Muy recomendado |
Una mirada desde América Latina | |
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8 de septiembre de 2024. Dos invitados argentinos se informan sobre el ambiente de inversión local con una empleada del Diario de Xiamen, en la provincia de Fujian. 9 de mayo de 2024. Un robot ensambla un parabrisas en un automóvil en la fábrica de SAIC-GM-Wuling (SGMW), en la ciudad de Liuzhou, región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi. 15 de septiembre de 2024. La gente baila para celebrar el Festival del Medio Otoño en la comunidad de Guyuanxiang, en el municipio de Urumqi, región autónoma uigur de Xinjiang. Fotos de Xinhua DEL 15 al 18 de julio tuvo lugar la tercera sesión plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), en la cual se aprobó el informe presentado por el secretario general del Comité Central del PCCh, Xi Jinping, titulado “Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China sobre una mayor profundización integral de la reforma en impulso de la modernización china”. Desde el inicio del proceso de reforma y apertura en 1978, estas sesiones plenarias han sido fundamentales para planificar, balancear y corregir cuando fue necesario el camino tomado por China para alcanzar el desarrollo de las fuerzas productivas, lo que mejoró constantemente la calidad de vida del pueblo. A partir de analizar el contexto internacional, y partiendo de los avances logrados por China y los desafíos que enfrenta, el presidente de China y secretario general del Comité Central del PCCh, Xi Jinping, presentó un informe que contiene una serie de orientaciones e iniciativas concretas que van en la dirección de profundizar y garantizar el camino iniciado por la revolución triunfante en 1949 y el proceso de reforma y apertura comenzado en 1978 para garantizar el crecimiento, el bienestar tanto material como espiritual del pueblo y la estabilidad del país. Una modernización nueva En este artículo trataremos de dar nuestra visión sobre el significado político de la serie de directrices, sin dejar de advertir que lo hacemos desde un continente que continúa en disputa con el imperialismo estadounidense, que desde hace 200 años, con la doctrina Monroe, lo considera su “zona de influencia” o “patio trasero”. Y lo hacemos también desde Argentina, un país que está siendo sometido a un proceso de saqueo y caída del nivel de vida de las clases trabajadoras como pocas veces se ha vivido. Hacemos la anterior aclaración porque hay conceptos, como el de “modernización”, que evidentemente tienen un significado diferente si se analizan desde un país que supo aprovechar el beneficio de ciertos recursos para desarrollar las fuerzas productivas teniendo al pueblo como centro. La modernización china y la modernización occidental son diferentes en la esencia del valor, el camino de realización y el objetivo final. El proceso de la sociedad occidental que avanza hacia la modernización está lleno de sangre y lágrimas, cañones y fuego, expansión colonial externa y cruel opresión interna. Es una modernización internamente desigual y externamente injusta, desequilibrada y fracturada. La modernización china beneficia a todos y su objetivo final es lograr una vida mejor para el pueblo y un gran rejuvenecimiento de la nación china. La profundización del sistema de democracia popular de proceso entero que se está llevando adelante en China, entendemos que es una clave en este aspecto. La experiencia histórica de nuestra América, donde las limitaciones concretas que la dominación de clase les impone a nuestros pueblos y a su sistema de representación política, nos demuestra la importancia de trabajar constantemente en la profundización y perfeccionamiento del sistema democrático basado en los intereses del pueblo. Se confirma, además, que la economía de mercado socialista de alto nivel y el desarrollo de alta calidad son una garantía para la modernización de China y que se debe trabajar en impulsar un entorno de mercado más equitativo, en profundizar la reforma estructural por el lado de la oferta y en mejorar los mecanismos de incentivos y restricciones impulsando el desarrollo de alta calidad, a fin de alcanzar una distribución de recursos mucho más equitativa. El impulso con planificación y control de la economía de mercado socialista y el despliegue de las fuerzas productivas basadas en el desarrollo de alta calidad que, entendemos, busca alcanzar un aumento de la productividad en beneficio del conjunto del pueblo, demuestra la diferencia sustancial con el funcionamiento del mercado en nuestras sociedades capitalistas, donde este tiene por objetivo la concentración de la riqueza y la preeminencia del capital financiero globalizado en detrimento del conjunto de nuestros pueblos. Otro tema importante, con implicancias tanto en China