Análisis |
El Foro China-CELAC: A diez años de su creación | |
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3 de junio de 2025. Jóvenes estudiantes participan en el Proyecto Benéfico de Fútbol Juvenil de China State Grid Brazil Electricity CPFL en la ciudad de Campinas, Brasil. LAS relaciones entre China y América Latina y el Caribe (ALC) han experimentado una transformación significativa en el primer cuarto del siglo XXI, y se han consolidado como un eje estratégico de la cooperación Sur-Sur con implicaciones geopolíticas y económicas de alcance global. En este contexto, el Foro China-CELAC, establecido en 2014 y cuya primera edición se celebró en 2015, emerge como un mecanismo institucional catalizador del acercamiento entre ambas partes, lo que ha establecido un marco multilateral para la interacción política, económica y cultural. 22 de mayo de 2024. En la Academia de Ciencias Agrícolas de Jiangsu, un experto chino presenta un robot de cosecha inteligente a los participantes de un programa dedicado a mejorar los medios de vida rurales y los sistemas alimentarios en América Latina y el Caribe. Balance de una década El Foro China-CELAC se ha consolidado como una instancia de diálogo para la cooperación sin condicionamientos políticos, incluyendo –dentro de ciertos límites– a países sin relaciones diplomáticas con China. En diez años, el foro registra resultados importantes: Construcción de confianza: La región distingue a China como socio en el desarrollo que no impone un modelo económico o un sistema político. La propuesta de la comunidad de futuro compartido da cabida a diversas perspectivas y se basa en el respeto a la soberanía de los Estados. Dimensión económico-comercial: El comercio y la inversión han crecido significativamente, lo que ha consolidado a China como el primer socio comercial de muchos países y el segundo de la región, al desplazar a la Unión Europea. El intercambio comercial en 23 años ha crecido 38 veces. Infraestructura: Los proyectos de infraestructura han sido un elemento distintivo en la relación, entre los que destacan puentes, carreteras, puertos, aeropuertos, ferrovías e hidroeléctricas. Las energías renovables y la conectividad digital han adquirido una particular relevancia. Iniciativa de la Franja y la Ruta: 22 países de la región forman parte de la iniciativa. Chile, Perú, Costa Rica, Ecuador y Nicaragua tienen tratados de libre comercio bilaterales con China, y Uruguay ha mostrado interés en contar con este instrumento. Marco de cooperación: El Foro China-CELAC se ha consolidado como canal de cooperación a través de reuniones ministeriales, diálogos de cancilleres y encuentros de coordinadores nacionales. A diferencia de otros mecanismos, ha mantenido la sistematicidad de sus encuentros, lo que refleja un interés estratégico que trasciende las diferencias. Dimensión sociocultural y educativa: Los institutos Confucio han facilitado el aprendizaje del idioma y la cultura china. A ello se suma el plan de becas otorgadas por el Gobierno chino. Coordinación multilateral: Gradualmente, el Foro China-CELAC ha viabilizado la coordinación con instancias multilaterales como el G20, el Foro de APEC y el BRICS. En diez años, los planes de acción han abordado un amplio espectro de áreas y se han creado subforos temáticos. Entre estos temas destacan: Protección medioambiental y desarrollo sostenible: A la atención al cambio climático, la biodiversidad, la gestión de recursos naturales y el control de la contaminación, se agrega la implementación del Acuerdo de París y la cooperación Sur-Sur en desarrollo sostenible. El plan 2025-2027 enfatiza además en bioeconomía y áreas marinas y polares. Gestión de riesgos y reducción de desastres: El plan 2025-2027 incorpora la asistencia financiera ante desastres, incluyendo el Fondo de Adaptación Climática y Respuesta Integral a Desastres de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). Erradicación de la pobreza: El plan 2025-2027 enfatiza el intercambio sobre la experiencia china en reducción de la pobreza y en el apoyo a organizaciones de la sociedad civil. Salud: Incluye el control de enfermedades y la respuesta a emergencias, los diálogos sobre políticas de salud, el enfrentamiento a pandemias, la biomedicina, la investigación sobre medicamentos, la medicina tradicional, así como la formación y el financiamiento para la infraestructura de salud pública. Gestión de diferencias: El plan 2025-2027 introduce la disposición de resolver las diferencias comerciales mediante el diálogo y de enfrentar las medidas coercitivas unilaterales que afectan la economía, el comercio y la inversión (con la reserva de Ecuador y Costa Rica). El Plan de Acción Conjunto CELAC-China para la Cooperación en Áreas Clave (2025-2027) detalla múltiples iniciativas destinadas a fortalecer las relaciones entre China y los países de América Latina y el Caribe. Plantea la necesidad de mayor unidad para enfrentar desafíos globales. Entre sus acápites más importantes destacan: economía, comercio e inversión, finanzas, infraestructura, agricultura, energía y recursos, intercambio civilizatorio, educación, jóvenes y centros de pensamiento, cooperación en seguridad global y ciberseguridad, lucha contra la corrupción, cooperación judicial y policial, erradicación de la pobreza, cambio climático y medio ambiente, gestión de desastres, ciencia, tecnología e innovación, tecnología digital, salud, entre otros. En estos diez años, los planes del Foro China-CELAC han mostrado tendencias hacia una mayor especificación de las acciones y áreas de cooperación, la alineación con iniciativas globales impulsadas por China, y el énfasis en la cooperación pragmática y de alta calidad. 