Entrevistas
La autosuficiencia alimentaria
2025-07-01    Fuente: Centro para las Américas    Autor: YAN WEI y LI XIAOYANG


25 de marzo de 2023. Un técnico muestra semillas de maíz en la fábrica de semillas Longping Brasil, en el municipio de Jardinópolis, en el estado de Sao Paulo, Brasil.

CON el 9 % de la tierra cultivable del mundo, China debe sustentar a casi el 20 % de la población mundial. Debido a esto, en parte, el país ha priorizado durante mucho tiempo la seguridad alimentaria. El presidente Xi Jinping ha instado al pueblo chino a cuidar las tierras agrícolas como un tesoro nacional, así como protege a los pandas gigantes. Ha insistido también en la importancia de la autosuficiencia, es decir, en llenar el plato chino con alimentos chinos y “mantener la seguridad alimentaria en nuestras propias manos”.

El semanario Beijing Review entrevistó a Gao Yun, investigadora del Instituto de Economía Agrícola y Desarrollo de la Academia China de Ciencias Agrícolas, y a Thiago Pedro, estudiante brasileño de la Facultad de Desarrollo Internacional y Agricultura Global de la Universidad Agrícola de China, para profundizar en los conceptos transmitidos por el presidente Xi sobre la seguridad del suministro de alimentos en China.

28 de mayo de 2025. Operadores agrícolas conducen cosechadoras para recolectar el grano en los campos de trigo en la aldea de Qucun, provincia de Shanxi. Xinhua

Beijing Review (BR): Tradicionalmente, China ha considerado los almidones como los cereales, las legumbres, las papas y los camotes como sus alimentos básicos, los cuales constituyen la mayor parte de la dieta de la población. El presidente Xi ha abogado por una visión más amplia y ha pedido diversificar las fuentes de alimentos, por ejemplo, aumentando la producción y el consumo de mariscos. ¿Por qué es esto importante?

Gao Yun (GY): A medida que la composición de las dietas ha mejorado tanto en las zonas rurales como en las urbanas, la proporción de alimentos ricos en almidón respecto al consumo total de alimentos ha disminuido gradualmente, mientras que el consumo de alimentos de origen animal, como la carne, los huevos y la leche, ha aumentado de forma constante.

Además de las tierras de cultivo, China cuenta con una rica y variada diversidad de entornos capaces de producir alimentos, incluyendo bosques, praderas y vías fluviales. China cuenta con 230 millones de hectáreas de bosques, capaces de producir una gran cantidad de hortalizas, frutas, semillas oleaginosas y productos animales forestales. Los brotes de bambú, las nueces, las castañas y el aceite de té, con los que estamos familiarizados, han sido desde hace mucho tiempo alimentos tradicionales para el pueblo chino. China es el segundo país con mayor extensión de praderas del mundo. Las praderas pueden proporcionar productos ganaderos de alta calidad y también producir forraje, lo que proporciona un alimento estable y de alta calidad para la cría de ganado. China también cuenta con 27 millones de hectáreas de acuicultura de agua dulce en zonas continentales y 473 millones de hectáreas de acuicultura marina, lo que la convierte en el mayor productor y exportador mundial de productos acuáticos.

Promover la diversificación y expansión de las fuentes de alimentos desde las tierras agrícolas tradicionales hacia estos entornos es una forma eficaz de mejorar el suministro de alimentos y superar las duras limitaciones de recursos y medio ambiente. Además, contribuye a satisfacer la demanda de alimentos diversificados, refinados, nutritivos y respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, los mariscos y el pescado son adecuados para quienes necesitan proteger su sistema cardiovascular, promover el desarrollo cerebral y proteger la visión, especialmente en el caso de los niños y ancianos. Además, el camarón es un alimento adecuado para quienes necesitan una dieta alta en proteínas y baja en grasas.

El concepto de diversificar la dieta china también ha abierto nuevas puertas a la industria alimentaria, como el establecimiento de un sistema de suministro de proteínas alimentarias basado en la fabricación biológica eficiente de proteínas microbianas y la sustitución de los métodos tradicionales de producción agrícola por la fermentación industrial. Todas estas tecnologías y técnicas podrían convertirse en futuras fuentes de alimentos.

La diversificación de las fuentes de alimentos de China está en consonancia con la diversificación de las dietas que comenzó hace décadas y continúa. Facilita, por ende, la transición de proporcionar una alimentación adecuada a proporcionar alimentos nutritivos, saludables y de alta calidad.

BR: El presidente Xi ha reiterado que la superficie total de tierras cultivadas de China debe mantenerse por encima de la línea roja de 120 millones de hectáreas. ¿Por qué existe esa línea roja?

GY: La línea roja de 120 millones de hectáreas de tierra cultivada garantiza que la seguridad alimentaria de China no dependa en gran medida del mercado internacional. Las decisiones sobre el abastecimiento de alimentos no pueden basarse únicamente en comparaciones de costos entre la producción nacional y la importación. Actualmente, factores convencionales y no convencionales, como los conflictos geopolíticos, el proteccionismo comercial y las condiciones climáticas extremas, se entrelazan, lo que genera mayores riesgos de incertidumbre en la cadena de suministro y la industria alimentaria mundial. Como país con una población de 1400 millones de habitantes, garantizar la seguridad alimentaria es fundamental para el desarrollo económico, la estabilidad social y la seguridad nacional de China.