como en el escenario internacional, es la confirmación de que la modernización china se basa en una coexistencia armoniosa entre el ser humano y la naturaleza, para lo cual se fomenta el sistema de la civilización ecológica, la rebaja de emisiones de carbono y el uso de energías limpias. Esta es una propuesta que cobra mayor dimensión en nuestro análisis, ya que en nuestra región predominan sistemas de expoliación y saqueo de los recursos naturales basados en el extractivismo, que dejan graves consecuencias para los pueblos y la naturaleza. Para China, la modernización fue y es vista como una oportunidad. Para nuestra América, y especialmente para nuestro país, es el reino del capital financiero. Una gran alternativa Es cierto que la reforma y apertura de China tiene una historia de más de 40 años y ha logrado resultados extraordinarios. Sin embargo, China nunca ha dejado de explorar la reforma y la apertura. En cuanto a la relación entre el entorno internacional y el proceso de modernización china, se destaca la política de apertura como la característica distintiva de esta modernización, para lo cual se sostendrá una política de apertura al exterior, pues se ha afirmado que China debe apoyarse en las ventajas de su amplio mercado y mejorar su capacidad mediante la cooperación internacional. Los debates y orientaciones planteados en la tercera sesión plenaria del XX Comité Central del PCCh demuestran tener un gran interés no solo para China sino también para el mundo y para nuestra región en particular, ya que ofrecen una alternativa al neoliberalismo como única posibilidad instalada por los voceros del sistema capitalista. Muchos de los conceptos y políticas promovidos por China ofrecen otra alternativa para la cooperación Sur-Sur. Entendemos que las posiciones planteadas en dicha tercera sesión abrevan en la mejor tradición del internacionalismo, del marxismo y del interés de los pueblos, por lo cual el éxito que logren China y el PCCh en el avance de estas propuestas tendrá una influencia directa sobre la posibilidad concreta de los pueblos de nuestra región de avanzar en sus procesos de emancipación y soberanía. Impulso de la paz mundial Un eje relevante de dicha tercera sesión plenaria ha sido la estrecha vinculación trazada entre los objetivos internos de China y el contexto internacional, al reafirmarse que la modernización china, su estabilidad social y la profundización de la reforma y apertura van de la mano con la construcción de un desarrollo pacífico. En dicha tercera sesión plenaria, se recalcó que la modernización china es una modernización de desarrollo pacífico, que su política exterior seguirá siendo independiente y de paz, y que se impulsará con firmeza el establecimiento de una comunidad de futuro compartido para la humanidad haciendo efectivas la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa de la Civilización Global. Se debe aplicar con firmeza una política exterior independiente y de paz, impulsar la estructuración de la comunidad de futuro compartido de la humanidad y crear un entorno exterior propicio para una mayor profundización integral de la reforma en impulso de la modernización china. Desde la fundación de la República Popular China, hemos sido testigos de la determinación de China de mantener la paz y de sus contribuciones positivas a la paz mundial. China resuelve disputas y diferencias a través del diálogo y la consulta, y promueve un desarrollo estable y sano de las relaciones internacionales a través de la cooperación. Por lo tanto, el avance continuo del proceso de desarrollo y modernización de China también significa el crecimiento continuo del poder de la paz y el desarrollo globales. En medio de un mundo turbulento, durante la última década hemos sido testigos en América Latina de la eficacia de la iniciativa del presidente Xi Jinping de construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad. Esta iniciativa es vital para la prosperidad y la estabilidad mundiales, aporta beneficios sustanciales a los pueblos de todos los países y está estrechamente relacionada con el proceso de modernización china. La Iniciativa de la Franja y la Ruta representa otra contribución importante, al promover conexiones e intercambios entre los pueblos de varios países. *Marcelo F. Rodríguez es sociólogo y especialista en estudios en China contemporánea por la Universidad Nacional de Lanús, director del Centro de Estudios y Formación Marxista Héctor P. Agosti y miembro del Consejo Argentino de Sinólogos. Rubén Darío Guzzetti es especialista en estudios en China contemporánea por la Universidad Nacional de Lanús, director del Instituto Argentino de Estudios Geopolíticos e integrante del Centro de Estudios y Formación Marxista Héctor P. Agosti. |
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