A pocas semanas de que el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre China y Ecuador entre en vigencia, entrevistamos a Francisco Rivadeneira, exministro de Comercio Exterior de Ecuador entre 2013 y 2015, sobre las perspectivas y oportunidades que se vislumbran con este acuerdo comercial. 

China Hoy (CH): La entrada en vigencia del TLC entre China y Ecuador es quizá uno de los hitos más importantes en materia comercial de los últimos tiempos. ¿Qué oportunidades cree que ello puede brindar? 

Francisco Rivadeneira (FR): Definitivamente es un hito importante tomando en consideración que China es probablemente uno de los tres mercados con mayor crecimiento en cuanto a consumo, por el tamaño de su demanda. Para Ecuador es una oportunidad muy buena, en el sentido de que ayuda, entre otras cosas, a desconcentrar las exportaciones de los mercados tradicionales. Esto ayuda a la diversificación de las exportaciones ecuatorianas, a la diversificación geográfica. Adicionalmente, va a permitir que productos que ya son exitosos en el mercado chino aumenten sus exportaciones, como el caso del camarón y del banano, pero también otros productos como el café y el cacao, y que entren nuevos productos que tienen un altísimo potencial, como la pitahaya roja o morada, pero también la variedad ecuatoriana que es amarilla y extraordinariamente buena, el aguacate, la quinua, los frutos rojos, particularmente los arándanos, y productos procesados de la agroindustria. También esperamos que Ecuador pueda volverse un proveedor importante de productos lácteos y cárnicos, entre otros, al mercado de China. La expectativa es que también aumenten las importaciones hacia Ecuador, pero particularmente de aquello que el sector productivo nacional requiere para aumentar su competitividad y productividad, como son materias primas e insumos que no se producen en Ecuador, como maquinaria industrial, tecnología, entre otras cosas.   

CH: China tiene un potencial mercado de más de 1400 millones de consumidores, con una clase media con un creciente poder adquisitivo en alza. ¿Cómo se ha planteado Ecuador seguir penetrando este mercado y, en especial, las zonas del interior del país? 

FR: Definitivamente el potencial que tiene China parte del tamaño de su población. En las últimas décadas, ha ido aumentando el tamaño de su clase media, pero también el número de millonarios y billonarios. Estos segmentos están ávidos de comprar y consumir productos de alta calidad con un nivel de diferenciación, y Ecuador puede proveer esos productos porque esa ha sido su estrategia en los mercados internacionales. Nosotros no producimos banano, producimos el mejor banano del mundo y bananos particulares como banano orgánico, donde dominamos ciertos mercados, como el estadounidense. Tenemos el mejor camarón del mundo, tenemos los mejores atunes del mundo, entre otros productos de la pesca, tenemos el mejor cacao del mundo sin duda alguna, uno de los mejores cafés, uno de los mejores mangos, las mejores flores del mundo, etcétera. En consecuencia, creo que el mercado chino estará ávido de consumir nuestros productos y comprar en mayor cantidad. En lo que se refiere a la estrategia de penetración al mercado chino, aún hay mucho trabajo de promoción en las grandes ciudades, que están sobre todo en la zona costera, como Shanghai y Guangzhou, antes de pensar en entrar en el interior. Creo que eso debe hacerse, pero en un segundo plano. Creo que aún hay espacio suficiente para crecer en zonas más desarrolladas, en las ciudades más grandes, que están sobre todo en las zonas costeras.  

CH: El TLC contempla miles de productos que estarán sujetos a diferentes desgravámenes arancelarios en distintos plazos de tiempo. En ese sentido, se podría decir que el acuerdo ha sido elaborado meticulosamente tanto para impulsar la economía y el intercambio entre ambos países, así como para proteger la industria local. ¿Qué balance hace al respecto? 

FR: Creo que el acuerdo ha sido muy bien negociado y China ha tenido una apertura hacia Ecuador al permitirle defender aquellos sectores e industrias que considera los más sensibles. Por eso, existe una lista de más de ochocientas subpartidas de excepción, lo que es extremadamente beneficioso y poco común en un acuerdo comercial de este tipo. Están fuera del proceso de desgravación la mayoría de los productos de aquellos sectores que Ecuador considera sensibles, como el sector de las manufacturas, las confecciones y textiles, la metalmecánica, el ensamblaje de automóviles, el cuero y calzado, entre otros. Entonces, creo que el acuerdo está muy bien negociado, ya que potencia al máximo aquello que es complementario para las dos partes y protege aquello donde puede haber sensibilidades y competencia. 

