Por MICHAEL ZÁRATE
El 16 de mayo pasado, en el Centro de Estudios sobre Cooperación y Gobernabilidad de Asia-Pacífico de la Universidad Fudan (Shanghai), se llevó a cabo el simposio “La Iniciativa de la Franja y la Ruta como plataforma para el desarrollo de la región Asia-Pacífico: alcance y oportunidades para los países latinoamericanos”.
El objetivo de la cita era que tanto académicos como autoridades políticas discutieran las implicaciones de la iniciativa china en América Latina. Del mismo modo, el simposio analizó la participación de los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y de Chile, Michelle Bachelet, en el Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, realizado el 14 y 15 de mayo en Beijing.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del cónsul general de Chile en Shanghai, Ignacio Concha, quien destacó la pionera relación entre China y Chile. Resaltó, además, la visión amistosa, pragmática y de largo plazo que han desarrollado ambas naciones, la cual se refleja en el hecho de que hoy sean socios estratégicos integrales y en que Chile sea también uno de los primeros países latinoamericanos que haya expresado su intención de formar parte en la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
A su turno, el profesor Tang Jun, director ejecutivo del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Estudios Internacionales de Zhejiang, consideró positiva la idea de extender la ruta marítima de la iniciativa china hacia América Latina, de la misma manera en que lo hicieron sus antepasados cuando viajaban desde China –pasando por Manila– hacia México y Perú. Sin embargo, el profesor Tang considera que hay pasos previos necesarios para que se concrete apropiadamente este objetivo, como mejorar las políticas de comunicación, la cantidad y la calidad de la inversión y aumentar el intercambio cultural.
Por su parte, el director del Departamento de Asia-Pacífico del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, Estanislao Zawels, expuso por qué su país apoya la Iniciativa de la Franja y la Ruta, y señaló que la nación rioplatense tiene una vocación en colaborar con proyectos que busquen el bien común y la integración. En esa misma línea, el diplomático argentino destacó que esta iniciativa representa una oportunidad para mejorar el nivel de infraestructura, de conectividad y de desarrollo sostenible de la región latinoamericana. Por otro lado, resaltó que debido a su abundante tierra fértil, agua y clima templado, Argentina tiene la capacidad de contribuir significativamente a la seguridad alimentaria a lo largo de la Franja y la Ruta.
Finalmente, el experto chileno Andrés Bórquez, investigador colaborador del Centro de Estudios sobre el Asia-Pacífico de la Universidad Fudan y académico de la Universidad de Valparaíso (Chile), señaló que tras el foro de la Franja y la Ruta realizado en Beijing, los académicos cuentan con nuevos antecedentes para trabajar en la definición de conceptos, identificación de las principales variables y metodologías de ejecución que se desplegarán en esta nueva iniciativa multilateral. Del mismo modo, indicó que el mundo académico debe colaborar más con el desarrollo de estudios sobre la Franja y la Ruta que permitan facilitar la coordinación de políticas, la ejecución de proyectos y el análisis de los alcances sociales y políticos.
El simposio en Shanghai estuvo presidido por Song Guoyou, director ejecutivo del Centro de Investigación sobre el Asia-Pacífico, y contó también con la presencia de Javier de Cicco, cónsul adjunto de Argentina; de Camila Gómez, vicecónsul de Colombia; así como de expertos chinos y extranjeros procedentes de Argentina, Chile y España.