Otra razón importante para mantener una línea roja es que, en los últimos años, la tasa de urbanización de China ha seguido aumentando hasta alcanzar el 67 % para finales de 2024. Esto significa que las ciudades siguen expandiéndose, lo que ejerce una presión cada vez mayor sobre las tierras de cultivo y exige protecciones obligatorias a nivel nacional. Las autoridades agrícolas también están trabajando para mejorar la calidad de las tierras de cultivo existentes para aumentar la producción.

BR: ¿Cómo equilibra China la urbanización y la protección de las tierras de cultivo?

GY: Equilibrar la urbanización y la protección de las tierras agrícolas es un problema que enfrentan muchos países en su proceso de desarrollo económico, y la principal solución es el uso intensivo del suelo. Esto incluye tanto el uso intensivo de suelo urbano como el de tierras agrícolas y no agrícolas en zonas rurales.

El Gobierno está acelerando la construcción de un sistema de gestión para la protección de las tierras agrícolas, y cualquier cambio en la cantidad, naturaleza y ubicación de las tierras debe reflejarse en un mapa de planificación espacial. De esta manera, la tierra puede gestionarse de forma sistematizada. Mediante este proceso, la protección de las tierras cultivables está experimentando una transformación digital.

Las autoridades centrales también están transfiriendo tierras agrícolas de baja calidad para su uso con otros fines. Los nuevos planes provinciales también están consolidando las tierras y asignando objetivos según la ubicación, el tipo de suelo y el acceso al agua.

BR: ¿Por qué eligió estudiar agricultura en China?

Thiago Pedro (TP): Elegí estudiar en China porque China es actualmente el mayor socio comercial de Brasil en el sector agrícola. El comercio agrícola entre ambos países desempeña un papel fundamental en la seguridad alimentaria mundial y el desarrollo sostenible de ambos países. Brasil, con sus vastos recursos naturales y su potencial agrícola, es un proveedor clave de productos básicos [a China] como la soja, la carne de vacuno, el café y el maíz. Al mismo tiempo, la demanda y la capacidad de inversión de China ofrecen grandes oportunidades de innovación para ambos países.

Estar en China y mantenerme en contacto con su dinámico entorno agrícola ofrece una oportunidad única para profundizar en esta relación bilateral. Me permite comprender las políticas agrícolas chinas, las preferencias del mercado, los objetivos de sostenibilidad y los avances tecnológicos.

BR: Brasil es un importante productor agrícola. ¿Enfrenta desafíos similares a China, como garantizar la seguridad alimentaria y equilibrar la urbanización y la protección de las tierras agrícolas?

TP: Garantizar la seguridad alimentaria sigue siendo un desafío importante para Brasil, a pesar de su sólida posición como potencia agrícola mundial. Su modelo de agronegocios a menudo prioriza la producción de bienes básicos a gran escala. Este enfoque, en ocasiones, puede ir en detrimento de la producción local de alimentos, lo que afecta la disponibilidad y el acceso a alimentos nutritivos para la población nacional, especialmente en las regiones más vulnerables.

Otro desafío importante es encontrar el equilibrio adecuado entre la expansión agrícola y la conservación del medio ambiente. Brasil alberga algunos de los ecosistemas más importantes del mundo, como la Amazonia y el Cerrado, que actualmente enfrentan amenazas constantes por la deforestación y la degradación de las tierras impulsadas por la expansión agrícola. Curiosamente, China y Brasil abordan estos problemas de manera diferente. China tiende a tener una estrategia más centralizada y de arriba hacia abajo, al implementar políticas y reformas mediante una sólida coordinación gubernamental. Brasil, por otro lado, a menudo se basa en un enfoque de abajo hacia arriba, que involucra a la sociedad civil, las organizaciones locales e iniciativas más descentralizadas. Por eso, comprender y comparar estos enfoques puede ofrecer una información valiosa para ambos países, al promover el aprendizaje mutuo y la cooperación para mejorar la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible.

BR: ¿Qué oportunidades ve para una mayor cooperación en agricultura entre China y los países de América Latina y el Caribe (ALC), así como los países en desarrollo en general?

TP: China es uno de los mayores importadores mundiales de productos agrícolas. Este poder económico le brinda una oportunidad única, que también conlleva responsabilidad, a fin de impulsar un cambio positivo en las cadenas de valor agrícolas globales. Al exigir estándares de calidad más altos para estos productos, también aplica criterios de protección ambiental al fomentar, por ejemplo, los sistemas de trazabilidad. China puede desempeñar un papel transformador en la promoción de sistemas alimentarios más sostenibles y transparentes.

Más allá de simplemente establecer expectativas, China también puede ser un socio activo que apoya a otros países en la implementación de estos cambios. Ofrecer cooperación técnica, inversión en infraestructura e iniciativas de desarrollo de capacidades puede ayudar a traducir estos objetivos de política en resultados más prácticos y concretos. Para muchos países de ALC, este apoyo podría ser crucial, ya que permitirá alinear los estándares de sostenibilidad sin comprometer el crecimiento económico de estos países.

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