9 de julio de 2019. Una central fotovoltaica construida con la asistencia de la ciudad de Shenzhen, en el distrito autónomo tayiko de Tashkurgan, en Xinjiang.

7 de septiembre de 2023. Cheng Yingchao, profesor proveniente de la provincia de Shandong, imparte conocimientos de robótica a los estudiantes de la Escuela Secundaria N.º 2 de Kashgar. Fotos de Xinhua

En la actualidad, la región autónoma uigur de Xinjiang goza de una renovada vitalidad gracias a una serie de importantes proyectos que se están llevando a cabo. Bajo una nueva disposición de trabajo, 19 provincias y ciudades, como Guangdong, Jiangsu y Shenzhen, han asumido la tarea de asistir a Xinjiang. En este contexto, se ha establecido un mecanismo efectivo de ayuda integral en términos de talento, tecnología, gestión y financiamiento, con el objetivo de ayudar a satisfacer necesidades básicas como educación, empleo y vivienda para las personas de todas las etnias y apoyar el desarrollo de las industrias con características y ventajas únicas en Xinjiang.

Nuevos talentos humanos

A las ocho de la mañana, Hani Kyzy Abulimiti, de 18 años, parte en tren desde la región de Aksu hacia Urumqi, la capital de Xinjiang, para luego hacer un transbordo rumbo a la ciudad de Bole, en la prefectura autónoma mongola de Bortala. El trayecto demora un día y una noche.

Tras este largo periplo, Hani Kyzy Abulimiti finalmente llega a la escuela donde estudia, el Colegio Politécnico de Bortala. Esta es la única institución de educación superior regular con jornada completa en Bole, la cual cuenta con 10 colegios que ofrecen clases en áreas como educación, transporte, electromecánica y comercio. La mayor parte de los maestros de la institución provienen de la ciudad de Hubei, a más de mil kilómetros de distancia.

Al entrar en el estudio de transmisión en vivo del colegio de negocios, una cámara, algunas luces de estudio y una mesa repleta de productos típicos de Xinjiang llaman la atención de Hani Kyzy Abulimiti, quien simula con sus compañeros una transmisión en vivo de venta de productos. “Estoy estudiando comercio electrónico y después de graduarme, quiero hacer transmisiones en vivo para poder vender”, señala.

El colegio, que cuenta con el apoyo del Politécnico de Wuhan y el Instituto Politécnico de Huanggang, posee siete salas de entrenamiento y mantiene relaciones de cooperación con empresas como JD.com y JD Logistics. De acuerdo con Ju Shouyong, vicerrector del colegio, desde 2005, la provincia de Hubei ha enviado a esta escuela un total de 335 maestros de más de 50 universidades y colegios de educación superior vocacional. Actualmente, hay 15.010 estudiantes y 639 profesores y empleados docentes en la escuela, 21 de los cuales han llegado desde Hubei para prestar sus servicios en Xinjiang.

“Esta es la cuarta vez que presto asistencia en Xinjiang, por lo que la considero como mi segundo hogar”, dice Zhang Yao, un profesor del Instituto Politécnico de Huanggang. En la primera mitad de 2015, la escuela comenzó a ofrecer la especialidad de comercio electrónico turístico y Zhang Yao, como profesor especializado, empezó a dictar tres asignaturas en un semestre, por lo que asumió una importante tarea docente. Desde entonces, ha regresado en tres periodos más a la escuela, específicamente en 2017, 2021 y 2023.

La presencia de Jiang Guo Guo

A pocos días para el Año Nuevo chino, el taller de embalaje y envío del departamento de logística de la empresa de tecnología agrícola Jiang Guo Guo bulle de actividad. “Embalamos alrededor de 7000 cajas al día en promedio, pero la cifra aumenta en estas fechas. Durante los días festivos, enviamos más de 10.000 cajas al día”, explica Liu Zhiying, gerente general de Jiang Guo Guo.

Establecida en 2015, Jiang Guo Guo es una empresa local de Xinjiang que ofrece productos como frutos secos, snacks, bebidas saludables, frutas de temporada, entre otros. La firma no solo provee de productos al mercado doméstico, sino que a partir de 2023, empezó a exportar a otros países, entre ellos Bélgica y Pakistán. En 2020, facturó más de 100 millones de yuanes (13,83 millones de dólares) por primera vez, y alcanzó los 280 millones de yuanes (38,73 millones de dólares) en 2022.

