Estimados amigos de China Hoy:

Les escribo desde la hermosa ciudad de Puebla de los Ángeles, ubicada en el centro de México. Es para mí muy grato encontrarme con su tan interesante revista.

Leí el pasado número de abril y no dejo de maravillarme con el constante progreso del pueblo chino, gracias al liderazgo del Partido Comunista de China, por el camino del desarrollo y la paz. También celebro que hayan concluido con éxito las Dos Sesiones. Si algo tenemos que aprender los mexicanos de China, es la excelente organización que los ha llevado hasta donde están ahora. En unas cuantas décadas, han avanzado siglos.

Los productos chinos compiten de igual a igual con los de las grandes potencias. Sin ir más lejos, los vehículos de nueva energía de fabricación china ya se venden en todo el mundo, incluido México.

Hace poco solicité una prueba de manejo del vehículo Dolphin, de la marca BYD. ¡Qué maravilla! Así es como se impulsa, primero, el consumo interno, pues los chinos pueden comprar con total confianza autos de fabricación nacional, y, en segundo lugar, exportar productos de calidad a otros países.

No dejo de reconocer la valía de lo que hace China en beneficio de su pueblo y de otras naciones, pues su lema de crear una comunidad de futuro compartido se ha materializado en acciones concretas a vista de todos.

Atentamente,

Rosalío Jiménez

México

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