Muy recomendado |
La realidad que encontré | |
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Michiaki Tsuboi, el autor del artículo, se toma una foto ante el tren T9526 de Urumqi a Kashgar. Foto cortesía del autor Arriba: La imagen muestra cómo la gente realizaba plantaciones en el poblado de Kekeya, en la prefectura de Aksu, Xinjiang, en 2006. Abajo: Un bosque en el mismo poblado de Kekeya el 30 de agosto de 2023. Xinhua 7 de septiembre de 2023. Una artista ofrece un baile en una casa turística en la antigua ciudad de Kashgar. Xinhua La Oficina de Información del Consejo de Estado publicó el 23 de enero un libro blanco titulado Marco jurídico y medidas antiterroristas de China, en el que se dio a conocer el camino que ha tomado China hacia un Estado de derecho en materia antiterrorista, en consonancia con su propia realidad nacional. En los últimos años, ciertos medios internacionales han difundido información falsa a gran escala y llevado a cabo una campaña de difamación en contra de las medidas para combatir el terrorismo y la delincuencia adoptadas por el Gobierno chino en Xinjiang. Sin embargo, hay ciudadanos extranjeros deseosos de conocer la realidad de Xinjiang en persona. En septiembre del año pasado, el Consulado General de China en Osaka, Japón, organizó la segunda vista para civiles japoneses a Xinjiang. Los 17 participantes del viaje, provenientes de todo Japón, se inscribieron de forma voluntaria y corrieron con todos los gastos. Durante los nueve días y ocho noches que estuvieron en Xinjiang, visitaron Urumqi, Turpan, Kuqa, Aksu y Kashgar, lugares que los dejaron gratamente sorprendidos. Tras su regreso a Japón, Michiaki Tsuboi, quien participó en el viaje y es miembro de la Asociación de Amistad Japón-China de la prefectura de Osaka, escribió un largo texto sobre la realidad con la cual se encontró en Xinjiang y los logros en su modernización que pudo presenciar. Según cuenta, tras visitar la región, pudo comprobar algunas de las falacias difundidas por ciertos medios japoneses. A continuación, el presente artículo recopila algunos fragmentos de sus comentarios. Conocer la realidad Me da tristeza que muchos de los reportajes de los medios japoneses sobre Xinjiang sean tan parciales y que hayan perdido la objetividad que debieran tener. Tuve el honor de conocer Xinjiang como miembro de la segunda delegación de Japón que visitó esta región autónoma. La primera delegación llegó a Xinjiang en junio de 2023. Cuando vi la alegría en las caras de los participantes de la primera delegación al regresar, me dieron muchas ganas de sumarme al viaje. Por eso, me causó una gran emoción recibir una invitación del Consulado General de China en Osaka. Espero que este artículo pueda ayudar al pueblo japonés a conocer la realidad de Xinjiang. Xinjiang es una vasta región con bellos paisajes naturales que varían según la estación del año, y que ha atraído a un creciente número de visitantes tanto de otras partes de China como del extranjero. Durante el viaje a Xinjiang, tuve la oportunidad de visitar cultivos de algodón y fábricas textiles, donde pude ver el desarrollo que ha habido gracias a la lucha contra la pobreza liderada por el presidente Xi Jinping. Las zonas rurales, donde anteriormente existía una gran brecha entre ricos y pobres, ahora están equipadas con aparatos de alta tecnología, los cuales han permitido a la gente gestionar y desarrollar eficazmente zonas de difícil acceso. En consecuencia, se ha logrado hacer nuevas inversiones que han permitido obtener ingresos extra y comprar vehículos para facilitar el desplazamiento. Asimismo, la región ha buscado atraer a más turistas mediante sus industrias tradicionales, su gastronomía, su cultura y sus paisajes. Por otro lado, fui testigo de la construcción de un gran número de carreteras de alto nivel y de los grandes avances en infraestructura de Xinjiang. Mi tesis de pregrado se tituló “Investigación sobre el futuro plan urbano de la ciudad de Beijing desde la perspectiva de la economía cultural urbana”. Durante la investigación, me hice amigo de una pekinesa, a la que visité en varias ocasiones en la capital china después de graduarme. Según mi propia experiencia, la región de Xinjiang de hoy en día se asemeja mucho a la Beijing de aquella época, justo cuando el crecimiento económico comenzaba a despegar. En el viaje a Xinjiang, tuvimos la suerte de tomar el tren T9526 de Urumqi a Kashgar, gracias al cual pasamos por el norte del desierto de Taklamakán. Cuando me asomé por la ventanilla del vagón, vi que se estaba construyendo una autopista de alto nivel, conformada por una carretera asfaltada de seis carriles, ferrocarriles de alta velocidad, plantaciones de árboles, equipos para generar energía eólica, etc. Además, se estaban levantando zonas residenciales en torno a las diferentes estaciones a lo largo de la ruta. En lugar de casas con paredes de barro y techos de hojalata, había edificios de más de 25 pisos, y se espera que la región experimente un desarrollo incluso mayor en los años siguientes. Una Xinjiang distinta Para alguien como yo, oriundo de la región de Kansai, Kashgar se parece un poco a la ciudad japonesa de Sakai o a la de Yao, donde hay una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas