Análisis |
Pedro Sánchez en Beijing | |
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11 de abril de 2025. El presidente Xi Jinping se reúne con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en la Residencia de Huéspedes de Estado Diaoyutai, en Beijing. 11 de abril de 2025. El primer ministro chino, Li Qiang, conversa con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en el Gran Palacio del Pueblo, en Beijing. 3 de marzo de 2025. Stand de la empresa china Xpeng en el área de exhibición de China Telecom en el Congreso Mundial de Móviles en Barcelona, España. Fotos de Xinhua EL primero en señalarlo fue el embajador de China en España, Yao Jing. “Nuestro presidente tiene una química muy buena con Pedro Sánchez. Hay una relación de confianza”, le dijo el diplomático al diario El Mundo días antes de que el presidente del Gobierno español pisara suelo chino. Esa química de la que hablaba el embajador Yao tenía un sustento: Pedro Sánchez ha realizado tres visitas oficiales a China en poco más de dos años. Algo inusual, pero que evidencia el interés de ambos países por mantener una elevada interlocución política. Procedente de Vietnam, Sánchez llegó a Beijing la noche del 10 de abril. Lo hizo acompañado por una delegación en la que figuraban los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y de Agricultura, Luis Planas. Esta vez, su llegada concitó una particular atención a nivel internacional en momentos en que la gran mayoría de países –incluidos los de la Unión Europea– se han visto afectados por las medidas proteccionistas que arrecian desde Washington. Un nuevo impulso La visita coincidió también con el vigésimo aniversario del establecimiento de la asociación estratégica integral entre China y España, una efemérides que no pasó inadvertida para el presidente chino, Xi Jinping. En la reunión que el 11 de abril sostuvo con Sánchez, Xi aseguró que China está dispuesta a construir con España una asociación con mayor determinación estratégica y dinamismo de desarrollo, y a trabajar para –entre otros fines– explorar el potencial de cooperación en áreas como nueva energía, manufactura de alta tecnología, ciudades inteligentes, entre otras. La intención es elevar el nivel de la relación bilateral. Precisamente, uno de los resultados del viaje de Sánchez a China ha sido la adopción de un nuevo plan de acción para fortalecer dicha asociación estratégica integral, en el que destacan cuatro grandes áreas de trabajo: economía, comercio e inversión; agricultura y pesca; ciencia y tecnología, innovación y desarrollo verde; e intercambios entre sociedades: cultura, educación, deportes y turismo. “Con el presidente Xi Jinping, he abordado el nuevo impulso que hoy damos a esta asociación, con la mirada puesta en el desarrollo de unas relaciones equilibradas y mutuamente beneficiosas, y en el acercamiento de nuestras sociedades”, escribió Sánchez en su cuenta de la red social X. Dentro de esta intención de elevar la calidad de los vínculos bilaterales, hay un objetivo que ha sido reiterado por Sánchez: la necesidad de reforzar y equilibrar la relación económica y comercial con China. En ese sentido, la visita de Sánchez a Beijing se dio en una coyuntura especial en la que todos los países buscan abrir nuevas posibilidades de mercado, más aún frente los vaivenes de la administración estadounidense. España ve una oportunidad en China, teniendo en cuenta que entre las prioridades económicas del país asiático figuran el impulso de su consumo y la expansión de la demanda interna. En la reunión con Sánchez, esto fue también subrayado por el presidente Xi Jinping, quien se mostró convencido de que la demanda de consumo y el potencial de transformación industrial de los más de 1400 millones de chinos y chinas impulsarán con fuerza la economía mundial. Como producto de este viaje oficial, China y España firmaron siete acuerdos que buscan facilitar las ventas en el mercado chino de productos alimentarios, sanitarios y cosméticos españoles, y de promover la cooperación en ámbitos como la cultura, la ciencia y la educación. Porcino y cerezas Dentro de estos siete acuerdos, dos fueron muy valorados en España: los nuevos protocolos que promueven la exportación de porcino y de cerezas a China. En el caso del primero, el nuevo documento permitirá ampliar la lista de productos autorizados que se envían desde España. De hecho, la carne de porcino es la principal exportación agroalimentaria