Economía |
A la vanguardia del comercio electrónico | |
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Un cliente abre la aplicación de Temu en su teléfono móvil. Wei Yao AUNQUE el comercio electrónico hizo su entrada de manera tímida hace ya un par de décadas, no fue sino hasta años recientes, y especialmente a partir de la pandemia, que el rubro se convirtió en protagonista de una verdadera revolución mundial, con empresas tecnológicas chinas tomando cada vez más fuerza en el mercado latinoamericano. Redefinición de los hábitos Desde la comodidad del hogar, camino al trabajo en el metro, o en cualquier parte con conexión a Internet, lo cierto es que el comercio electrónico está redefiniendo los hábitos de consumo, e incluso el comportamiento social, alrededor del mundo. Si Internet democratizó el acceso a la información, lo mismo se puede decir respecto a la posibilidad de realizar compras a través de las múltiples plataformas que hoy dominan el comercio electrónico. Con apenas unos cuantos clics, cualquier persona puede gozar de una variedad casi ilimitada de productos. De acuerdo con el sitio especializado de datos Statista, gracias a gigantes tecnológicos como Taobao y Jingdong, China lleva la delantera a nivel mundial en este segmento, y es responsable de aproximadamente el 50 % de las ventas minoristas realizadas en línea alrededor del planeta. Por ejemplo, el año pasado las ventas minoristas a través del comercio electrónico alcanzaron la impresionante cifra de 3,85 billones de dólares. Pero la popularidad del comercio electrónico chino no solo se limita a sus propias fronteras, sino que se ha expandido hacia otras latitudes, incluyendo a los países de América Latina. Plataformas como Temu, Shein y AliExpress se han posicionado con fuerza en el mercado, al apelar sobre todo a los segmentos más jóvenes de la población. Si bien muchos han visto esta marea del comercio electrónico con cierto resquemor, el rubro también representa una oportunidad para que los países latinoamericanos puedan avanzar en logística, innovación y, en última instancia, para que las mismas tiendas o marcas del retail puedan llevar sus operaciones más allá del territorio nacional. Shein, por ejemplo, que fue fundada en medio de la pandemia en 2022, también funciona como cibermercado (marketplace). Es decir, cualquier individuo o tienda puede listar sus productos, y así llegar a otros confines más lejanos. En una entrevista concedida en 2023 al portal informativo Poder360, Marcelo Claure, presidente de Shein para la región de América Latina, señaló que la empresa tenía planeado abrir 2000 fábricas en Brasil con el fin de incrementar aún más su alcance. “Brasil va a ser un polo de exportación para poder fabricar y entregar productos en América Latina”, manifestó en aquella ocasión. Pero esta jugada no es única para la empresa de moda rápida (fast fashion), sino que es una tendencia que se puede observar a lo largo de todo el espectro del comercio electrónico. Las cifras hablan por sí solas. Según Statista, en 2022 el comercio en línea alcanzó los 122.000 millones de dólares en Latinoamérica. Sin embargo, las proyecciones a futuro son incluso más reveladoras. Se estima que la región, liderada por países como México, Colombia, Argentina, Brasil, Chile y Perú, tendrá un crecimiento en torno al 22 % entre 2023 y 2026, año en el que se prevé que las transacciones a través del comercio electrónico asciendan a los 200.000 millones de dólares. Un ejemplo de éxito Sin duda, Shein, Temu y AliExpress son las empresas chinas que dominan el mercado latinoamericano del comercio electrónico. Sin embargo, también existen otros actores que de a poco han ido ganando más fuerza en este atractivo rubro en continua expansión. Uno de ellos es Alila.top, que empezó a operar recién en diciembre de 2023 en Chile, y que ya contempla captar otros mercados, como Perú, Argentina, Colombia y Brasil, en el futuro cercano. “Como cualquier empresa tecnológica de nuestro tiempo, entendemos las preferencias y comportamientos de los consumidores locales a través de los datos”, explica Leon Yuting Gong, director ejecutivo de la firma. “Los chilenos han mostrado una fuerte inclinación por las compras en línea. Alila.top ha sido capaz de captar una parte significativa del segmento demográfico que realiza compras en línea al sacar provecho de la infraestructura existente. Como sabemos, Chile tiene una infraestructura tecnológica bastante desarrollada, con altas tasas de penetración de Internet y el lanzamiento de servicios 5G”, enfatiza Leon Yuting Gong. Además, el comercio electrónico en Chile ha experimentado un notable crecimiento durante los últimos años, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 8,34 % de 2023 a 2027. “Al entrar al mercado en un momento oportuno, nuestra aplicación pudo aprovechar esta ola de crecimiento y establecer una fuerte presencia sobre la base de productos de alta calidad y un servicio al cliente eficiente”, agrega. Por otro lado, la reciente apertura del megapuerto de Chancay, en Perú, es otro factor que se suma al incremento del comercio electrónico en América Latina, particularmente en el Cono Sur. La ruta marítima entre Shanghai y Perú ha reducido el tiempo de viaje de más de un mes a aproximadamente 23 días, lo que ha traído consigo no solo una mayor eficiencia, sino también una reducción considerable de costos. A esto hay que sumar el hecho de que el mayor mercado mayorista de mercancías en el mundo —el mercado de Yiwu, el cual ofrece una cantidad inimaginable de productos en sus más de 75.000 puestos repartidos en 6,4 millones de metros cuadrados— se encuentra a menos de 300 kilómetros de distancia del puerto de Shanghai. “La situación estratégica de Perú y el megapuerto de Chancay son nuestra puerta de entrada a otros mercados regionales. Los mercados de Colombia y Argentina se caracterizan por su fuerte cultura de consumo y una elevada demanda de productos importados. Las reformas económicas en Argentina y su interés por inversión extranjera la convierten en un destino atractivo para nuestros planes de expansión”, detalla Leon Yuting Gong. Un nuevo estilo de marketing El comercio electrónico, ya sea de Alila.top como de otros actores del rubro, también ha estado acompañado por innovadoras estrategias de marketing al hacer uso de redes sociales, plataformas de videos como TikTok e influencers locales para captar más consumidores. Ya no se trata de las grandes campañas publicitarias de antaño, en que se gastaban sumas millonarias para lanzar un producto, sino de apelar a cada individuo en razón de sus propios gustos e historial de consumo. “Queremos asociarnos con más influencers que tengan un gran número de seguidores en nuestros mercados objetivo. La creación de contenido es clave para el éxito de la marca, por lo que tomamos la iniciativa de crear un centro de medios, con el fin de trabajar estrechamente con TikTok en América Latina”, señala Julie Oyang, quien lidera las estrategias comunicacionales y publicitarias de Alila.top. “Vamos a crear contenidos más atractivos y valiosos, como videos, infografías y contenidos interactivos. Esto nos ayudará a atraer y retener un público más amplio y joven, y a construir una comunidad en torno a nuestra marca a través de redes sociales y el contenido generado por los usuarios”, agrega. El comercio electrónico ha llegado para quedarse. Con el avance de la logística y los macrodatos, sumados a la creciente penetración de Internet y las mejoras en infraestructura —como el caso del megapuerto de Chancay y otras obras de conectividad vial y marítima—, el comercio electrónico irá captando más espacios sobre todo en América Latina, donde las posibilidades que existen por delante son enormes. De este modo, más personas, ya sea en la sierra, en la selva, en la costa o en el lugar que sea, podrán aprovechar las ventajas de una vitrina enorme de productos, gracias mayoritariamente a compañías tecnológicas chinas que están revolucionando los patrones de venta y consumo. |
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