27 y 28 de agosto de 2024. El primer Foro de Desarrollo de China-América Latina y el Caribe se lleva a cabo en Beijing.

27 de agosto de 2024. Clarems Endara, secretario permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), en el foro.

27 de agosto de 2024. Gonzalo Gutiérrez, secretario general de la Comunidad Andina, en el foro.

27 y 28 de agosto de 2024. El primer Foro de Desarrollo de China-América Latina y el Caribe reúne a diplomáticos, académicos y funcionarios gubernamentales de ambas partes. Fotos de la CASS

ENTRE el 27 y 28 de agosto, Beijing fue sede del primer Foro de Desarrollo de China-América Latina y el Caribe. El evento, organizado por el Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS, por sus siglas en inglés) y el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), reunió a diplomáticos, académicos y funcionarios gubernamentales de ambas partes, con el fin de intercambiar diversos puntos de vista y experiencias en pos de una mayor cooperación.

Una veloz evolución

En la actualidad, 22 países de la región se han unido a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) anunciada por el presidente chino, Xi Jinping, en septiembre de 2013. Además, China ha firmado tratados de libre comercio (TLC) con Chile, Perú, Costa Rica, Nicaragua y Ecuador, y ha suscrito con Honduras un Acuerdo de Cosecha Temprana como paso previo a la firma de un TLC. Estos antecedentes son una muestra clara de los avances que ha tenido la relación entre China y América Latina y el Caribe (ALC), tal como fue confirmado por los expositores que se dieron cita en el foro.

“La relación entre ALC y China ha evolucionado desde una relación de socios distantes a un compromiso dinámico y multifacético que afecta a casi todos los sectores de nuestra sociedad, impulsando la economía y el desarrollo de nuestros pueblos”, destacó Clarems Endara, secretario permanente del SELA. “Durante las últimas dos décadas, China se ha convertido en uno de los socios comerciales más importantes de ALC, en un inversionista clave y en un colaborador valioso”, agregó.

En esta relación, el papel que ha tenido el comercio ha sido fundamental. Hay dos obras clásicas chinas, que datan de los siglos II y III a. C., que ya hacían alusión a la importancia del comercio o el intercambio. Esta ha sido la tónica que ha regido el desarrollo económico de China a lo largo de la historia, pero que ahora se ha visto ampliada gracias al transporte marítimo, ferroviario y aéreo, la logística, el comercio electrónico y una serie de mecanismos que han facilitado las transacciones y el flujo de bienes entre un lugar y otro.

China se ha posicionado como el segundo socio comercial del conjunto de la región y como el primer socio comercial del Cono Sur. Según detalló Osvaldo Rosales, consultor del SELA, la oferta exportable de ALC se concentra en materias primas, sobre todo en soja (18 %), cobre (17 %), hierro (15 %) y petróleo (5 %), que juntos suman el 55 % del total. Además, las exportaciones de ALC hacia China provienen principalmente de Brasil, Chile y Perú, que concentran el 83 % del valor de las exportaciones regionales.

“En los primeros siete meses de este año, el volumen comercial entre China y ALC alcanzó los 297.300 millones de dólares, con un crecimiento interanual del 7,7 %, por lo que se espera que al terminar el año, supere los 500.000 millones de dólares”, indicó Qiu Xiaoqi, representante especial del Gobierno chino para asuntos latinoamericanos.

Desafíos y oportunidades

Pese a la profundización del comercio, al igual que del intercambio cultural y académico, hay muchos desafíos que aún están pendientes. Para la mayoría de los países del mundo, la pandemia supuso un serio golpe que afectó diversas esferas de la economía y la sociedad, provocó disrupciones en las cadenas de suministro e impuso nuevas modalidades de trabajo.

Por otro lado, pese a que el mundo está crecientemente más globalizado e interconectado, hay ciertos países que han insistido en la polarización. Frente a ello, China ha sido un promotor acérrimo del multilateralismo, la apertura y los beneficios compartidos, tal como han insistido sus autoridades en repetidas ocasiones.

“El presidente Xi Jinping ha enfatizado que lo que buscamos no es la modernización china de forma aislada, sino trabajar con otros países, incluidos aquellos en vías de desarrollo, para lograr juntos la modernización”, recalcó Gao Xiang, presidente de la CASS.

