Análisis
Pequeños espacios, grandes ideas
2025-03-06    Fuente: Centro para las Américas    Autor: FILIPE PORTO*

12 de octubre de 2024. Un momento de descanso en el hutong Zhonglouwan, en Beijing. Xinhua

Febrero de 2024. El autor del artículo junto a Li Caixian, la líder del Pequeño Congreso Hutong de la Comunidad de Caochang, en el distrito de Dongcheng, en Beijing. Xu Bei

Febrero de 2024. Visitantes en un hutong de la comunidad residencial de Caochang, en Beijing. Centro para las Américas de CICG

Febrero de 2024. Una reunión del Pequeño Congreso Hutong de la Comunidad de Caochang. Centro para las Américas de CICG

CUANDO abrí un cuaderno que estaba sobre la mesa en la sala de reuniones de un “Pequeño Congreso Hutong” en Beijing y leí la frase: “Para lograr un gran trabajo, no solo necesitamos fuerza sino también paciencia”, inmediatamente me di cuenta de que esta no iba a ser una historia sencilla.

Esa inscripción resume perfectamente la esencia de lo que se avecinaba: el minucioso proceso de generar consenso dentro de una comunidad que se enfrenta a muchos desafíos diarios.

Los Pequeños Congresos Hutong se refieren a los consejos comunitarios locales de los barrios tradicionales de la capital china, conocidos como hutong. Y en este escenario específicamente es la Cámara del Consejo del Patio en Caochang, una comunidad ubicada en el distrito de Dongcheng, en Beijing.

El mecanismo de nivel primario es un buen ejemplo de la democracia popular de proceso entero en acción. Dicha democracia se refiere al modelo de gobernanza de China en el que los ciudadanos participan activamente en cada etapa del proceso de toma de decisiones, desde la consulta y la formulación de políticas hasta la implementación y supervisión, lo que asegura que sus voces sean escuchadas y sus necesidades sean satisfechas en la práctica.

El Pequeño Congreso Hutong funciona como un foro comunitario donde los residentes y representantes locales se reúnen para abordar cuestiones prácticas que afectan su vida diaria. Estos “pequeños congresos” se están volviendo cada vez más comunes en estos barrios como parte de iniciativas de gobernanza urbana.

El propósito del consejo es claro: garantizar que se escuchen todas las voces, que las decisiones se tomen colectivamente y que las soluciones reflejen genuinamente las necesidades de la gente. Al asistir a una reunión a finales de febrero de 2024, mi interés se despertó aún más cuando fui testigo de la creciente intensidad de las discusiones a mi alrededor.

Discusiones acaloradas

Caochang es una zona centenaria ubicada en Dongcheng. Esta comunidad es un tapiz de 25 hutong: callejones estrechos que albergan 616 patios compartidos.

Estos barrios tradicionales, ricos en historia y espíritu comunitario, han sido revitalizados en los últimos años para equilibrar su patrimonio arquitectónico con las comodidades de la vida moderna.

El consejo aborda temas como mejoras de infraestructura y servicios públicos, y adapta soluciones modernas a entornos tradicionales.

La reunión de febrero de 2024 se centró en el tema urgente de la necesidad de estaciones de carga adicionales para las bicicletas eléctricas. Durante una acalorada discusión, un residente planteó la pregunta: “¿Por qué no construir más estaciones de carga en Liutiao (el Callejón n.º 6)? ¿No sería eso más conveniente para nosotros?”.

La respuesta fue rápida y señaló los obstáculos logísticos involucrados: “Nuestro espacio operativo es muy limitado. Es difícil encontrar ubicaciones adecuadas. Sitiao (el Callejón n.º 4) es demasiado estrecho. Batiao (el Callejón n.º 8) podría funcionar, pero todavía necesita un lugar específico si levantamos una estación en Liutiao. Otras áreas, como Qitiao (el Callejón n.º 7) o Jiutiao (el Callejón n.º 9), podrían ser mejores opciones”.

A medida que avanzaba el tiempo, el debate pasó a centrarse en los desafíos técnicos actuales. Un residente de apellido Gu propuso una posible solución: instalar estaciones de carga en espacios compartidos. Sin embargo, rápidamente reconoció la disputa que podría surgir. “El uso de la pared trasera de un patio podría dar lugar a desacuerdos con los propietarios”, advirtió. Incluso Batiao, inicialmente considerado ideal, enfrentó la resistencia de los lugareños. La conversación se intensificó y, mientras la sala se llenaba de animados intercambios, aproveché el momento para plantear una pregunta.

“¿Cuáles son los principales desafíos en la ejecución de este tipo de proyectos?”, le pregunté a Li Zheng, secretario del Comité del Partido Comunista de China en Caochang. Su respuesta reflejó la complejidad de equilibrar diversos intereses. “Existen muchas preocupaciones: seguridad, ruido y uso del espacio. Algunas personas con bicicletas eléctricas apoyan firmemente la adición de estaciones de carga, mientras que otras, que no poseen bicicletas eléctricas, pueden considerarlas innecesarias o incluso intrusivas. Las perspectivas difieren y ese es el desafío”.

Para entender cómo se manejan esos desacuerdos, recurrí a Jiao Shuqin, una residente con profundos vínculos con la comunidad y quien destaca por su enfoque pragmático. “Hablamos con otros residentes y les explicamos la situación”, dijo. “El objetivo principal de las estaciones de carga centralizadas es reducir los riesgos de seguridad. Cargar baterías en casa puede provocar incendios. Una vez que las personas entienden esto, generalmente están más dispuestas a apoyar el proyecto. La comunicación lo es todo”.

