Análisis
China-Brasil: un viaje de cooperación y bienestar
2024-09-27    Fuente: Centro para las Américas    Autor: HENRIQUE COUTO DA NÓBREGA*

25 de junio de 2024. Los fundadores de la Asociación de Amistad Sino-Brasileña reciben a una delegación de la Asociación de Amistad del Pueblo Chino con el Extranjero. Foto cortesía del autor 

ESTE 2024 marca la celebración de medio siglo de relaciones diplomáticas entre Brasil y China, una trayectoria que ha tenido avances y desafíos, pero que hoy es sinónimo de cooperación, crecimiento mutuo y lazos de amistad cada vez más fuertes. Como presidente de la Asociación de Amistad Sino-Brasileña, la cual está hermanada con la Asociación de Amistad del Pueblo Chino con el Extranjero, tengo el honor de compartir algunas reflexiones sobre los logros históricos entre nuestros países en las últimas décadas y las perspectivas futuras de esta asociación.

Una historia de asociaciones y logros

La política brasileña de acercamiento a China se inició bajo el gobierno de Jânio Quadros. A partir de 1961, Brasil buscó acercarse a la República Popular China a través de la denominada Política Exterior Independiente, la cual representó el primer gesto concreto de aproximación en un escenario posterior a la Segunda Guerra Mundial marcado por la bipolaridad.

En agosto de 1961, el presidente Jânio Quadros organizó el primer viaje de una delegación comercial de Brasil a China, devolviendo así la visita que una misión china había hecho a Brasil en mayo de ese año. Ese primer contacto dio lugar a la firma del primer “Ajuste interbancario entre Brasil y China”, destinado a fomentar el comercio bilateral, con la asistencia de los Bancos Populares de China y Brasil. En 1962, Brasil recibió a una delegación del Banco Popular de China y, en 1963, autorizó la apertura de la primera oficina comercial china en Brasil.

Desgraciadamente, este acercamiento fue interrumpido por más de diez años debido a un incidente político ocurrido en 1964, cuando nueve chinos fueron detenidos en Brasil, lo que puso fin temporalmente al proceso de acercamiento diplomático.

En la década de 1970, tras la primera crisis del petróleo, el presidente Ernesto Geisel y su embajador Antônio Azeredo vieron la necesidad de crear nuevos horizontes para el comercio internacional. China, un país en desarrollo, fue identificado como un importante socio potencial en las organizaciones internacionales y un aliado de los intereses comerciales de Brasil frente a las potencias occidentales.

Desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas en 1974, Brasil y China han colaborado en diversos frentes y han promovido intercambios culturales, educativos y comerciales. Asociaciones como el programa CBERS para la construcción bilateral de satélites, la participación conjunta en foros internacionales como el BRICS y el G20, y diversas acciones en la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son algunos ejemplos de los importantes logros alcanzados.

La Asociación de Amistad Sino-Brasileña desempeña un papel crucial en el tercer ámbito, al estar a la cabeza de eventos e iniciativas que fomentan el entendimiento mutuo y la colaboración entre los pueblos. En ese sentido, se pueden destacar los intercambios judiciales de 2023 y 2024, que permiten a jueces brasileños y chinos intercambiar experiencias, así como fortalecer la comprensión de las prácticas jurídicas y judiciales de ambos países.

Otro hito importante fue la participación de una delegación brasileña en el Seminario sobre Capacitación y Cooperación Internacional para Países de Lengua Portuguesa, celebrado en la Academia Internacional de Comercio y Economía en Beijing, en el que se subrayó el compromiso con el diálogo y la colaboración entre las autoridades de ambos países.

Puentes hacia el futuro

La cooperación a nivel educativo y cultural es uno de los pilares de la relación bilateral. En 2023, se firmó un acuerdo con la Universidad de Jinan para promover la colaboración académica y cultural, cuyo objetivo no es solo el intercambio de estudiantes e investigadores, sino también el desarrollo de proyectos conjuntos que beneficien a ambos países.

A finales de 2023, se organizó un importante encuentro en la Universidad del Estado de Río de Janeiro, con la presencia del Consulado General de China en Río de Janeiro y del Instituto Confucio PUC-Río, lo que ha posibilitado cursos de lengua china y ha ampliado el acceso a la cultura y la lengua chinas para los estudiantes brasileños.

Vivimos en una nueva era tecnológica. La combinación de la tecnología de la información, la inteligencia artificial y la biotecnología está influyendo cada vez más en el comportamiento individual, las relaciones humanas y el mercado laboral, lo que da lugar a nuevos desafíos y soluciones en múltiples dimensiones.

La asociación chino-brasileña será crucial para hacer frente a estos retos. Recientemente, en la mayor pandemia del siglo, la unión de los dos países se destacó en la producción conjunta de la vacuna Coronavac, desarrollada por la empresa china Sinovac en asociación con el Instituto Butantan de Sao Paulo, reforzando así los lazos de confianza y solidaridad entre ambos países.

En el campo del comercio y la inversión, Brasil se ha consolidado como uno de los mayores socios comerciales de China en América Latina. China es un mercado vital para las exportaciones brasileñas de soja, mineral de hierro y petróleo, mientras que los productos manufacturados chinos son fundamentales para el mercado brasileño, lo que demuestra una relación de interdependencia económica. En los tres primeros meses de 2024, las exportaciones a China alcanzaron la cifra récord de 23.000 millones de dólares, un 9,8 % más que en el mismo período del año anterior, según el Consejo Empresarial Brasil-China.

Las empresas chinas han invertido significativamente en proyectos de infraestructura en Brasil, como la construcción de líneas de transmisión eléctrica, ferrocarriles y puertos. La cooperación tecnológica también se ha intensificado, con la participación de la empresa china Huawei en la implantación de la red 5G en Brasil, lo que ha llevado a nuevos avances en innovación y conectividad a la población brasileña.

Perspectivas futuras

Las perspectivas de futuro de las relaciones sino-brasileñas son prometedoras. Se seguirán explorando nuevas oportunidades de cooperación en áreas estratégicas como la salud, la educación, la tecnología y la infraestructura.

El potencial de crecimiento y diversificación de las relaciones comerciales entre ambos países es inmenso. Sectores como la agroindustria, las energías renovables y las tecnologías verdes son áreas en las que se puede ampliar la colaboración y fomentar el desarrollo sostenible y la innovación.

Al celebrar los 50 años de relaciones diplomáticas entre Brasil y China, reafirmamos nuestro compromiso de amistad y cooperación. La Asociación de Amistad Sino-Brasileña continuará trabajando incansablemente para fortalecer los lazos entre ambos países y promover un futuro de prosperidad compartida.

Que los próximos 50 años sean aún más fructíferos, marcados por nuevas asociaciones y logros que beneficien a los dos pueblos y contribuyan a la construcción de un mundo más justo y armonioso. Juntos, Brasil y China pueden lograr grandes cosas, guiados por el espíritu de amistad y respeto mutuo.

*Henrique Couto da Nóbrega es presidente de la Asociación de Amistad Sino-Brasileña.

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