Adicionalmente, tenemos canastas [de productos] que son muy extensas. Hay productos cuyo proceso de desgravación será en un plazo de 10 a más de 20 años. El TLC cuenta con una serie de mecanismos propios dentro y fuera del acuerdo, como el caso del mecanismo de salvaguardia previsto en el acuerdo, la posibilidad de acudir a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para utilizar los mecanismos previstos de la OMC para este propósito, las propias salvaguardias previstas en la OMC, las medidas antidumping, las medidas compensatorias cuando hay temas de subsidios a los productos que son exportados, o simple y llanamente llevar a uno de los dos países, si llegase a ser necesario, al mecanismo de solución de controversias de diferencias de la OMC. 

CH: Además de los canales institucionales y gubernamentales, y la participación en diversas ferias comerciales, ¿qué estrategia o maneras pretende emplear Ecuador, tanto desde el sector público como privado, para seguir aumentando su oferta exportable a China? 

FR: Un elemento que es transcendental es tener una mayor presencia en el mercado chino, un mayor conocimiento de la realidad, las necesidades de sus consumidores, y las necesidades específicas en sus diferentes regiones y ciudades, por lo que es importante sostener, mantener, fortalecer e incrementar las oficinas comerciales que Ecuador tiene en China. En la época en que fui viceministro y ministro, teníamos tres oficinas comerciales: una en Beijing, otra en Shanghai y otra en Guangzhou. Una de ellas ya no está, lo que es lamentable. Yo considero que es importante volver a abrir esa oficina y ver la posibilidad, inclusive, de tener oficinas en otros lados estratégicos, como en Hong Kong y Macao. Adicionalmente a eso, por el tema cultural y del idioma, es muy importante identificar en China empresas privadas que nos puedan ayudar a entender mejor la manera de hacer negocios y dónde están las oportunidades, y trabajar con esas empresas para ampliar las exportaciones actuales y potenciarlas. 

CH: El TLC supondrá el ingreso de una serie de productos chinos de alta gama como vehículos, celulares y cámaras digitales, los cuales han revolucionado al mundo desde un punto de vista tecnológico. ¿De qué manera cree que dichos productos pueden beneficiar a los ecuatorianos? 

FR: La expectativa es que se mantendrá la complementariedad en gran parte del comercio bilateral y, desde esa perspectiva, creo que es bienvenida la llegada de productos chinos de alta tecnología como celulares, cámaras fotográficas, ordenadores, etcétera, donde China definitivamente está a la vanguardia y ha avanzado a un ritmo realmente impresionante y admirable en las últimas décadas. En lo referente a los automóviles, sí hay una preocupación legítima por la presencia de diferentes marcas chinas, que a pesar de pagar un arancel alto, del 35 al 40 %, ya ocupan una parte sustancial del mercado y han seguido creciendo. Lo que creo que sería interesante [explorar], y muy complementario e importante para el futuro del país, es el ámbito de los autos eléctricos o híbridos. China está a la vanguardia [de este sector] y está ganando partes del mercado a los pocos competidores que existen fuera, como Estados Unidos. Dada la necesidad de avanzar hacia una transición ecológica y hacia un sistema económico sostenible, sería fantástico que China pudiera aportar a que Ecuador vaya reduciendo la utilización de autos a combustión y reemplazarlos por autos eléctricos, que son de altísima calidad en cuanto a su tecnología, rendimiento, entre otras características. 

CH: ¿Qué implicancias podría tener el TLC suscrito entre China y Ecuador para Estados Unidos y la Unión Europea? ¿Cree que pueda redibujar la relación de fuerzas de alguna manera?  

FR: En el ámbito de lo comercial definitivamente. Ecuador ha sido históricamente muy dependiente del comercio bilateral, particularmente con Estados Unidos y posteriormente con la Unión Europea. Con Europa hemos tenido un comercio muy importante desde la época de la Colonia y desde la Constitución de la República, pero en términos de volumen y valor, Estados Unidos siempre ha sido nuestro principal mercado históricamente. Aun así, la Unión Europea ha ido aumentando progresivamente en importancia, inclusive superando a Estados Unidos como primer mercado de exportación algunos años, particularmente después del acuerdo que se negoció en 2014. Probablemente [el TLC entre China y Ecuador] va a generar una mejor distribución de las exportaciones ecuatorianas al mundo, lo que es deseable para un país pequeño. Es preferible no tener todos los huevos en una canasta, sino tener un equilibrio comercial para reducir el riesgo y exportar de manera balanceada hacia Norteamérica, América Latina, Europa, Asia, entre otras regiones del mundo.