Sociedad |
Un puente hacia un sueño | |
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Mayo de 2024. Rómulo dos Santos Gomes Cardoso realiza una demostración de caligrafía china durante el concurso “Puente Chino” para universitarios en Brasil. Rómulo dos Santos Gomes Cardoso (primero desde la izq.) con sus estudiantes en el Instituto Confucio de la Universidad Federal Fluminense. Fotos cortesía del autor ME llamo Rómulo dos Santos Gomes Cardoso, y mi nombre en chino es Luo Chang (罗畅). Tengo 22 años. Desde pequeño, siempre he tenido interés por China. Recuerdo claramente que, a los 6 años, vi por primera vez una pintura china de un dragón. Quedé completamente fascinado con aquella obra y, desde entonces, comencé a practicar innumerables veces su reproducción en casa. Además, desde niño, soy fan de las películas de Jackie Chan y de la animación Kung Fu Panda, así como un admirador del shaolinquan, un estilo de kung-fu que se originó en el Templo Shaolin. Estos factores despertaron en mí un enorme interés por aprender más sobre el idioma y la cultura de China. Así que busqué profesores que pudieran enseñarme, pero en aquel entonces no encontré uno adecuado, y mi deseo de aprender chino con un profesor chino tardó en hacerse realidad. El Instituto Confucio de la UFF En el segundo semestre de 2022, finalmente surgió la oportunidad de estudiar chino. Así, con el apoyo de mi profesora tutora Cláudia Moraes y mi fuerte deseo de aprender chino desde hacía años, me uní a la gran familia del Instituto Confucio de la Universidad Federal Fluminense (UFF). Durante mi primer semestre en esta institución, tuve clases con la profesora Xie Jinyu, una experiencia muy enriquecedora. La profesora Xie habla portugués con fluidez, y recuerdo claramente cómo integraba aspectos culturales y lingüísticos en sus clases. Esto hizo que mi determinación por aprender chino se volviera aún más fuerte. Al principio, solo estudiaba con dedicación el contenido enseñado en clase, pero pronto mi deseo creció. Fue entonces cuando comencé a investigar las oportunidades que el aprendizaje del mandarín podría brindarme. Durante esta búsqueda, encontré información sobre el concurso “Puente Chino”. Después de ver videos de discursos de los participantes de ediciones anteriores, mi deseo de aprender chino se intensificó aún más. Así que, en ese mismo semestre, empecé a prepararme para el examen de competencia en chino HSK 1. Impulsado por una fuerte sed de conocimiento, no me limité a estudiar chino en el aula. Al llegar a casa, repasaba lo aprendido y profundizaba mis estudios. Esto rápidamente se convirtió en parte de mi rutina diaria, simplemente porque amo este idioma y la cultura china. Mi pasión era tan grande que podía estudiar hasta siete horas seguidas. Incluso durante mis prácticas profesionales o en vacaciones, nunca dejé de estudiar. Con el apoyo de mis profesores, seguí avanzando. Su aliento fue esencial para que persistiera en mis estudios. Motivado por el sueño de participar algún día en el “Puente Chino”, logré, en solo un año y medio, aprobar el HSK 4 con una buena puntuación. Para acercarme aún más a la cultura china, participé en conferencias en línea organizadas por el Instituto Confucio de la UFF sobre los festivales tradicionales chinos. Durante el Año Nuevo chino, las profesoras Qiao Jianzhen y Chen Lin me dieron la oportunidad de intentar preparar jiaozi (ravioles chinos rellenos de carne picada o verduras) y tangyuan (bolas de arroz glutinoso rellenas), lo que me permitió degustar estos deliciosos platos tradicionales chinos. En octubre de 2023, el Instituto Confucio de la UFF celebró la “Semana de China”, y participé en diversos talleres. El que más me impactó fue el de caligrafía china. Bajo la guía del profesor Wang Bingzhang, los asistentes pudimos experimentar con el pincel de caligrafía. Además, el profesor Wang nos explicó diversas técnicas y el arte detrás de esta disciplina, lo cual profundizó mi conocimiento sobre esta faceta de la cultura china y despertó en mí un gran interés por su práctica. El “Puente Chino” A principios de 2024, mis estudios de chino alcanzaron un nuevo nivel. Comencé a preparar el contenido del HSK 5 para presentarme al examen. Además, me propuse como objetivo participar en la fase clasificatoria brasileña del concurso “Puente Chino” para universitarios. Mi idea recibió el apoyo y reconocimiento de mis profesores. En mayo del mismo año, fui seleccionado para representar al Instituto Confucio de la UFF en el concurso “Puente Chino” para universitarios en Brasil. Fue una oportunidad única para demostrar mi nivel de mandarín, mis habilidades en caligrafía y los frutos de años de dedicación al estudio del idioma y la cultura china. Durante la fase de preparación, recibí la asesoría cuidadosa de la directora Qiao Jianzhen y la profesora Guo Jiayi. Este apoyo fue fundamental para aumentar mi confianza y asegurar un buen desempeño en la competencia. Durante el evento en Brasil, tuve el honor de conocer al embajador de China en nuestro país y también entablé amistad con otros destacados estudiantes de mandarín de distintos institutos Confucio de Brasil. Más allá de la competencia, tuve la oportunidad de probar diversos platos chinos, lo que enriqueció aún más mi experiencia cultural. De estudiante a profesor Llevo dos años y seis meses estudiando chino y me estoy preparando para el examen HSK 5. Además, he comprado el libro Canon interno del emperador Huangdi, con la esperanza de que en el futuro me ayude a perfeccionar mi mandarín y profundizar su contenido. Recientemente, aprobé con éxito el proceso de selección para profesores locales. El 8 de febrero de este año, empecé a asistir a profesores chinos en el nuevo proyecto del Instituto Confucio de la UFF para 2025: la primera clase del curso Chino y Cultura China 1, dirigido específicamente a hijos de chinos en la ciudad de Niterói, en el estado de Río de Janeiro. El curso fue muy bien recibido por los padres, y la primera clase, en la que participé como asistente, fue un éxito rotundo. Me sentí inmensamente feliz, pues por fin podía devolver la enseñanza y el apoyo que recibí de mis profesores, y contribuir así al fortalecimiento del mandarín en Brasil. Esta experiencia reforzó mi determinación de seguir estudiando chino y cumplir mi sueño de viajar a China para profundizar mis estudios. También deseo conocer más a fondo la vasta y profunda cultura china, esa civilización tan histórica y, al mismo tiempo, tan joven que tanto admiro y amo. Recientemente, tuve la oportunidad de ver la primera Gala de la Fiesta de la Primavera, después de que esta celebración fue inscrita en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, lo que caló hondamente en mi corazón. Mi mayor sueño es ganar algún día el concurso “Puente Chino” en Brasil y viajar a China para representar a mi país. También espero participar en el programa Nuevos Estudios Sinológicos (Xin Hanxue, 新汉学), a fin de contribuir a la investigación y al fortalecimiento de la amistad entre China y Brasil. *Rómulo dos Santos Gomes Cardoso es aficionado a la cultura china y profesor asistente del Instituto Confucio de la Universidad Federal Fluminense en Brasil. |
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