manufactureras. En Kashgar no solo hay zonas donde se exhiben y se venden artesanías hechas de cobre, sino también muchas tiendas de productos agrícolas. En los alrededores de las mezquitas, se celebran diversas actividades religiosas, mientras que en la antigua ciudad de Kashgar, artistas con vestimentas tradicionales ofrecen espectáculos todas las mañanas, los cuales atraen a un número sorprendente de turistas. La gran vitalidad de Kashgar me dejó una profunda impresión. Sin embargo, Kashgar solía ser una ciudad muy pobre, donde la gente residía en viviendas precarias que estaban a merced de derrumbes o inundaciones, producto de las lluvias. Gracias a diversos proyectos de modernización en las zonas fronterizas de China impulsados por el presidente Xi Jinping, se llevó cabo un plan de mejoramiento de zonas residenciales. Así, a medida que se ha ido avanzando en la construcción de la ciudad, han ido llegando más turistas nacionales e internacionales, que han contribuido enormemente a la economía local. En lo que respecta al transporte urbano, Kashgar cuenta con un sistema de autobuses de tránsito rápido, que se mueven por carriles exclusivos en horarios específicos para garantizar un mejor flujo. Además, hay autobuses eléctricos y articulados que circulan por las calles. El desarrollo que ha experimentado el transporte público no solo se debe al apoyo del Gobierno central, sino también a las inversiones directas de otros municipios y provincias como Shanghai, Shenzhen, Shandong, entre otros, lo cual no es muy común en Japón. Al caer la noche, se puede ver a personas de diferentes etnias alzando sus copas y conversando en chino mandarín en los muchos restaurantes de las calles comerciales, donde hay delicias uigures y cerveza local. Presenciar estas animadas escenas me permitió comprobar que la “opresión racial” y el “uso forzado del chino mandarín” de los que informan los medios japoneses no son reales. Al regresar al hotel, vi muchos coches de alta gama, de fabricación europea y japonesa, estacionados por los alrededores. En tanto, había personas disfrutando de la gastronomía, mientras otras bailaban al ritmo de la música. La vida nocturna de Kashgar es igual de animada que durante el día, lo cual me hace esperar con ansia el desarrollo de esta ciudad en el futuro. Lamentablemente, todavía no existen vuelos directos entre Kashgar y Japón. Tengo muchas ganas de contribuir al intercambio entre ambas partes, por lo que planeo elaborar una propuesta de rutas aéreas para un colega encargado de la planificación de itinerarios en la antigua empresa donde yo trabajaba. Durante el viaje, también visitamos la Escuela Primaria N.o 11 de Kashgar, donde vimos a unos niños jugar al fútbol y baloncesto en la clase de educación física, mientras en las aulas se dictaban clases de música, matemáticas, inglés, entre otras asignaturas. Los estudiantes se comunicaban entre sí en chino mandarín, y en las clases de inglés, los profesores explicaban parte de la materia tanto en chino mandarín como en uigur para facilitar la comprensión, lo que desmentía los reportajes de medios japoneses sobre la prohibición del uso del uigur. Además, dentro de la escuela hay muchos lemas e indicaciones en ambos idiomas. La Iniciativa de la Franja y la Ruta En noviembre de 2023, el Consejo de Estado de China promulgó un plan general para el establecimiento de la zona piloto de libre comercio (ZPLC) de Xinjiang, en el que se menciona la reducción voluntaria de las emisiones de carbono por parte de las empresas en la ZPLC y el apoyo a la construcción de un parque ecológico con bajas emisiones de carbono. Estas acciones evidencian la buena disposición que ha tenido el Gobierno de China y su compromiso con los asuntos que preocupan a la comunidad internacional. Al estar ubicada en el oeste de China, Xinjiang puede conectarse fácilmente con Europa por vías terrestres, por lo que desempeña un papel clave en la construcción conjunta de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Debido a estas ventajas geográficas, Xinjiang planea incluir a Kashgar en la construcción de la ZPLC, con la ciudad de Urumqi como eje central, así como aumentar la capacidad de sus aeropuertos internacionales, construir patios de carga con servicios ferroviarios cercanos, entre otras medidas. Desde mi punto de vista, todo esto puede servir como referencia para el propio desarrollo de Japón. Ya que China y Japón no comparten una frontera terrestre, la mayoría de los japoneses no están demasiado interesados en la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Sin embargo, si Japón decidiera participar en esta iniciativa, se podrían evitar los riesgos e inconvenientes del transporte marítimo y transportar nuestras mercancías con más celeridad a Europa por vías ferroviarias que bajarían notablemente los costos. *Michiaki Tsuboi, nacido en 1975, es miembro de la Asociación de Amistad Japón-China de la prefectura de Osaka. Se empezó a interesar por China en su época universitaria y, más tarde, comenzó a aprender chino por su propia cuenta. Lleva años trabajando en el sector del transporte, donde se encarga de proporcionar sugerencias e ideas para la elaboración de políticas sobre transporte urbano. |
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