Detrás de la empresa Jiang Guo Guo hay una hermosa historia de ayuda mutua. En marzo de 2015, Chen Wenjun, el presidente de la compañía, llegó a la ciudad de Kashgar como empleado del Grupo de Construcción de Guangdong, en una misión de ayuda a Xinjiang. “Cuando llegué a Kashgar, descubrí que la gente aquí era muy honesta y amable, y nos brindó mucha ayuda”, recuerda Chen. Un episodio en particular sigue grabado en su memoria. En la noche del 30 de junio de 2015, el automóvil de Chen sufrió un desperfecto y dos jóvenes uigures le ayudaron a remolcarlo durante casi 7 horas, sin pedir ni un solo centavo a cambio. “Amigo, si tuviésemos algún problema, seguramente tú también nos ayudarías”, le dijeron.

Fue tal el impacto que este gesto tuvo para Chen Wenjun, que generó un vuelco en su vida. “En principio, planeaba trabajar en Kashgar uno o dos años y luego regresar, pero esta historia me conmovió profundamente, por lo que decidí quedarme para ayudar a la gente local a vender sus frutas”. Haciendo honor a su palabra, en noviembre de ese mismo año, Chen Wenjun fundó la empresa Jiang Guo Guo.

Desde su establecimiento hace ocho años, Jiang Guo Guo ha ayudado a potenciar la venta de frutos secos procedentes de 300 hectáreas de cultivos. La empresa ha impulsado la venta de 105.000 toneladas de productos agrícolas, lo cual ha beneficiado directamente a 50.000 agricultores con ingresos adicionales. Asimismo, Jiang Guo Guo ha organizado más de 800 capacitaciones, en las cuales han participado más de 50.000 personas, y ha firmado acuerdos de cooperación con 76 cooperativas, lo que ha proporcionado empleo a casi 3500 personas. Además, 146 agricultores se han convertido en accionistas de la empresa, por lo que reciben un total de 1,4 millones de yuanes (193.646 dólares) en dividendos acumulados.

Hoy en día, Jiang Guo Guo cuenta con 405 empleados, de los cuales 360 pertenecen a minorías étnicas, como los uigures, quienes representan el 90 % del total. Abdurehim Kamil, del departamento de almacenamiento y logística, proviene del poblado de Upal en Kashgar y se ha dedicado a la agricultura desde que se graduó de la escuela secundaria. Su familia posee un terreno de 0,6 hectáreas, pero debido a ciertas condiciones naturales, solo generaba entre 10.000 y 20.000 yuanes (1383 y 2766 dólares) al año. Hace cuatro años y medio, Abdurehim Kamil se unió a Jiang Guo Guo. Gracias a su diligencia y destacado desempeño, se convirtió en accionista de la empresa al año siguiente. Tres años después, se convirtió en líder de uno de los equipos, con 18 personas bajo su cargo. En la actualidad, tiene un ingreso mensual estable de al menos entre 4000 y 5000 yuanes (553 y 691 dólares).

“Antes vivíamos en la aldea, pero ahora he comprado una casa y un coche en Kashgar, y mi hija estudia allí, por lo que nuestra vida ha ido mejorando día a día”, manifiesta Abdurehim Kamil en relación a cómo Jiang Guo Guo le ha cambiado la vida.

Energía fotovoltaica

A las 6 de la tarde, en la meseta de Pamir a más de 3300 metros de altitud, 77.760 paneles fotovoltaicos captan los rayos de la luz solar. Aquí se ubica la estación fotovoltaica de Shenzhen Shenneng Futa, la primera estación de energía solar para la erradicación de la pobreza en toda la región autónoma uigur de Xinjiang.

La planta ocupa una superficie de 43 hectáreas y se encuentra en el distrito autónomo tayiko de Taxkorgan, en Kashgar. El distrito de Taxkorgan tiene una altitud promedio de más de 4000 metros, por lo que es conocido como el “distrito más cercano al sol de Xinjiang”. Taxkorgan cuenta con abundantes recursos de luz solar, alta transparencia del aire y un total de 4434,7 horas de luz solar al año. Debido a su ubicación geográfica única, en junio de 2017, una delegación del Partido Comunista de China y del gobierno de la ciudad de Shenzhen visitó dicho distrito, donde decidió levantar una estación de energía solar. La construcción fue financiada conjuntamente por el gobierno popular del distrito de Futian en Shenzhen y la empresa de energía de Shenzhen, mientras que los ingresos que se han generado por la producción de energía, han sido utilizados para programas de ayuda en la zona.

Según Yan Yuzhi, ingeniero de seguridad de la planta, el proceso de construcción de la obra estuvo lleno de desafíos. La elevada altitud resulta en una escasez de oxígeno y el invierno en el distrito de Taxkorgan es sumamente largo. “En las áreas llanas se puede trabajar alrededor de 10 meses al año, pero aquí solo por 5 o 6 meses”, explica. A pesar de las duras condiciones, la planta fue terminada exitosamente. 

*Wang Ran es periodista de China.org.cn.