Por MAURO JIMÉNEZ LAZCANO*
Existe una expectación mundial por la próxima Cumbre de los BRICS que se reunirán este mes en Xiamen; sobre todo por la nueva situación internacional que se ha tensado en los meses recientes a raíz de la toma de posesión del presidente Donald Trump, al mando de los Estados Unidos.
Los países BRICS son un bloque económico, político y militar de contención a cualquier acción internacional fuera del marco de convivencia pacífica que pudiera intentar el presidente Donald Trump, sobre todo en lo relativo a la paz en el sudeste asiático y también en las relaciones económicas con México.
Este bloque de los países BRICS se ha constituido en una nueva fuerza política internacional bajo los principios de “convivencia pacífica y desarrollo”.
Como se sabe Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que integran este bloque internacional, cuentan con más de una tercera parte de la población mundial y del PIB global, por lo cual, sus puntos de vista y posiciones internacionales ante la ONU, la OMC, la OECD y otros, deben continuar siendo favorables a la cooperación económica entre las naciones, el respeto a la soberanía nacional de las mismas y la convivencia pacífica, de tal suerte que tanto el bloque mismo como su participación individual en la ONU actúen en favor del mantenimiento de la paz mundial y de la no utilización de las fuerzas militares y de las armas nucleares, en la solución de cualquier conflicto internacional que se plantee.
Nosotros, como mexicanos, siempre respetuosos de la soberanía de las naciones, esperamos que la acción de este conjunto de grandes naciones: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, continúen laborando en favor de un desarrollo pacífico, efectivo y justo de la humanidad, en este siglo XXI, en el que creemos que la ciencia y la tecnología deben enfocarse a la solución de los grandes problemas de la humanidad, tanto económicos como de sanidad, cultura, educación y bienestar para la mayoría de personas que pueblan el globo terráqueo.
Pensamos que los planteamientos que ha realizado el Gobierno y el pueblo chinos, en su política de La Franja y la Ruta, para lograr el desarrollo de las naciones pobres de los continentes de Asia, África y de América Latina, son un ejemplo de lo que los países BRICS pueden realizar cada vez con mayor amplitud y efectividad.
Creemos nosotros, como parte del pueblo mexicano, en calidad de periodistas redactores de nuestra Revista Macroeconomía que todas las capacidades de las naciones con mayores recursos económicos, tecnológicos y científicos, entre ellas Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, deben enfocarse, como ahora lo intentan los BRICS a combatir el hambre, la enfermedad, la ignorancia y el atraso de las naciones más pobres del mundo.
No es el momento actual un tiempo para regresar al aislacionismo de las grandes potencias, como ahora se ve en algunas de ellas, sino al contrario, es la oportunidad de lograr la unidad de esfuerzos económicos, tecnológicos y científicos para llevar a toda la humanidad a mejores niveles de vida, de educación, de salud, de cultura; y no desperdiciar la riqueza mundial en armamentos que pronto se vuelven obsoletos e inútiles.
El siglo XXI debe marcar una nueva época de colaboración mundial entre los países y de paz internacional para lograr el progreso de todas las naciones.
Nosotros deseamos un gran éxito a la próxima IX Cumbre de los BRICS en Xiamen.
Ciudad de México, 1 de septiembre de 2017.
*Mauro Jiménez Lazcano es director general de la Revista Macroeconomía.
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