20 de agosto de 2024. Un oftalmólogo cubano, quien llegó a la ciudad china de Yinchuan para realizar intercambios profesionales, experimenta el paseo en camello en el área escénica turística de Shapotou, en la región autónoma hui de Ningxia. Fotos de Xinhua Una mirada al futuro En el marco de la IV Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, el presidente chino, Xi Jinping, anunció cinco programas que entrañan compromisos unilaterales de cooperación que moldean la propuesta integradora de China sobre la construcción de una comunidad de destino compartido con la región, en sintonía con iniciativas de alcance global de China: Programa de la solidaridad: Estrechar el intercambio, visitas de cuadros políticos y la coordinación de posiciones en asuntos internacionales y regionales, y defender un sistema internacional centrado en la ONU y el respeto al derecho internacional. Programa del desarrollo: Fortalecer el sistema multilateral de comercio y garantizar cadenas de suministro estables y un entorno internacional cooperativo; promover la construcción conjunta de la Franja y la Ruta de alta calidad; profundizar la cooperación en infraestructura, agricultura, energía, minería, energías limpias, 5G, economía digital e inteligencia artificial; ejecutar el Foro de Innovación Científico-Tecnológica entre China y ALC; aumentar las importaciones de productos regionales de calidad y de inversiones chinas en la región; y ofrecer una línea de crédito de 66.000 millones de yuanes para el desarrollo latinoamericano y caribeño. Programa de las civilizaciones: Promover la igualdad, el diálogo y la inclusión entre civilizaciones, y resaltar valores comunes de la humanidad; profundizar el intercambio y aprendizaje mutuo, mediante la convocatoria a una conferencia de diálogo intercivilizatorio China-América Latina y el Caribe; y fomentar la cooperación cultural, incluyendo la celebración de la Temporada de Arte Latinoamericano y Caribeño. Además, impulsar la colaboración en patrimonio cultural mediante excavaciones arqueológicas, restauración de monumentos, exhibiciones y lucha contra el tráfico ilegal de bienes culturales. Programa de la paz: Respaldar la declaración de América Latina y el Caribe como zona de paz y crear una zona libre de armas nucleares en la región; fortalecer la cooperación en gestión de desastres, ciberseguridad, y la lucha contra el terrorismo, la corrupción, las drogas y el crimen organizado transnacional; promover la capacitación en la aplicación de la ley y la provisión de equipos según las capacidades de China, en función de las necesidades de los países miembros de la CELAC. Programa de los pueblos: Ofrecer becas, oportunidades de formación y proyectos de bienestar para fortalecer los lazos entre China y América Latina y el Caribe; impulsar la cooperación en educación y formación de profesionales, el apoyo a la enseñanza del chino, y la realización de exhibiciones audiovisuales y traducción mutua de contenidos populares; desarrollar iniciativas para el intercambio cultural, como el diálogo sobre turismo; y eximir de visas a cinco países, como primer paso. Por su parte, los presidentes de Brasil, Chile y Colombia, presentes en la IV Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, criticaron la recreación de un ambiente de la Guerra Fría contra un socio clave para la región, como lo es China. Asimismo, compartieron visiones sobre la defensa del multilateralismo para enfrentar los desafíos globales y la importancia de la autonomía estratégica y la articulación regional para aprovechar la cooperación con China. Otorgaron una alta prioridad al cambio climático, la transición energética, la infraestructura como motor de integración y la necesidad de superar el modelo exportador de materias primas y los desbalances en el comercio con China. Estas visitas presidenciales permitieron firmar acuerdos y actualizar proyectos bilaterales, entre los que destacó la incorporación de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta como un hito en su política exterior, tradicionalmente alineada con Estados Unidos. Reflexiones finales La política arancelaria de Estados Unidos puede ser un factor impulsor del comercio con China, que permita incrementar, diversificar y equilibrar las exportaciones regionales. El mejor escenario surgiría si América Latina y el Caribe lograra negociar con posiciones coordinadas regionalmente, y superar la fragmentación política que limita las potencialidades de la CELAC. Los pronunciamientos recogidos en la Declaración y el Plan de Acción anuncian una intensificación de las relaciones de China con la región, aunque la materialización de los proyectos sigue resolviéndose bilateralmente. En diez años, el Foro China-CELAC ha superado asimetrías políticas y económicas y la presión mediática occidental contra China, y ha facilitado financiamiento incluso a países sin relaciones diplomáticas. Ha priorizado el intercambio cultural y académico, y ha otorgado trato especial a Estados insulares y vulnerables. Se ha adaptado a cambios sectoriales al integrar nuevas prioridades en planes de acción con fondos chinos. Además, ha incluido diversos sectores sociales, en los que ha identificado intereses y demandas compartidas. En un contexto de transición hegemónica, la tradicional triangulación de la relación de la región con actores extrahemisféricos es más susceptible al balance entre tres factores: la presión de Estados Unidos, el peso de las relaciones económicas con China y la variabilidad de posiciones de autonomía de los Gobiernos latinoamericanos y caribeños que busquen la diversificación de sus relaciones y/o rebalances de la dependencia. La adhesión de Colombia a la Franja y la Ruta y la declaración brasileña de convergencia entre su proyecto de desarrollo nacional y la iniciativa china evidencian la dinámica de esta interrelación. La correlación entre estos factores determinará acercamientos o distanciamientos de intensidad variable. *Claudia Marín Suárez es investigadora del Centro de Investigaciones de Política Internacional, en Cuba. Lourdes María Regueiro Bello es investigadora y coordinadora del equipo América Latina y Caribe del Centro de Investigaciones de Política Internacional. |
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