Análisis |
Ecuador y China: Un trabajo conjunto | |
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14 de septiembre de 2024. Stand de Ecuador en la Feria Internacional de Comercio de Servicios de China, en Beijing. Wei Yao ENERO es un mes cargado de significado al marcar no solo el inicio de un nuevo año y las esperanzas venideras, sino que, en el caso de Ecuador, también el 45.° aniversario desde el establecimiento de relaciones diplomáticas con China. A lo largo de este periodo, se ha forjado una relación sustentada en el respeto, la confianza, el principio de no intervención y los beneficios compartidos. Sin embargo, cabe destacar que el primer contacto entre China y Ecuador es incluso anterior. Un camino común Alrededor de la década de 1840, llegaron los primeros chinos al país suramericano, los cuales se asentaron principalmente en las regiones costeras. En las décadas sucesivas, continuaron llegando más inmigrantes chinos y de otros países asiáticos, lo que ejerció una importante influencia en las costumbres y la propia idiosincrasia local, incluida la gastronomía. Este vínculo cobró más fuerza a partir de un comunicado conjunto entre ambos países en 1980, por medio del cual se establecieron relaciones diplomáticas formales reconociendo el principio de una sola China y la política de “un país con dos sistemas”. A esto, se han sumado varios hitos de gran trascendencia política y económica, que han ayudado a dar mayor dinamismo a la relación bilateral. “Los 45 años de relaciones diplomáticas entre Ecuador y China reflejan una evolución significativa que ha consolidado lazos económicos, políticos y culturales”, señala María Soledad Córdova, actual embajadora de Ecuador en la República Popular China. “La asociación estratégica integral, establecida en 2016, marcó un punto de inflexión al profundizar la cooperación en áreas estratégicas como energía, infraestructura, comercio y financiamiento. El reciente tratado de libre comercio (TLC), vigente desde mayo de 2024, es otro hito clave, pues ha abierto nuevas oportunidades para las exportaciones ecuatorianas”, añade. En esta misma línea, no se puede dejar de mencionar la adhesión de Ecuador a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) en diciembre de 2018, así como la incorporación al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura en noviembre del año siguiente. A propósito de la IFR, ya son 22 los países de América Latina y el Caribe que han firmado memorandos de entendimiento con China. Para Ecuador, este paso ha sido clave en su relación y entendimiento con el país asiático, por cuanto ha ayudado a impulsar la cooperación, la inversión directa y el comercio bilateral. La IFR es uno de los principales focos de la política exterior china, y apunta a construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad en la que todos los países se vean beneficiados. En ese sentido, el presidente chino, Xi Jinping, continuamente hace alusión a dicha iniciativa en sus discursos, en los que aboga en todo momento por la cooperación, la paz y la solidaridad entre la comunidad global. “Esta iniciativa ha contribuido a elevar el grado de apertura de las diversas regiones de nuestro país, ensanchar los ámbitos de apertura al exterior, promover la apertura de tipo institucional, establecer un amplio círculo de amigos y explorar nuevas vías de desarrollo común, generando así beneficios mutuos y ganancias compartidas entre todos los países participantes”, expuso el mandatario en un discurso pronunciado el 19 de noviembre de 2021 en el tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional. Esta visión también ha sido respaldada por las sucesivas administraciones de Ecuador, que, sin importar su color político, han privilegiado el lazo con China bajo una clara visión y política de Estado. Un nuevo mercado Con sus más de 1400 millones de habitantes y una clase media en ascenso con un creciente poder adquisitivo, las oportunidades para los productos provenientes de Ecuador dentro del mercado chino parecen casi inagotables. Esto cobra aún más relevancia teniendo en cuenta la firma del TLC entre China y Ecuador el 10 de mayo de 2023, durante el mandato del expresidente Guillermo Lasso, y la ratificación del mismo bajo la nueva administración del presidente Daniel Noboa el 15 de febrero de 2024. De este modo, Ecuador se convirtió en el cuarto país latinoamericano en firmar un acuerdo de estas características, luego de Chile, Perú y Costa Rica. Las negociaciones para la firma del TLC, que fue una de las grandes promesas del expresidente ecuatoriano, duraron un total 10 meses. “Este es el acuerdo comercial más importante del Ecuador y va a cambiar la forma en la que se produce en Ecuador”, indicó en su momento Julio José Prado, exministro de la Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de dicho país. Las expectativas son altas, tanto desde el sector público como del privado por cuanto hay más de 11.000 empresas ecuatorianas que tienen relaciones comerciales con China. De hecho, en 2022, China se convirtió en el principal socio comercial no petrolero de Ecuador. Ese año, la balanza comercial llegó a los 13.088 millones de dólares, con un volumen de exportaciones de Ecuador a China de 6800 millones de dólares y un volumen de importación de China hacia Ecuador de 6288 millones de dólares. Muchos productos emblemáticos del país suramericano, incluidos el camarón, el banano, las rosas, el café, entre otros, se han visto beneficiados por el acuerdo económico alcanzado. El TLC liberó del pago de aranceles para ingresar a China al 50 % de la oferta exportable ecuatoriana, y llegará a alcanzar casi el 99 % en los 10 años siguientes a través de desgravámenes paulatinos. Todo ello sitúa al gigante asiático como un socio estratégico, tal como lo ha sido para otros países de América Latina en los últimos años. La cooperación económica se ha extendido hacia otras esferas, fortaleciendo así los lazos académicos, culturales y turísticos. En razón de ello, la Embajada de Ecuador en China ha realizado un extenso trabajo con el fin de captar la atención del público chino. Respecto a las perspectivas a futuro, la embajadora ecuatoriana explica que se han propuesto avanzar sobre la base de cinco ejes principales. “Hacia adelante, la relación entre ambos países tiene un gran potencial para expandirse, entre otros sectores, en: energía renovable, aprovechando la experiencia china en tecnologías limpias para impulsar la transición energética ecuatoriana; agronegocios, profundizando el acceso de productos ecuatorianos al mercado chino bajo el TLC; digitalización y tecnología, colaborando en la implementación de tecnologías 5G, inteligencia artificial y desarrollo de ciudades inteligentes; medio ambiente, mediante proyectos conjuntos de restauración ecológica, manejo de recursos hídricos y descarbonización; y turismo y cultura, fomentando el intercambio cultural y turístico”, explica en detalle. Para China, el valor de la amistad trasciende fronteras e idiomas, y es uno de los mensajes que el presidente chino intenta transmitir continuamente en sus intervenciones. “Los verdaderos amigos siempre se sienten cerca el uno del otro sin importar la distancia que los separe”, expresó Xi Jinping al citar un antiguo poema chino. Y Ecuador es, sin duda, uno de aquellos amigos. 5 de noviembre de 2024. Li Yafang, directora general del Centro para las Américas del Grupo de Comunicaciones Internacionales de China, preside el Seminario “Avanzando entre el viento y la lluvia: La construcción conjunta de una comunidad de futuro compartido China-América Latina y el Caribe”. Centro para las Américas de CICG |
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