Por MICHAEL ZÁRATE
MILTON von Hesse estuvo en China en marzo pasado, como parte de la delegación oficial que encabezó el presidente de Perú, Ollanta Humala. Sin embargo, dentro de unos días volverá a Beijing -una ciudad en la que dice que se respira historia y tradición- para participar en el Primer Foro de Ministros de Agricultura de China y América Latina, donde, entre otros temas, espera concretizar el interés mostrado por China en el ingreso de la quinua a su mercado. Ante tan importante evento, Von Hesse decidió conceder en Lima una entrevista a China Hoy para esbozar los lineamientos de su política agroexportadora con respecto a China.
China Hoy (CH): El año pasado, como parte de su gira por Latinoamérica, el entonces primer ministro Wen Jiabao propuso la creación de un Foro de Ministros de Agricultura de China y América Latina, el cual se llevará a cabo este mes de junio. ¿Cuál cree que es la importancia de una cita como esta en el marco de un mundo todavía afectado por la crisis financiera?
Milton von Hesse (MVH): Es muy importante que Latinoamérica y Asia se junten para explorar y profundizar más sus relaciones comerciales. En estos últimos años hemos visto cómo el mundo tradicional se ha ido cayendo o desacelerando tremendamente, mientras que los bloques latinoamericanos y asiáticos han estado creciendo a cifras muy interesantes para el mundo.
Si hablamos en un plano más específico, China y Perú tienen que ser socios comerciales de primer orden. A nosotros nos interesa China, y a China le interesa Perú. Nos interesa China porque sus 1.350 millones de habitantes no pueden darse el lujo de no tener una oferta alimenticia adecuada, y creo que a los chinos les interesa mucho tener a Latinoamérica como una fuente complementaria de alimentos.
Uno podría ver a Asia como un mercado de commodities exclusivamente para granos y cereales, pero, por ejemplo, el mercado más sofisticado hoy en día para la uva peruana es el chino. Los chinos son los más exigentes y los que pagan el mejor precio. Es una relación mutuamente beneficiosa. Si Perú juega bien sus cartas y tiene una estrategia comercial adecuada podrá tener acceso a un mercado enorme, no solamente para sus commodities sino también para sus productos exclusivos, como la uva. La quinua puede tener también un potencial desarrollo allá en China.
CH: El Ministerio de Agricultura de Perú inició las negociaciones para firmar un Memorándum de Entendimiento o Convenio Bilateral con China, que será suscrito justamente en este Primer Foro de Ministros de Agricultura de China y América Latina. ¿Qué frutos espera usted alcanzar en el Foro y en esta nueva visita a Beijing?
MVH: En primer lugar, tenemos toda una línea de cooperación técnica. Nosotros aspiramos a que, a través de la asistencia técnica sobre todo en investigación aplicada, seamos beneficiarios del conocimiento mundial que China posee para aplicarlo y adaptarlo inmediatamente en Perú. Uno de los puntos del Memorándum de Entendimiento es que China colabore con nosotros en investigación adaptativa. Eso es muy importante.
Un segundo punto es el acceso a mercados, donde, a su vez, hay distintos puntos. Uno de ellos es el reconocimiento de la autoridad sanitaria peruana para los procesos exportadores a China. Esto ya se da con el espárrago, pues la autoridad sanitaria china reconoce al Senasa (Servicio Nacional de Sanidad Agraria de Perú) como una entidad sanitaria válida, así que el espárrago puede entrar libremente a China con la certificación peruana. Es un gran paso y aspiramos a que eso se pueda extrapolar a otros productos y ojalá, algún día, a toda la oferta agropecuaria peruana.
Un tercer aspecto de lo que quisiéramos con China es explorar la posibilidad de acceder a una cooperación, pero en términos de maquinarias y equipos. China, por sus características, cuenta con una tecnología muy particular para el campo, con tractores que se adaptan muy bien a las laderas y a la geografía peruana. Queremos explorar qué posibilidades de cooperación hay en esa línea de acción.
CH: La reciente visita del presidente Ollanta Humala a China trajo consigo una noticia importante: el interés que el Gobierno chino ha mostrado en el ingreso de la quinua a su mercado. En febrero, China Hoy publicó un artículo sobre los esfuerzos que el Gobierno de Bolivia viene haciendo también para promover la quinua. ¿Qué posibilidades concretas ve usted en este tema?
MVH: La quinua es una de las fuentes de proteínas vegetales más importantes. Desde una perspectiva nutricional, la quinua tiene todas las características para ser un alimento del futuro. La NASA la ha usado como base de la dieta de sus astronautas y ello ha generado que la quinua se haya concentrado en los segmentos más especializados de alimentos nutricionales en el mundo. Por eso su alto precio hoy en día.
Sobre la base de eso, vemos que la quinua tiene un potencial muy grande y apuntar a un mercado como el chino sería importantísimo. Pero hay que poner las cosas en su justa dimensión. Hoy en día, la quinua es un producto orientado a las élites. Por ejemplo, imaginemos que todos los chinos quieran comer mañana un poco de quinua todos los días. Ni Perú ni Bolivia ni Ecuador tienen la posibilidad de satisfacer esa demanda en el corto o mediano plazo. Entonces, la estrategia debe dirigirse primero a los segmentos más específicos dentro del mercado chino y luego orientarse a la masificación progresiva de su consumo. Eso sería lo ideal para nosotros.
