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La buena cosecha entre China y América Latina

Por YANG ZHIMIN*
 

9 de abril de 2013. Máquinas agrícolas de Chery Heavy Industry Co., Ltd. se exhiben en la Exposición Internacional de Maquinaria Agrícola, celebrada en Nanjing, provincia de Jiangsu. CFP

UN informe del Banco Interamericano de Desarrollo señala que “China y América Latina (AL) parecen haber estado predestinados a ser importantes socios comerciales, pues en los últimos veinte años, China ha necesitado un suministro continuo de materias primas para mantener su alto crecimiento económico, mientras que AL es una de las pocas regiones de la Tierra ricas en recursos naturales”. Lo cierto es que desde hace más de diez años, una complementariedad recíproca en el abastecimiento de recursos ha impulsado el estrechamiento de la relación comercial entre China y AL, y hoy en día sigue siendo un factor determinante en el desarrollo del comercio bilateral. La cooperación de ambas partes en el terreno de la producción agrícola es un ejemplo importante de ello.

Cooperación mutua en agricultura

Al ser un país muy poblado, China cuenta con muy escasos recursos agrícolas por persona, como es el caso de la tierra, el agua, etc. La superficie cultivable per cápita no llega a los 1,4 mu (15 mu=1 hectárea), un 40% del promedio mundial, mientras que el recurso hídrico per cápita representa solo una cuarta parte de la media global. Una situación totalmente distinta se vive en AL, donde hay una población mucho menor a la china y donde hay, además, abundantes recursos hídricos, tierra cultivable y una desarrollada silvicultura, ganadería y pesquería. Gracias a sus favorables condiciones naturales, AL se ha convertido en un importante abastecedor de productos agrícolas de zonas templadas y tropicales.

Gracias a esta notable complementariedad, en las últimas décadas, especialmente en los últimos diez años, la cooperación en agricultura entre China y AL ha registrado un enorme progreso. Hasta 2011, la exportación de productos agrícolas latinoamericanos llegó a ocupar un 35% de todas sus exportaciones a China. Ese mismo año, un 22% de todas las exportaciones de AL fueron productos agrícolas. Según estadísticas de 2011, el comercio de productos agrícolas entre China y AL sumó 27.400 millones de dólares. Se prevé que en los próximos cinco años el comercio agrícola bilateral supere los 40.000 millones de dólares, gracias a los esfuerzos en ambos lados.

Este comercio de productos agrícolas, caracterizado por una complementariedad de ventajas, ha traído ganancias compartidas para ambas partes. Para China, la importación de productos de uso intensivo de tierra, como la soya de Brasil y Argentina, ha incrementado el abastecimiento efectivo en su mercado interno, ha asegurado la superficie de cultivo de cereales como el trigo y el maíz, y ha facilitado que se garantice el suministro de cereales nacionales. Para América Latina, estos últimos años de alta demanda china por productos primarios, incluidos los cereales y la soya, han elevado en gran manera el precio de estos productos en el mercado internacional, lo que ha beneficiado mucho la exportación de productos primarios de AL tanto en cantidad como en precio.

Nuevos modelos de

cooperación

Sin embargo, esta estructura comercial, caracterizada por la exportación de productos acabados desde China a AL y la exportación de materias primas y productos primarios desde AL a China, ha despertado preocupaciones por el resurgimiento de un comercio dependiente. Esta intranquilidad se centra en el alto porcentaje de productos primarios que se exportan a China, lo que generaría en AL una dependencia en la economía china. Tomando en cuenta la historia económica de AL, China comprende esta preocupación. Desde su independencia hasta la década de 1930, se aplicó en la región latinoamericana un modelo de desarrollo orientado a la exportación de productos primarios. Bajo este modelo, AL vivió diversas etapas de prosperidad económica, como ocurrió con el café, el caucho, el algodón, etc. Sin embargo, la felicidad duró poco y todas estas burbujas se rompieron con la llegada de la Gran Depresión. El desarrollo de los países latinoamericanos cayó y estos se vieron obligados a transformar su modelo económico.

No obstante, hoy en día la exportación a China no está reviviendo esta historia. Por una parte, la dependencia de AL de antaño tenía mucho que ver con el viejo sistema económico mundial y la división del trabajo de aquel entonces. Los países latinoamericanos trataron de aprovechar las ventajas comparativas, pero su estructura comercial, caracterizada por la exportación de productos agrícolas y la importación de productos acabados, no pudo evitar los contratiempos. Por este motivo, los Términos de Intercambio (TOT, siglas en inglés) de AL no lograron mejorar sino que empeoraron muchas veces. Actualmente, aunque los productos primarios ocupan un lugar primordial en las exportaciones latinoamericanas a China, se ha registrado un notable mejoramiento de los TOT, en los que, según el Banco Interamericano de Desarrollo, China ha hecho una gran contribución.

