LA provincia de Hebei no es, quizá, uno de los destinos más conocidos de China debido, en parte, a su proximidad con Beijing, la metrópolis internacional y capital de una serie de antiguos regímenes. Hebei, sin embargo, cuenta con ricos atractivos turísticos: tiene 278 sitios históricos bajo protección de nivel nacional, los que la hacen la más importante del país.
Hace más de 5000 años, en lo que es la Hebei de hoy, el Emperador Amarillo derrotó a líderes de tribus rivales, como el Emperador Yan y Chiyou, uniendo así a la región y estableciendo la civilización china. Durante los periodos de Primavera y Otoño, y de los Estados Combatientes (770-221 a.e.c.), Hebei albergó los estados de Yan y Zhao, los cuales legaron un gran tesoro de preciosas reliquias culturales, que aún pueden ser vistas en la actualidad. Durante las dinastías Yuan (1271-1368), Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911), Beijing fue establecida como capital y la vecina Hebei jugó un papel importante en su protección.
Además de los sitios históricos, Hebei cuenta también con atractivos paisajes naturales. Es la única provincia que presenta todas las características geográficas de la topografía china: playa, llanura, lago, tierras accidentadas, montañas y mesetas. Las diferentes formas de relieve dotan a Hebei de un distintivo y cambiante paisaje natural durante las diversas estaciones. Entre los atractivos turísticos más populares para los viajeros nacionales e internacionales figuran la Gran Muralla, la Villa de Veraneo de Chengde y los templos de los alrededores, el Paso Shanhaiguan y la Estación de Esquí de Zhangjiakou.
Lo mejor de la Gran Muralla
La Gran Muralla es el orgullo y el símbolo de la nación china, así como uno de los milagros mundiales de la arquitectura antigua. Han pasado ya 2000 años desde el inicio de su construcción. Hoy en día, se extiende por más de 50.000 km, a través del centro y norte del país.
Para los entusiastas de la Gran Muralla, la mejor opción es ir a Hebei debido a sus 2000 km de antiguas fortificaciones que serpentean por toda la provincia. La Gran Muralla se inicia en el este en Shanhaiguan (Hebei) y termina en el oeste en Jiayuguan (provincia de Gansu). Muchas de sus secciones más famosas se encuentran en Hebei, incluyendo las de Jinshanling y Panjiakou, en la ciudad de Chengde; la de Luowenyu, en la ciudad de Tang-shan; y las de Jiaoshan, Jiumenkou y Shanhaiguan, en la ciudad de Qinhuangdao. Estas son las secciones mejor conservadas y más representativas de la colosal construcción. Hebei cuenta también con numerosos museos sobre la Gran Muralla y con el Templo de Meng Jiangnü (una figura legendaria, cuyo marido fue llevado, poco después del matrimonio, a construir las obras de defensa en la muralla y murió por exceso de trabajo), donde los visitantes adquieren una comprensión más profunda sobre la cultura de la Gran Muralla.
Los 10,5 km de la sección de Jin-shanling, en el límite entre el distrito de Luanping (Hebei) y el distrito de Miyun (Beijing), son considerados la quintaesencia de esta majestuosa creación. Es la parte mejor conservada, construida durante la dinastía Ming, y cuenta con la estructura más compleja.
Jinshanling tiene un sistema defensivo singular debido a que sus constructores se inspiraron en las experiencias que dejaron las guerras y las batallas para modificar el antiguo diseño. La sección estaba equipada con un sistema de alarma con faros, torres de vigilancia y pasos. Algunas de las características militares que hay aquí son raramente vistas en otras secciones de la Gran Muralla. Las torres de vigilancia, por ejemplo, son de diferentes formas (cuadrada, circular, en forma de L, larga o estrecha). Las “torres flecha” tienen tres, cuatro o cinco aspilleras. De pie, desde la cima de una “torre flecha” y mirando hacia lo lejos puede verse cómo la Gran Muralla conecta montañas y torres, lo que ofrece grandes e imponentes vistas.
Otra sección que emociona a los visitantes es la Gran Muralla Bajo el Agua de Panjiakou, 60 km al noroeste de la capital del condado de Qianxi, en Hebei. Durante la dinastía Ming era parte de la defensa contra los mongoles, correspondiente a la guarnición de Jizhen. Con el paso del tiempo y el cambio en los niveles del agua, una parte de la Gran Muralla quedó sumergida en el reservorio de Panjiakou, mientras que el resto permanece por encima de la superficie y se extiende a través de la montaña hacia el oeste. Los muros y torres sumergidos, visibles desde fuera del agua, se asemejan a un dragón que está nadando. Ambas partes forman un panorama singular y maravilloso que combina la antigua arquitectura militar con las vistas del lago y la montaña.