de España a China y sus ventas alcanzaron los 571 millones de euros (unos 648 millones de dólares) en 2024, según cifras españolas. En el caso de las cerezas, el nuevo acuerdo supone la apertura de este producto en el mercado chino. Con estos dos acuerdos firmados en Beijing, suman ya 10 los protocolos sobre requisitos sanitarios o fitosanitarios que desde 2018 ambos países han suscrito para la exportación de productos agroalimentarios de España a China, los cuales incluyen a la pasta de aceituna, los alimentos para animales de compañía, la avena forrajera, la almendra, el caqui, entre otros. De acuerdo con cifras oficiales chinas, el comercio entre China y España no ha hecho más que ascender. De 2020 a 2023, su volumen se incrementó de 37.900 millones de dólares a 48.600 millones, mientras que China se ha convertido en el mayor socio comercial de España fuera de la Unión Europea. Sin embargo, cabe indicar que la balanza comercial es aún favorable a China, por lo que los dirigentes de ambos países han expresado su compromiso de trabajar por una relación económica y comercial más equilibrada. Y para ello, la palabra clave que ambos líderes pronunciaron fue: apertura. “Siempre hemos apostado por la apertura comercial y por sacar el máximo provecho a nuestros intercambios. Nos hemos comprometido, además, a continuar trabajando para seguir abriendo el mercado chino a más productos españoles de calidad”, apuntó Pedro Sánchez. Por su parte, el presidente Xi Jinping, manifestó que no hay ganador en una guerra arancelaria y que ir contra el mundo solo acabará en el autoaislamiento. Luego de recordar que tanto China como la Unión Europea son economías importantes en el mundo y firmes partidarias de la globalización económica y el libre comercio, Xi hizo hincapié en que la producción económica combinada es superior a un tercio del total mundial. Socio de la Unión Europea Sánchez no solo coincidió en que no hay ganadores en una guerra comercial y en la defensa del libre comercio, sino que, durante la reunión con Xi, manifestó: “España es un país profundamente europeísta que ve a China como socio de la Unión Europea”. Más aún, en un posterior encuentro con el primer ministro chino, Li Qiang, Sánchez expresó su apoyo a que cualquier desavenencia entre China y la Unión Europea se resuelva a través del diálogo y la negociación. Aquí cabe destacar que la visita oficial de Pedro Sánchez se dio poco después de la llegada a China de altos funcionarios europeos, como los cancilleres de Portugal, Paulo Rangel, y de Francia, Jean-Noël Barrot, así como del comisario europeo de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, a fines de marzo. A todo esto hay que añadir que el 8 de abril, dos días antes del arribo de Pedro Sánchez a Beijing, hubo una conversación telefónica entre el primer ministro Li Qiang y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. De hecho, se espera que este año se celebre una nueva Cumbre China-Unión Europea, en un momento en que ambas partes han expresado la necesidad de defender el sistema de comercio multilateral justo y libre. Durante su estadía en Beijing, Sánchez celebró también una reunión con representantes de una docena de grandes firmas chinas que están presentes en el mercado español o que están considerando invertir en él en sectores como los de automoción, baterías y energías renovables. Asimismo, mantuvo encuentros bilaterales con los presidentes de las automotrices chinas Leapmotor y Chery, y con el director general de la empresa china Envision Energy. En cuanto a Chery, esta mantiene una fábrica conjunta de automóviles con la compañía española Ebro-EV Motors en la ciudad de Barcelona. El 23 de noviembre del año pasado, ambas firmas celebraron el inicio de la producción de sus primeros vehículos en España, lo cual ha sido tomado como un ejemplo para muchos otros proyectos entre empresas de ambos países. Sánchez se dio tiempo también para aparecer ante los medios de comunicación y hacer un balance de su visita a China. “España es consciente de que vivimos un momento complejo en las relaciones internacionales, un momento en el que toca expandir horizontes y redoblar los esfuerzos por preservar la paz, la apertura y el avance entre la lucha contra los grandes retos globales”, dijo el líder español, quien consideró que con su viaje a China se ha dado un paso muy importante en esta dirección. |
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