Según las estadísticas, entre 2001 y 2010, los TOT de AL han crecido un 20%, debido principalmente al precio relativamente alto de las materias primas y al precio bajo de los productos acabados, dos precios que se relacionan estrechamente con la demanda interna de China y el papel del país en el mercado internacional. Por otra parte, China ha contribuido con mantener una importante demanda, pues sus pedidos de productos primarios, incluidos los agrícolas, mantienen un constante incremento debido al continuo desarrollo económico y a la mejora del nivel de vida del país. En realidad, la demanda china también ha desempeñado un importante papel en la lucha contra la crisis económica. Un informe de la CEPAL indicó que, después del estallido de la crisis financiera internacional en 2008, la demanda china ha sido un factor que le ha permitido a AL superar este problema. Por ello, la cooperación agrícola entre China y AL es un elemento importante de la cooperación Sur-Sur.

Gran potencial

Si en estos últimos diez años, China y AL han experimentado un veloz desarrollo comercial, se espera que la relación bilateral entre en una nueva etapa de acelerado crecimiento de la inversión para los próximos años. Tanto las compañías como los empresarios chinos acelerarán las inversiones y la cooperación en el sector agrícola latinoamericano. En realidad, aunque no son muchos, empresas e inversionistas chinos ya han logrado emprender inversiones agrícolas en AL. En un tiempo, entre las empresas chinas surgió una fiebre por arrendar suelos en América Latina para la gestión agrícola. Es preciso recalcar que muchos países latinoamericanos tienen una cordial actitud hacia la inversión china, pero surgieron preocupaciones en torno a un supuesto neocolonialismo. En realidad, si ambas partes logran aprovechar plenamente las ventajas comparativas y la complementariedad en la producción agrícola, en las extendidas tierras latinoamericanas no solo se cultivarán más productos agrícolas de alta calidad, sino que también aumentará el abastecimiento de estos productos a nivel mundial, lo que tendrá un importante carácter estratégico para la seguridad en el suministro de cereales tanto para China como para AL y el mundo.

La agricultura siempre fue considerada en China como base de la economía nacional y ha influido en la estabilidad social y en la seguridad del Estado. El abastecimiento de cereales es un asunto primordial que tiene que ver con la alimentación de 1.300 millones de personas y es la clave de la agricultura china. Un punto a favor es que la producción de cereales en China se incrementó en 2012 por noveno año consecutivo, lo que sirvió para responder la pregunta planteada por algunos estudiosos extranjeros sobre “¿quién iba a alimentar a China?” y también para reafirmar la capacidad de autoabastecimiento del país. No obstante, dicha pregunta sigue siendo una advertencia para la agricultura china. Debido al desarrollo económico del país y al aumento de su población, la demanda doméstica por productos agrícolas viene creciendo. Del mismo modo, ha aumentado la presión de abastecimiento interno, el cual está sometido a muchas limitaciones. Al mismo tiempo, la elevación del nivel de vida ha traído consigo la necesidad de productos de mejor calidad, por lo que la importancia que AL tiene en China como fuente de recursos agrícolas viene creciendo continuamente.

China cuenta con una larga historia en lo que respecta a producción agrícola y ha acumulado valiosas experiencias en cultivo y arado, situándose a la vanguardia mundial en cuanto a tecnología, personal calificado y herramientas. Además, dispone de más de 50 años de experiencia en la cooperación agrícola con otros países y más de 20 años de inversiones en el exterior en este terreno. A partir de la década de 1990 se asentaron las bases para la cooperación en esta materia con el ingreso de empresas chinas en México, Brasil, Argentina, Cuba, entre otros países. Sin embargo, ya sea en su propio desarrollo o en la cooperación con otros países y regiones, China tiene mucho por hacer, lo que hace que exista un gran potencial en la cooperación con AL.

Acuerdo común

El fomento de la cooperación agrícola con AL se ha convertido en un consenso para las autoridades, empresas e instituciones académicas. En 2008, el Gobierno publicó el Documento sobre la Política de China hacia América Latina y el Caribe, un programa para orientar el desarrollo de la relación bilateral entre China y AL. En los capítulos sobre la economía, se planteó promover las inversiones en agricultura, silvicultura y pesquería, incrementar la cooperación agrícola entre ambas partes, promover el intercambio de tecnología, información y comercio de productos agrícolas, con el fin de garantizar una seguridad conjunta en el abastecimiento de cereales.

En 2012, durante su discurso en la CEPAL, el entonces primer ministro de China, Wen Jiabao, abogó por una mayor cooperación agrícola entre China y AL, mediante el establecimiento del Foro de Ministros de Agricultura, del Mecanismo de Reservas de Emergencia de Cereales entre China y AL, del Fondo Especial para el Desarrollo de la Cooperación Agrícola entre China y AL, así como el fomento de la cooperación tecnológica, del intercambio de personal calificado, entre otras medidas.

Las empresas chinas son también un impulsor importante para la cooperación agrícola con AL. Hoy en día, incluso las empresas del oeste del país, la zona menos desarrollada, han establecido exitosamente centros de plantación en varios países latinoamericanos, y siguen creciendo.

El tema agrícola con AL es también un tema candente para los institutos de investigación. Los gobiernos, las empresas, las instituciones financieras y los inversionistas necesitan frecuentemente de asesorías profesionales en cuanto al rumbo que va tomando el desarrollo agrícola de AL. Aunque hay todavía muchos obstáculos por superar, puede verse con mayor claridad una perspectiva brillante y optimista en la cooperación agrícola entre China y AL.

*Yang Zhimin es profesor del Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales.