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Educación para todos | |
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26 de febrero de 2024. Al término de sus vacaciones de invierno, un grupo de estudiantes de educación secundaria del distrito de Yecheng, en Xinjiang, hacen la cola para abordar el bus y regresar a la escuela. 7 de noviembre de 2023. Una profesora de la Asociación de Alfarería Cuco Rojo imparte una clase de cerámica en una escuela secundaria del distrito de Akto, en Xinjiang. Fotos de Xinhua Mi experiencia personal puede servir como reflejo de la situación educativa en la región autónoma uigur de Xinjiang. Nací en una familia común y corriente en una prefectura del sur de Xinjiang. Mi padre era empleado de un banco y mi madre, ama de casa dedicada al cuidado de sus siete hijos. En 1996, cuando mi padre falleció, yo apenas estaba en sexto grado y mi hermano menor, en tercero. A pesar de esta difícil situación, los siete hermanos de nuestra familia recibieron una educación a tiempo completo. El país implementó una variedad de mecanismos de apoyo financiero, incluidos la remisión de matrículas, los préstamos estudiantiles, las becas y los programas de estudio y trabajo, a fin de ayudar a los estudiantes que enfrentan desafíos financieros, como era mi caso, a culminar con éxito nuestra educación. Estas medidas fueron diseñadas para aliviar la carga financiera y brindar igualdad de acceso a oportunidades educativas. En 2005, tras aprobar el examen de ingreso a la universidad, conseguí una plaza en la Universidad Fudan, con sede en Shanghai y que es una de las principales instituciones de China. Recibí una ayuda financiera de 10.000 yuanes (1390 dólares al cambio actual), lo que superó significativamente la matrícula de la universidad de 6000 yuanes (834 dólares) ese año. Mi viaje académico continuó en la Universidad Tsinghua, con sede en Beijing, donde fui aceptado para mis estudios de maestría y doctorado bajo el Programa de Cultivo para Personal de Alto Nivel de Minorías Étnicas. Tuve la suerte de recibir varias becas y subvenciones de Tsinghua por un total de más de 150.000 yuanes (21.000 dólares), lo que reconoció y facilitó aún más mi investigación y mi progreso académico. Entre los siete hijos de mi familia, tres obtuvieron con éxito una licenciatura o un título superior, mientras que cuatro consiguieron su diploma de escuela secundaria. Mi historia es una de muchas que ilustran el impacto más amplio de las políticas nacionales que favorecen la educación de las minorías étnicas. Admisión generalizada El Gobierno chino ha priorizado significativamente el avance educativo, en particular para las minorías étnicas. En 1949, Xinjiang se enfrentaba a una tasa de analfabetismo superior al 90 %, pero en 2022, esta cifra se había reducido notablemente al 2,66 %, ligeramente inferior al promedio nacional. En 1949, la infraestructura educativa de Xinjiang era mínima, con solo una universidad, nueve escuelas intermedias y 1355 escuelas primarias, lo que daba como resultado una escasa tasa de inscripción del 19,8 % entre los niños en edad escolar. En 2020, todos los pueblos contaban con guarderías. La región había expandido los servicios educativos hasta incluir 3641 escuelas primarias, 1211 escuelas intermedias regulares, 147 instituciones secundarias vocacionales y 62 universidades e instituciones de educación superior. Las estadísticas reflejan una espectacular mejora en la participación educativa: la matrícula preescolar supera el 98 %, las tasas de matrícula en la escuela primaria superan el 99,9 % y hay una tasa de retención superior al 95 % en la educación obligatoria de nueve años. En 2020, la matrícula escolar en Xinjiang había llegado casi a 6,5 millones de estudiantes, y las minorías étnicas representaban el 74,57 %, con 4,85 millones. Sorprendentemente, para ese año, 16.536 de cada 100.000 residentes habían recibido educación universitaria. En general, la región había producido 2,12 millones de graduados universitarios, 767.000 de los cuales pertenecían a minorías étnicas, el 36,3 % de todos los graduados. Desde el año 2000, en una medida para impulsar el desarrollo académico de todos los grupos étnicos, China ha facilitado clases