El Paso Shanhaiguan
Shanhaiguan es el primer paso en el extremo oriental de la Gran Muralla. Como su propio nombre sugiere (Shanhai significa “montaña y mar”) se opone a la montaña Yanshan, con vista al mar de Bohai. El paso era fácil de defender, pero difícil de atacar, por lo que era una importante línea defensiva para la capital de Ming. A principios de esta dinastía, el pueblo de Shanhaiguan era una importante ruta para viajeros y comerciantes. Durante las guerras, la puerta del pueblo era firmemente cerrada, mientras que en tiempos más pacíficos se encontraba bien abierta, abarrotada de personas y carruajes por dentro y por fuera.
Hace más de 600 años, cuando los Ming derrotaron a la dinastía Yuan, las fuerzas restantes de los derrotados se retiraron hacia el norte, donde continuaron los enfrentamientos con el ejército Ming. Por lo tanto, Zhu Yuanzhang, el primer emperador Ming, envió a su general Xu Da a reforzar la Gran Muralla. Xu construyó Shanhaiguan en 1381, debido a su ubicación estratégica entre Beijing y Shanyang, adquiriendo una gran importancia militar.
El pueblo de Shanhaiguan es un cuadrado con una puerta en cada lado. La que se encuentra en el este es la mejor conservada y una placa con la inscripción “Primer paso bajo el cielo”, que data de la dinastía Ming, cuelga sobre ella. Los muros del este y del oeste del pueblo son parte de la Gran Muralla.
Shanhaiguan es un paso de elaborado diseño y fuertemente fortificado. Se construyeron barbacanas fuera del pueblo y rodeando las cuatro puertas, lo que ofrecía una protección extra. De este modo, al enfrentar una invasión, sus defensores podían lanzar simultáneos ataques desde los otros tres lados ubicados fuera de las puertas de la ciudad. Más allá de las barbacanas hay otras construcciones, las cuales conforman un sistema defensivo de muchos niveles.
Mientras la Gran Muralla es comparada a menudo con un dragón, la imponente construcción en su extremo oriental que se adentra en el mar ha sido llamada, con mucho sentido, “Vieja cabeza de dragón”. En la zona hay cuarteles que datan de la dinastía Ming, campos de instrucción, un templo para el Dios del Mar, entre otros sitios de interés histórico.
Aproximadamente a 4 km al este de Shanhaiguan, el Templo de Meng Jiangnü se levanta con sus muros rojos y tejas grises en la Montaña Fénix. El templo fue construido en honor a la heroína por la lealtad hacia su marido, quien murió en el levantamiento de la Gran Muralla, y por su valor al rebelarse contra la injusticia. Fue construido antes de la dinastía Song (960-1279) y renovado luego durante la dinastía Ming.
A unos 3 km al norte de Shanhaiguan está la Montaña Jiaoshan (Montaña del Cuerno), cuyo pico más alto alcanza los 519 metros. Es la primera montaña que atraviesa la Gran Muralla y es conocida también como los “cuernos” de este “dragón de piedra”. En la montaña se encuentra el centenario templo de Qixian (un refugio para virtuosos y eruditos), que fue un lugar de veraneo para los literatos durante las dinastías Ming y Qing. Se cree que es la cuna de la cultura Shanhaiguan, la cual es un sincretismo del confucianismo, el taoísmo, el budismo y la caballerosidad.
La Villa de Veraneo Imperial en Chengde
y los templos
La Villa de Veraneo se ubica en el norte de la ciudad de Chengde. Como resort imperial de verano, en el que los emperadores Qing manejaban los asuntos de Estado durante sus vacaciones, fue testigo de importantes acontecimientos de la monarquía, por lo que es una valiosa fuente para la investigación de este periodo histórico. La construcción de este complejo real, a 230 km de Beijing, duró más de 90 años a partir de 1703, durante el reinado de tres emperadores. Destaca entre los palacios reales chinos por su montaña natural, los ríos de los alrededores y su tamaño sin parangón. Es el doble del Palacio de Verano de Beijing. Más de 120 conjuntos arquitectónicos, de encanto distintivo oriental, se sitúan en medio de frondosos bosques, ondulantes montañas y serpenteantes ríos, constituyendo un paisaje tradicional.
El complejo consta de dos partes: la zona del palacio y la zona de ambiente natural, con lagos, llanuras y montañas. La masa de agua se divide por represas e islotes en cinco partes conectadas por puentes. Las construcciones de la orilla han sido artísticamente alineadas con elementos indiscutiblemente tomados de los clásicos diseños de las provincias del sur.