CH: Durante su visita en marzo pasado, usted pudo reunirse con el presidente de la Administración Estatal de Cereales de China, Ren Zhengxiao. ¿Qué resultados obtuvo y qué próximas medidas tomará su institución para promover la quinua y otros cereales?
MVH: Perú no es un país competitivo en cereales de climas templados, como el trigo o la soya. Por ese lado no tenemos muchas posibilidades en el mercado chino. Nuestra apuesta es por los cereales andinos y desarrollar una estrategia en la que no solo podamos exportar quinua, sino que esta sea un elemento de avanzada de una oferta más potente, en la cual podamos incluir a la kiwicha y al tarwi. Son productos que no se conocen en China, pero que tienen también propiedades nutritivas muy importantes y que pueden constituir una alternativa a los cereales tradicionales.
En la reunión con el señor Ren Zhengxiao le hicimos saber esto y acordamos que sería bueno trabajar una estrategia conjunta, cuyos elementos discutiremos en este Foro de Ministros de Agricultura de junio. Por otro lado, a mí también me interesó mucho la posibilidad de ser un abastecedor eventual de algún grano como el arroz, pero ahí los costos de transporte nos sacan del mercado. Fue una reunión breve, pero quedamos en retomar el tema de la quinua y los cereales andinos durante el Foro.
CH: Usted suscribió también un memorándum de entendimiento con el Ministerio de Agricultura de China para la cooperación en el campo de la investigación y el desarrollo en materia de ciencia y tecnología agrícolas. Este acuerdo le permitirá a Perú contar con un Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias y Tecnología Agrícolas. ¿Para cuándo se espera contar con este Centro y cuán beneficioso será?
MVH: Nosotros tenemos una estrategia, pero lo que tenemos que hacer es adaptarla a la posibilidad de cooperación en corto plazo de China, así que vamos a discutirlo formalmente en este Foro de Ministros de Agricultura. Nosotros tenemos una estrategia a mediano y largo plazo para renovar todo nuestro sistema de investigación y extensión agraria, pero, a partir de este memorándum, nos gustaría ver cómo podemos acelerar la implementación de esa estrategia a partir de una estación experimental, potenciándola con la asistencia técnica china y focalizándola en un ámbito determinado de Perú. Eso es lo que queremos plantear en China. Pero somos flexibles. Si nuestra propuesta no es la más adecuada para lo que China puede ofrecer, podemos llegar a un acuerdo que sea fruto de la exploración conjunta.
CH: Una de las directrices de la política económica china es acelerar su demanda interna y, por ello, muchos países de América Latina ven que esta es la gran oportunidad para incrementar su oferta exportadora. El espárrago peruano ya está en el mercado chino y en los supermercados puede verse la uva peruana. ¿Qué otros productos podrían tener una oportunidad?
MVH: Es justamente algo que tenemos que trabajar en conjunto. Por ejemplo, no exportamos más espárragos porque el flete es muy alto. No tenemos una conectividad directa entre Lima y Shanghai o cualquier otra puerta de entrada al mercado chino, y eso hace que el flete muchas veces nos reste competitividad. El costo es muy alto. El Gobierno peruano está trabajando con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (de Perú) para identificar y potenciar frecuencias aéreas más directas entre Lima y el puerto de destino más conveniente de China. Esa es toda una estrategia que lidera el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (de Perú) y que facilitará que otros productos vayan.
Por ejemplo, el espárrago se exporta a China en avión. Entonces, es importantísimo tener esa conectividad. Los productos perecibles que pueden conservarse mejor en viajes largos en barco, como la uva, son un potencial importante. Yo espero que en algún momento los berries puedan llegar con mayor opción a China y ojalá que los mangos tengan una posibilidad de profundización. Yo creo que una vez que se conozcan más las características de la demanda del mercado chino, los exportadores peruanos van a sacarle provecho a eso, y eso también va a permitir reducir los costos de flete.
CH: ¿Diría usted que hay poco conocimiento en Perú de la demanda china?
MVH: Yo creo que ya la están conociendo. En cítricos también hay un potencial importante. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la consolidación en un mercado como el chino no solo depende de lo que ellos quieran comprar, sino de lo que nosotros podamos ofertar. La producción agrícola es estacional. Perú llega hoy a los mercados mundiales asociado a veces con otros comercializadores, como los chilenos, españoles u holandeses. Sin embargo, creo que en la medida en que pase el tiempo vamos a conocer más y mejor los gustos chinos. Pero ahí el Estado peruano tiene que hacer su trabajo: ver los protocolos fitosanitarios entre ambos países, ver otro tipo de restricciones comerciales que puedan existir e ir alisando el camino para que luego las empresas privadas hagan su trabajo.
CH: ¿Qué representa China en estos momentos para la política agroexportadora de Perú?
MVH: Un gran potencial. China es un país muy importante. Estamos al otro lado del Pacífico y todavía hay restricciones naturales, como la distancia y los costos del transporte. Pero, por otro lado, cuenta con una ventaja enorme: tener 1.350 millones de personas es un tremendo mercado. Ya tenemos un TLC con China y ahora queda explotar ese mercado. Si solo una fracción pequeña de ese mercado se vuelve fiel a la oferta exportadora peruana, vamos a tener un potencial enorme.
Una llama, de Perú, atrae a muchos visitantes en la VI Feria Internacional de la Industria de Creatividad Cultural, Beijing, China. Cnsphoto