El Partido Comunista de China (PCCh) denomina “líneas rojas” a aquellos temas en los que existe cierta complejidad interna en Beijing y en los que no se deben de inmiscuir intereses externos, pues son decisiones que solo competen a la República Popular China (RPCh). Para el PCCh, la línea roja central es la seguridad del sistema, el cual no debe ser dañado y, de ser así, se cruzaría la línea roja. Es decir, la estabilidad y gobernabilidad de China –en su totalidad– debe ser preservada por el PCCh.