Sociedad |
La música renueva los lazos | |
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24 de abril de 2025. El artista Wang Wenshui (der.) enseña a Franco Raydis, un profesor de español venezolano, a tocar kuaiban (una forma de arte narrativo chino con unas pequeñas tablas de bambú) en una casa de té en el distrito de Hongqiao, Tianjin. 8 de noviembre de 2019. Visitantes locales leen y observan materiales en el stand de China, país invitado de honor de la XV Feria Internacional del Libro de Venezuela, en la capital Caracas. Fotos de Xinhua A lo largo de los 51 años desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Venezuela, la cooperación en el ámbito cultural entre ambos países se ha acrecentado de manera continua. Las relaciones han alcanzado su máximo nivel, el más alto de América Latina y el Caribe, dando paso a una asociación estratégica a toda prueba y para todos los tiempos. Estos logros han permitido a los pueblos de las dos naciones mantener un intercambio robusto de sus respectivas culturas, historias y riquezas. En los últimos años se ha registrado un gran crecimiento en el intercambio cultural bilateral. Venezuela ha participado activamente en exposiciones artísticas en China, mientras que nuestro país también ha estado presente en eventos culturales en el territorio venezolano. Muestra de ello fue la participación de este año en el Festival Internacional de Cine de Shanghai con la película venezolana Alí Primera. Igualmente, diversas obras de autores venezolanos han sido traducidas al mandarín para el público chino, con el fin de fortalecer la comprensión de la historia y cultura. Para el mes de diciembre, Venezuela tiene planificado llevar a cabo una exposición denominada VENART, para la cual se han realizado las invitaciones pertinentes a la parte china para participar junto con artistas venezolanos. Un rol protagónico El año pasado, la Embajada de Venezuela en China organizó un concierto gratuito con el Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela. Esto dio paso a las primeras conversaciones de cara a la firma de un memorando de entendimiento con la Fundación Soong Ching Ling, el cual se espera materializar muy pronto. Adicionalmente, ha habido conversaciones para colaboraciones entre editoriales chinas y venezolanas para seguir compartiendo obras literarias de ambas partes. “Particularmente, el embajador Remigio Ceballos Ichaso ha propuesto e instaurado un plan para seguir ampliando la cooperación en materia cultural, turística, deportiva y científica”, indicó Francisco César, ministro consejero de la Embajada de Venezuela en China. Bajo esta óptica, la Embajada de Venezuela en China se ha integrado activamente a los eventos de carácter cultural realizados por sus estudiantes en universidades de Beijing. Ha colaborado en la instalación de los puestos de exhibición, lo que ha contribuido a fortalecer su presencia. La música desempeña un papel muy importante entre China y América Latina. La famosa soprano china Pu Jie ha interpretado numerosas canciones originarias de la región. “Casi todos los países tienen himnos populares que ensalzan la patria y la tierra natal: ¡Cuba, qué linda es Cuba! y Guantanamera; Colombia tierra querida; ¡Tan linda es mi Costa Rica!, entre otros. En China, contamos con un rico repertorio de canciones patrióticas que han perdurado, como Te amo, China y Mi patria y yo”, manifiesta Pu Jie, para quien este sentimiento de amor a la patria es un puente de conexión universal: trasciende todas las diferencias culturales y genera empatía inmediata. Una rica manifestación cultural Andrea Oviedo es una joven venezolana de 19 años nacida en el municipio de Cocorote, en el estado Yaracuy. Llegó a China en 2024 y recientemente finalizó sus estudios de idioma. Pronto comenzará su carrera de Ingeniería en Petróleo, un área que le apasiona porque desea contribuir al desarrollo energético tanto en su país como en el mundo. Se considera una persona curiosa y perseverante. La joven es sencilla y tiene una gran afición por la música venezolana. Al hablar sobre la diferencia musical entre