LA noche del 19 de febrero de 2013 un ciudadano de Nanjing vio un objeto con luces rojas desde su balcón, “¡Dios, un OVNI!”. En seguida periodistas visitaron a Wang Sichao, investigador del Observatorio Zijinshan (Montaña Púrpura) de la Academia de Ciencias de China, para aclarar la situación. Al analizar el video que ofreció el ciudadano, Wang sacó esta conclusión: debía ser un farol que flotaba en el aire.
En Nanjing, e incluso en todo el país, cualquier objeto celeste, como un OVNI, hace que uno se acuerde de Wang Sichao. En 1957 sacó la mejor nota en el examen de acceso a la universidad de la provincia de Guangdong y después se formó como astrónomo, especializándose en planetología. Así mismo fue el iniciador de los estudios de meteoritos en China. Desde hace 42 años es un gran aficionado del estudio de los OVNI y su éxito ha llamado la atención del mundo.
Los OVNI son un enigma mundial. Tras más de 60 años de investigaciones en numerosos países no se ha encontrado una respuesta precisa. Wang explicó que los OVNI siempre llegan inesperadamente, solo pudiendo ser observados durante unos minutos y luego desaparecen rápidamente, lo que hace difícil observarlos con telescopios de grandes magnitudes. Así solo se puede depender de las observaciones de los testigos normales o con experiencia. “Como es difícil observarlo de manera científica, no es fácil concretar la distancia, el tamaño y la velocidad de los OVNI. Sin estos datos no se puede realizar un análisis. Por eso, las investigaciones sobre OVNI siempre se ponían en duda en el pasado.”
Tras una gran cantidad de reportajes de observaciones fiables y verificables, el investigador Wang aplicó por primera vez en el mundo el análisis cuantitativo en los estudios de OVNI. Desde 1971 ha observado e investigado detenidamente más de 20 OVNI de diferentes formas aparecidos en China. Descubrió que en el espacio terrestre entre 130 y 1.500 km hacia la Tierra han aparecido muchas veces OVNI volando a una velocidad inferior a la primera velocidad cósmica. AAlgunos de ellos vuelan a 0,29 km cada segundo, que equivale al 1/25 de la primera velocidad cósmica, y pueden volar 25 minutos paralelamente a la superficie de la tierra a una altura de 1.460 km. “Esto muestra que podría ser un objeto volador extraterrestre que es capaz de resistir la gravedad de la Tierra. Si no, sería atraído por ella”.
El 20% de los numeroso incidentes de OVNI que Wang ha estudiado pueden ser excluidos de causas humanas. Él ha dividido unos cien incidentes típicos de OVNI en más de diez tipos. Entre ellos, pone énfasis en el análisis de los incidentes de los OVNI observados simultáneamente en más de dos lugares. De dichos tipos, 7 se puede explicar con existentes fenómenos naturales o humanos y 8 son todavía inexplicables.
En las últimas décadas se ha formado en China un grupo de aficionados a los OVNI de alto nivel que tienen el objetivo de descubrir la verdad. Los aficionados vienen de todas las partes del país y forman una enorme y efectiva red de observación.
En septiembre de 1979 el postgraduado de la Universidad de Wuhan, Zha Leping, fundó el primer grupo académico civil de OVNI en China, surgiendo así rápidamente una ola de estudios civiles sobre OVNI a nivel nacional. A finales de 1990 se fundó la Asociación de OVNI de Yiwu. Ahora estos estudios están cada día más estandarizados poniendo a China a la vanguardia mundial en las investigaciones de OVNI.
La Organización de Investigación de OVNI de Beijing se fundó en 1984 y entre sus miembros hay profesores, estudiantes, científicos y funcionarios gubernamentales. Cuenta también con muchos aficionados y cibernautas. Entre ellos no faltan científicos famosos, como el matemático Chen Jingrun, quien resolvió la conocida Conjetura de Goldbach.
Además de la pequeña cuota anual que pagan, los miembros tienen que comprar o alquilar equipamientos o instalaciones para la investigación y la observación. Afortunadamente en 1994 consiguieron los apoyos económicos de la Comisión Municipal de Beijing de Ciencia y Tecnología y de la Asociación de Beijing para Ciencia y Tecnología. De ahí que cambiara su situación económica y mejorase su desarrollo académico.
Se puede decir que los incidentes en los últimos años son “más” numerosos que antes. La mejora del nivel económico de la población ha hecho que mucha gente tenga cámaras y la conciencia de tomar fotos o filmar los OVNI. Al tener estos preciosos datos, los miembros de la organización en seguida empiezan a investigar, organizan discusiones en red y bancos de datos.
Los miembros creen que existe vida extraterrestre inteligente y suponen que viven muy lejos, a una distancia de más de cien años-luz. Es decir, a una velocidad de 300 mil km por segundo se necesitarían cien años para llegar.
En opinión de Wang Sichao, es mejor que no imaginemos a los extraterrestres según el nivel científico y tecnológico de nuestro mundo. “Ellos quizá cuentan con una ciencia y tecnología mucho más desarrollada que la nuestra. Podrían resolver el problema de la escasez de energía y llegar a otros planetas sin vida para explotar minerales o crear nuevos materiales. No necesitan atacar la Tierra o saquear los recursos terrestres”.
“En cuanto a los contactos directos con la vida extraterrestre inteligente tenemos que mantener una actitud de prudencia, amistad y respeto. No hay que provocarles, pero hay que investigar activamente la civilización estraterrestre”, Wang Sichao comentó. Las señales de radio de nuestro planeta ya puede transmitir hasta una distancia de más de cien años-luz, por eso, como los extraterrestres deben contar con una ciencia y tecnología muy desarrollada, para ellos es fácil saber si hay o no vida inteligente en la Tierra.