La llanura está formada por prados y arbustos. Alguna vez fue el lugar del Wanshu, o el “Jardín de Diez Mil Árboles”, y de 28 yurtas mongolas de diferentes tamaños, de las cuales la más grande tenía 24 metros de diámetro y era un temporal palacio del emperador en el que daba la bienvenida a los nobles, los altos funcionarios de diversas nacionalidades, los líderes religiosos y los enviados diplomáticos del extranjero.
En el oeste y norte de este complejo se encuentran las áreas montañosas, ampliamente cubiertas de árboles, donde la temperatura es 4°C o 5°C menos que en el centro de Chengde. Es una oportunidad para escapar del calor y el bullicio de la vida moderna.
Los Ocho Templos Exteriores, cerca del Complejo de la Villa de Veraneo Imperial de Chengde, forman el mayor grupo de templos reales del mundo. Los emperadores Qing destinaron grandes cantidades a su construcción y obtener así una bendición divina para la seguridad y estabilidad de la nación. En realidad, hay doce templos. Como ocho de ellos fueron administrados directamente por la Corte de Asuntos Coloniales de Qing, en Beijing, se les denomina los Ocho Templos Exteriores. Las estatuas de 10.000 Budas y una serie de objetos rituales se encuentran bien conservados. Los templos adoptaron características arquitectónicas de diferentes culturas étnicas de China, como la manchu, la han, la tibetana y la uigur, lo que encarna la integración y solidaridad de la nación, y evidencia la apertura y creatividad de los arquitectos chinos del siglo XVIII.
Estos templos y el Complejo de la Villa fueron declarados Patrimonio Cultural Mundial por la Unesco en 1994.
El Templo Puning (Paz Universal) es el más típico de este grupo y fue el primero en ser construido en Chengde por el emperador Qianlong (1711-1799) de la dinastía Qing como una forma de reverencia hacia el budismo tibetano. Sirvió como enlace entre el gobierno central y los tibetanos, mongoles y otros grupos étnicos de las zonas fronterizas. Fue también la sede del abad principal que supervisaba todas las lamaserías en Chengde, según lo señalado por el emperador. El Templo Putuo Zongsheng se inspiró en el Palacio Potala de Lhasa, en el Tíbet. Putuo Zongsheng es una transliteración china del tibetano “Potala” y, por lo tanto, es apodado como el Palacio Potala Menor. Fue construido en las montañas y sigue los estilos arquitectónicos tibetanos, lo que es evidente en las falsas ventanas decorativas, las construcciones blancas de partes superiores planas, puertas arqueadas y pagodas de lamas en forma de campana. Aunque fue construido a lo largo de un eje, el diseño simétrico y los anillos de los patios se conectan estrechamente para representar así características arquitectónicas Han.
Chongli, un paraíso para el esquí
Hace más de 1000 años, el poeta Li Bai, de la dinastía Tang, escribió: “Los copos de nieve en Yanshan (cresta de una montaña en Hebei) son tan grandes como esteras”. Ello no sería difícil de imaginar si usted hubiese visto alguna vez la profundidad de la nieve en las montañas, durante el invierno, en el distrito de Chongli, ciudad de Zhangjiakou, en el noroeste de Hebei.
La región es el centro de esquí más cercano a Beijing, a tres horas de viaje por 249 km. Se encuentra en una zona de transición entre la Meseta de Mongolia Interior y la Llanura del Norte de China, y es un terreno accidentado con montañas, prados y bosques, con un 30 % de cobertura forestal. Estos factores han contribuido a que presente un largo periodo de 150 días al año de nevadas y una mayor calidad de la nieve, con gránulos duros, viscosidad de los copos, entre otros parámetros, que hacen de Chongli un paraíso para el esquí.
Los deslizamientos por las altas pendientes en trineo o motonieves son anhelados por todos.
Para los amantes de la historia, Changchengling (la Cordillera de la Gran Muralla) es una buena opción. Esta recientemente creada estación de esquí, a 18 km de Chongli y que abarca más de 1530 hectáreas, ha sido galardonada por la Administración General de Deportes de China y la Asociación de Esquí de China como la estación de esquí ideal del norte del país. Debe su nombre a su proximidad con una sección de la Gran Muralla de la dinastía Ming. Los restos de la muralla y las torres de faro a lo largo de esta pueden ser observados a través de la blancura infinita del horizonte, hacia el suroeste.
Chongli tiene en la mira albergar los Juegos Nacionales de Invierno, los Juegos Asiáticos de Invierno e, incluso, los Juegos Olímpicos de Invierno, para lo cual se han construido servicios de esquí e instalaciones de acuerdo con los más altos estándares internacionales.
Para los amantes del esquí, este lugar es ciertamente un regalo caído del cielo.