Liderazgo solidario

Después de la reunión, tuve el privilegio de recorrer el vecindario con Li Caixian, la dedicada líder del Pequeño Congreso Hutong de la Comunidad de Caochang, a quien se le conoce cariñosamente como “Diosa Hermana”. Desde el momento en que salimos, quedó clara la razón por la que se había ganado un apodo tan entrañable. Al notar que mi abrigo estaba mal abrochado, ella amablemente me lo ajustó. “El invierno en mi país natal, Brasil, no se parece en nada al frío helado de Beijing”, le comenté.

El liderazgo de Li, sin embargo, va mucho más allá de esos gestos. Mientras caminábamos por los callejones estrechos, ella me presentó a los residentes y me mostró varios proyectos clave que el pequeño congreso había supervisado. “La democracia popular de proceso entero no se trata solo de elecciones”, explicó. “Se trata de abordar las necesidades cotidianas de las personas”.

Señaló una estación de carga recién instalada y describió los debates, los compromisos y el consenso final que habían llevado a su construcción. Para Li, el Pequeño Congreso Hutong es más que una plataforma de discusión: es una herramienta práctica para resolver problemas.

Li también enfatizó el delicado equilibrio entre modernidad y tradición que define el trabajo del Pequeño Congreso Hutong. Al tiempo que preserva el patrimonio arquitectónico y cultural de los hutong, garantiza que la comunidad se adapte a la vida moderna. Ya sea a través de mejoras de infraestructura o actividades sociales organizadas, el Pequeño Congreso Hutong ayuda a mantener a Caochang animada y relevante en una Beijing en rápida modernización.

Más allá de las elecciones

Cuando mi visita llegaba a su fin, me senté con Li Zheng, quien subrayó el papel fundamental del Pequeño Congreso Hutong como puente entre los residentes y el liderazgo de la comunidad. “La cámara es fundamental para dar a los ciudadanos un espacio para discutir y negociar ideas”, sostuvo. “Proporciona una plataforma donde todos pueden expresar sus opiniones abiertamente, y asegura que el liderazgo de la comunidad realmente comprenda las necesidades de los residentes e implemente proyectos que verdaderamente beneficien a la gente”.

No pude evitar pensar en el reconocimiento internacional que este enfoque había obtenido, especialmente después de leer sobre la visita del político portugués Duarte Pacheco, quien había venido a presenciar el modelo de gobernanza de Caochang en acción. Con curiosidad, le pregunté a Li Zheng sobre la creciente atención global. Lo atribuyó a los enfoques innovadores y adaptables del Pequeño Congreso Hutong.

“Nos alineamos con los principios de la democracia popular [de proceso entero]”, dijo. “Lo que hemos creado aquí puede servir como modelo duplicable para otras comunidades”. También señaló que cuando el presidente Xi Jinping visitó el área en 2019 reforzó la idea de que los residentes deben ser quienes decidan sobre sus propios asuntos.

Ese mensaje, añadió Li Zheng, no solo fortaleció su sentido de pertenencia, sino que también elevó la calidad de la gobernanza en general.

Li Zheng continuó explicando que la democracia en Caochang trasciende las elecciones. “Nuestro sistema se basa en la consulta democrática, la toma de decisiones conjunta, la gestión y la supervisión participativas”, consideró. “No se trata solo de administración, se trata de fomentar un sentido de pertenencia. Cuando las personas participan en los procesos de toma de decisiones que dan forma a su vida diaria, se sienten valoradas y pueden ver los resultados tangibles de sus contribuciones”.

Sus palabras capturaron vívidamente una comunidad donde la democracia no es solo un concepto abstracto, sino una experiencia vivida. Con pasión en su voz, concluyó: “Cuando los residentes participan activamente, el vecindario no solo funciona, sino que florece”.

Los detalles importan

El aspecto más sorprendente del Pequeño Congreso Hutong es su capacidad para integrar la democracia en los detalles de la vida diaria.

Durante nuestro recorrido, Li Caixian explicó cómo incluso asuntos aparentemente triviales (como pasear perros, estacionar vehículos o determinar las mejores ubicaciones para las estaciones de carga) se discuten con la misma atención al detalle que los proyectos más grandes. “Estas pequeñas cosas son fundamentales en la vida urbana moderna”, comentó.

La capacidad de Caochang para armonizar la tradición con el progreso es un testimonio del éxito del Pequeño Congreso Hutong. Los hutong, alguna vez considerados reliquias de una era pasada, ahora vibran con nueva vida, gracias a los esfuerzos de sus residentes, quienes están decididos a prosperar juntos.

Cuando salí de Caochang, la frase del cuaderno permaneció en mi mente: “Para lograr un gran trabajo, no solo necesitamos fuerza sino también paciencia”. Para mí, resume el espíritu del Pequeño Congreso Hutong: un movimiento de base impulsado por el esfuerzo colectivo, el diálogo abierto y una dedicación inquebrantable por mejorar las vidas de los residentes locales.

En un mundo donde los desafíos urbanos a menudo parecen insuperables, Caochang ofrece un recordatorio esperanzador de que se pueden encontrar soluciones a través de la cooperación, la compasión y la participación comunitaria.

El Pequeño Congreso Hutong es más que un triunfo local: es un modelo de gobierno con visión de futuro que demuestra que la democracia puede prosperar, incluso en los rincones más pequeños de una metrópolis bulliciosa.

*Filipe Porto es investigador brasileño de relaciones internacionales radicado en Beijing.

 

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