Esto es aún más imperativo para la región de ALC, que pese a los avances del último tiempo, aún tiene altos niveles de pobreza. Según un informe de la Cepal, en 2022, el porcentaje de personas pobres en ALC fue del 29 % (181 millones de personas), mientras que el de aquellos que viven en pobreza extrema fue del 11,2 % (70 millones de personas). En ese sentido, la construcción de infraestructura crítica, la creación de empleo, la educación y la transferencia tecnológica se presentan como áreas clave que deben ser ampliamente reforzadas con el fin de impulsar el desarrollo económico y el estándar de vida de la población, y donde, sin duda alguna, China juega un importante rol.

“China está dispuesta a cooperar con los países latinoamericanos y caribeños, y apoyarse mutuamente para promover conjuntamente la modernización, alcanzar un desarrollo de alta calidad y beneficiar a los pueblos de ambas partes”, agregó Gao. Esta promesa no ha sido un mero palabrerío, sino que se ha traducido en obras y proyectos en todos los países de la región. “Por ejemplo, en cuanto a infraestructura, tenemos el proyecto de reconstrucción y ampliación del puerto de Saint John en Antigua y Barbuda, el proyecto de construcción del ferrocarril de carga Belgrano en Argentina, el proyecto de transmisión UHV de Belo Monte en Brasil, la autopista Norte-Sur de Jamaica”, mencionó Long Guoqiang, subdirector y miembro del grupo dirigente del Partido Comunista de China del Centro de Investigación para el Desarrollo del Consejo de Estado.

Las plataformas de diálogo y cooperación han sido vitales para la materialización de estos proyectos, pero la punta de lanza de todo ello es, sin duda, la IFR. Además de los países de la región que se han adscrito a ella, la IFR se ha acoplado con la “Estrategia de Transformación Digital 2035” de Chile, la “Estrategia Logística Nacional 2030” de Panamá, el “Plan Estratégico de Desarrollo de Infraestructura” de Uruguay y las estrategias de desarrollo diversificas de Trinidad y Tobago, según destacó Qiu Xiaoqi.

ALC bajo la lupa

El mundo, tal y como lo conocíamos, se ha ido reconfigurando a medida que los tradicionales poderes hegemónicos han ido perdiendo sus antiguos espacios de influencia a favor de un escenario internacional más dinámico, donde los países más pequeños, pero igualmente importantes, también tienen voz y voto. Una de las muchas pruebas de ello es la cooperación Sur-Sur y los organismos regionales desde los cuales las economías pequeñas pueden incidir en la toma de decisiones. “El multilateralismo debe ser reforzado porque, de lo contrario, los más grandes imponen las reglas”, sentenció Gonzalo Gutiérrez, secretario general de la Comunidad Andina, un mecanismo de integración que acaba de cumplir 55 años y que agrupa a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.

Este año, América Latina será sede de dos de las cumbres más importantes a nivel mundial. Entre el 10 y 16 de noviembre se celebrará el Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en Perú y del 18 al 19 del mismo mes se llevará a cabo la Cumbre del G20 en Brasil. Además, el próximo año tendrán lugar la Cumbre del BRICS y la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

De este modo, ALC se ha ido granjeando un creciente interés por parte del resto de la comunidad internacional, lo cual ha venido aparejado de nuevas oportunidades de desarrollo y crecimiento. En este nuevo orden mundial, lo que puede ofrecer la región al mundo, y en particular a China, es enorme. Debido a sus vastos recursos naturales, la región provee a China de un abanico de materias primas, pero además tiene fuentes energéticas con el potencial de estimular aún más su actual desarrollo de alta calidad y la economía verde.

“La nueva revolución tecnológica y la transformación industrial han ido avanzando a pasos agigantados. La transformación verde se ha ido acelerando y el ajuste profundo de las cadenas industriales y de suministro globales han traído enormes oportunidades para el desarrollo”, manifestó Long Guoqiang.

ALC y China mantienen una amistad que trasciende fronteras y que está profundamente anclada en sus lazos históricos y en la lucha de sus pueblos. Las visitas de alto nivel ratifican este compromiso y la idea de seguir avanzando juntos hacia el futuro. Qiu Xiaoqi recordó que el presidente chino, Xi Jinping, ha visitado ALC en cinco oportunidades, mientras que este año, el canciller Wang Yi visitó Brasil y Jamaica. Desde la contraparte, los primeros ministros de Antigua y Barbuda y Dominica, los presidentes de Surinam y Perú, los vicepresidentes de Brasil y El Salvador y los portavoces y presidentes de parlamentos de varios países más han llegado a China en visitas oficiales.

El derrotero aún es largo y tiene varias pendientes, pero trabajando en conjunto, los países de América Latina y el Caribe, junto con China, llegarán hasta el final.