de que su población pueda ver mejorados sus niveles de vida en términos de educación, salud, y llevar adelante los correspondientes estudios para implementar un plan de desarrollo urbano que permita una positiva relación entre el puerto y la ciudad.

Todas las obras y acciones mencionadas se han dinamizado por la inminencia del inicio de operaciones del Terminal Portuario de Chancay. Sin embargo, las necesidades de infraestructura del Perú son todavía muy grandes. De acuerdo con el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad que ha elaborado el Ministerio de Economía y Finanzas del Perú, la brecha básica de infraestructura en el país es de alrededor de 110.000 millones de dólares, habiéndose priorizado de ese total 52 proyectos por un valor aproximado de 33.000 millones de dólares en transportes, comunicaciones, agricultura, saneamiento y energía.

El Perú tiene que mejorar su ubicación en el área de infraestructura del Índice de Competitividad Global, y ello requerirá de políticas de Estado por los próximos treinta años. De esta forma, no solo pondremos al servicio del mundo un hub Asia-Pacífico (con los puertos de Chancay y Callao y el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez), sino que haremos de todo el Perú el hub de América del Sur, de cara a los océanos Pacífico e Índico, elevando el nivel de vida de los peruanos. 

*Enrique Cornejo Ramírez fue ministro de Transportes y Comunicaciones en Perú y es el actual director de la Unidad de Posgrado de la Facultad de Ciencias Administrativas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

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