ambos países, Oviedo señala: “Se puede notar fácilmente una gran diferencia en cuanto a las melodías, ritmos e instrumentos que se utilizan. La música china tiende a utilizar melodías suaves y ritmos lentos, con pausas que son acompañadas por sonidos de la naturaleza. La música latinoamericana tiene una melodía más recia y sus ritmos varían entre un complejo grupo de géneros musicales como la salsa, el merengue, la llanera, las gaitas, el vallenato, entre otros”. Aun así, Andrea Oviedo cree que ambas expresiones musicales tienen mucho que aportar mediante el intercambio, ya que tanto la música china como la latinoamericana reflejan en sus composiciones el origen de sus raíces, su historia y sus emociones, que dan cuenta de una rica manifestación cultural. En este contexto, Andrea Oviedo entonó la canción Venezuela junto con la soprano china Pu Jie en el Museo de Arte Jintai de Beijing. Al referirse a dicha cooperación musical, Pu Jie comentó: “Fue una experiencia muy gratificante colaborar con Andrea. Si bien tenemos una gran diferencia de edad, eso no afectó nuestra comprensión compartida de la canción”. Pu afirmó que, durante la interpretación, Andrea Oviedo debía cantar unas partes en chino, lo cual suponía un alto grado de dificultad en razón del idioma. “Por eso, le mostré cómo integrar orgánicamente la letra china con la melodía, con el fin de mantener la expresión del significado de las letras, mientras aseguraba la fluidez musical al cantar. Esta experiencia fue también un valioso aprendizaje para mí”. La calidez de la gente La historia de la canción Venezuela, compuesta por dos españoles, Pablo Herrero y José Luis Armenteros, es muy interesante. Pese a provenir de otras latitudes, se inspiraron tras visitar el país y experimentar la calidez de su gente y la belleza de sus paisajes. El mensaje que en ella prevalece es el sentimiento de añoranza y amor por la tierra natal, algo que todos los venezolanos que se encuentran fuera del país llevan dentro y que genera un fuerte sentimiento de pertenencia. La canción fue grabada por primera vez por el venezolano Balbino y luego popularizada por otros artistas, incluido Simón Díaz. Venezuela se ha convertido en un símbolo de nacionalidad, por lo que es considerado también el tercer himno de Venezuela, después del himno oficial del país y la canción Alma Llanera. “Es un ejemplo de cómo la música puede trascender fronteras y conectar a las personas con un lugar y su gente. La pieza musical, aunque compuesta por extranjeros, ha sido adoptada por los venezolanos como propia, reflejando su amor y nostalgia por su tierra”, explicó Francisco César. Para Andrea Oviedo, esta composición resalta la variedad de paisajes, tradiciones, ritmos y expresiones artísticas que conforman la identidad venezolana, fomentando así el aprecio por la pluralidad cultural. Para Pu, en tanto, la mayor innovación radica en que la letra china de esta canción fue traducida por venezolanos, logrando un equilibrio único al mantener la precisión del mensaje original, así como su belleza poética. El desafío fue enorme. Durante el proceso, se profundizó el diálogo en la medida en que la parte china no solo comprendió mejor los matices del español, sino que la parte venezolana pudo también entender mejor las expresiones, el ritmo y las rimas chinos, y cómo una misma palabra adquiere significados distintos en contextos culturales. La comunicación es la base fundamental del entendimiento y la cooperación, por lo que esta colaboración se pudo materializar mediante un intercambio profundo y un objetivo compartido: regalar esta hermosa pieza a los pueblos de China y Venezuela. Para el ministro consejero venezolano, la idea de esta fusión también se basa en poder expresar en ambos idiomas una parte del sentimiento venezolano. “El profesionalismo y la dedicación de Pu Jie fue fenomenal, lo cual permitió forjar un lazo sólido entre ambas culturas. Por otra parte, nuestra cantante pudo aprender mucho de ella y conocer un poco más de la cultura de china y su idioma”, detalló. |
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