especiales de secundaria para estudiantes de Xinjiang en varias de las ciudades económicamente más avanzadas del país. Para 2021, esta iniciativa se había expandido a 93 escuelas secundarias en 45 ciudades de 14 provincias, acogiendo a más de 130.000 estudiantes, muchos de los cuales pertenecen a minorías étnicas de las remotas comunidades rurales de Xinjiang. Este compromiso con la diversidad y la inclusión en la educación ha dado lugar a que se dé prioridad a la educación de los estudiantes de minorías étnicas en todos los niveles, desde las zonas rurales remotas hasta los campus universitarios. En 2011, China inició programas de educación vocacional adaptados a Xinjiang, en los que participaron 33 distinguidas escuelas vocacionales en nueve provincias y ciudades económicamente avanzadas, hasta admitir anualmente a 3300 estudiantes de secundaria de Xinjiang, con un número significativo de minorías étnicas en el sur de la región. Además, desde 2006, el Programa de Formación de Personal de Alto Nivel de Minorías Étnicas ha permitido la admisión de estudiantes de posgrado de zonas de minorías étnicas en universidades de regiones más desarrolladas. Hasta 2021, este programa había apoyado a 57.000 estudiantes de posgrado, 8000 de ellos de Xinjiang, lo que contribuyó a un aumento constante de graduados de minorías étnicas en esta región. Soy beneficiario de esta iniciativa, ya que realicé mis estudios de posgrado en la Universidad Tsinghua. Los esfuerzos en Xinjiang para desarrollar una fuerza laboral de minorías étnicas de alto nivel se han visto reforzados por programas como el de Cultivo Especial de la Columna Vertebral Científica y Tecnológica de las Minorías Étnicas en Xinjiang, junto con otras estrategias educativas. El número de posgraduados del grupo étnico uigur aumentó de 962 en 2000 a 11.432 en 2020, un incremento casi doce veces mayor, incluidos 988 graduados de maestría y 1533 de doctorado. Diversidad asegurada En mi actual función académica como profesor, tengo el placer de enseñar a un grupo diverso de estudiantes de posgrado y pregrado, incluidos aquellos de grupos étnicos minoritarios en Xinjiang. Muchos de los estudiantes que superviso son uigures, kazajos, entre otras minorías étnicas. Es evidente que instituciones como la Universidad de Xinjiang dan prioridad a la admisión y formación de estudiantes de minorías étnicas en todos los niveles académicos, lo que refleja un compromiso con la inclusión educativa y el apoyo a los grupos étnicos minoritarios. China ha estado promoviendo oportunidades educativas para las minorías étnicas, particularmente en Xinjiang, donde la población uigur constituye una mayoría sustancial en las prefecturas del sur. En estas áreas, los estudiantes se benefician de un programa educativo gratuito de 15 años, que abarca desde la educación preescolar hasta la escuela secundaria, lo que garantiza que todos los niños tengan acceso a la educación. En aras de promover la diversidad y la preservación lingüística, las escuelas de Xinjiang ofrecen cursos en uigur, kazajo, kirguís, mongol y xibe, además de mandarín. Este plan de estudios bilingüe salvaguarda los derechos de las minorías étnicas a aprender y utilizar sus propios dialectos. Xinjiang Education Press apoya estos esfuerzos al desarrollar y distribuir materiales educativos en estos idiomas, como libros de texto y materiales de lectura complementarios para estudiantes de primaria y secundaria. En 2023, la financiación educativa en Xinjiang se disparó a 103.900 millones de yuanes (14.450 millones de dólares) y se dio prioridad a iniciativas como la educación preescolar gratuita en las regiones rurales, la construcción de aulas preescolares rurales y la mejora de los programas nutricionales y de la infraestructura de seguridad escolar. En resumen, el derecho a la educación de las minorías étnicas en Xinjiang ya está garantizado y el nivel educativo mejora continuamente. La mayoría de las minorías étnicas han cambiado su destino gracias a la educación, lo que las está guiando a llevar una vida más feliz. *Tuersun Aibai es profesor asociado de la Escuela de Periodismo y Comunicación de la Universidad de Xinjiang. |
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