En cuatro años transcurridos desde el otoño de 2013, cuando el presidente chino, Xi Jinping, planteó en Kazajistán e Indonesia la construcción conjunta de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y de la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI (La Franja y la Ruta), la iniciativa ha pasado de ser una ideología a convertirse en una acción y ha pasado de ser un deseo a convertirse en una realidad, dando múltiples frutos.