La Franja y la Ruta nos une| Reportajes especiales

Oportunidades en marcha

2017-05-12 15:30

28 de agosto de 2015. Un tren de mercancías parte de Qingzhou (Shandong) con rumbo a Xinjiang y Kazajistán. Cnsphoto
 

Por HU BILIANG*

        Desde que en 2013 el presidente Xi Jinping propusiera “Una Franja y Una Ruta”, más de 100 países han respaldado esta iniciativa, cerca de 50 han firmado acuerdos de cooperación y más de 20 han llevado a cabo mecanismos de cooperación en materia de capacidad productiva con China. Asimismo, se han impulsado importantes programas al respecto.

        La iniciativa recibió el apoyo de la comunidad internacional en muy poco tiempo debido a que el mecanismo de cooperación que plantea es un nuevo y abierto modelo que no trata de poner prerrequisitos, ni de discriminar a alguna de las partes. Siempre que se actúe conforme a los principios básicos de deliberación en común, construcción conjunta y codisfrute, los países pueden aprovechar la iniciativa de “Una Franja y Una Ruta” para obtener beneficios, llevar adelante acuerdos de cooperación, desarrollarse y generar prosperidad en sus poblaciones.

 

10 de enero de 2016. Lu Chun (segundo desde la izq.), director de China Three Gorges Corporation, asiste a la ceremonia de la colocación de la primera piedra de la planta hidroeléctrica Karot, en Pakistán. Esta planta entrará en funcionamiento en 2020. Xinhua
 

Programa abierto y pragmático

        “Una Franja y Una Ruta” es una propuesta cuyo esquema supera el ámbito nacional y contiene muchos otros aspectos.

        En primer lugar, se trata de una iniciativa que invita a la participación de los países y organismos económicos ubicados a lo largo de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y de la Ruta Marítima de la Seda. Como promotor, China no busca establecer su propia esfera de influencia. Por el contrario, espera aunar esfuerzos y mejorar la gobernanza global –especialmente en el ámbito económico– con los países ubicados a lo largo de la Franja y la Ruta, con el fin de hacer escuchar las voces de los países en desarrollo y de que los pueblos de todos los países participantes se beneficien de sus frutos.

        En segundo lugar, “Una Franja y Una Ruta” es un programa sistemático y pragmático. De acuerdo con lo propuesto por el presidente Xi Jinping, este programa sistemático se caracteriza por la comunicación de políticas, la conexión de infraestructuras, la fluidez del comercio, la circulación de fondos y la unión de voluntades del pueblo. La construcción de “Una Franja y Una Ruta” pretende impulsar la cooperación y el desarrollo económico en la región.

        La cooperación en infraestructura es uno de los aspectos más importantes de la iniciativa. La implementación de seis corredores económicos impulsará directamente la construcción de ferrocarriles, carreteras, oleoductos, plantas eléctricas, entre otras obras, en los países a lo largo de la Franja y la Ruta. La iniciativa abarca una gran variedad de proyectos, muchos de los cuales son multinacionales.

        La iniciativa puede también promover la cooperación en el comercio. Según cifras del Buró Nacional de Estadísticas de China, el volumen de las importaciones y exportaciones del país en 2016 cayó un 0,9 % con relación a 2015. No obstante, el volumen de las importaciones y exportaciones entre China y los países a lo largo de la Franja y la Ruta creció un 0,5 % y el volumen llegó a casi 1 billón de dólares, el 25,7 % del volumen total del comercio chino en 2016.

        La iniciativa puede, además, beneficiar la cooperación en inversión. Según estadísticas del Ministerio de Comercio, en 2016 el valor de las inversiones directas de China (exceptuando los bancos, valores y seguros) en los países a lo largo de la Franja y la Ruta fue de 14.500 millones de dólares. El valor de las inversiones directas netas a dicha región fue de 7400 millones de dólares en 2016 y creció un 17,5 % con respecto a 2015. Asimismo, las empresas chinas han construido 56 zonas de cooperación económica y comercial, han invertido alrededor de 20.000 millones de dólares, han generado más de 1000 millones de dólares en ingresos por concepto de impuestos y han creado cerca de 200.000 puestos de trabajo en más de 20 países.

        La cooperación en el sector financiero es muy prometedora. La mayoría de los países relacionados con la Franja y la Ruta carecen de ahorros y fondos para la explotación de recursos y la construcción de infraestructura. China los tiene y, desde luego, puede ofrecerles apoyo financiero.

        Del mismo modo, aumentarán las oportunidades para la cooperación en energía. La región de “Una Franja y Una Ruta” es la principal en cuanto a producción y consumo de energía. Por un lado, los países de esta región son responsables de cerca del 70 % del carbón, de alrededor del 60 % de petróleo, de más del 50 % de gas natural y de aproximadamente el 50 % de energía eléctrica que se producen en todo el mundo. Por otro lado, estos mismos países consumen más del 50 % de toda la energía mundial, dado que en esta región se encuentran importantes consumidores como China, India y Rusia. La iniciativa ofrece grandes oportunidades, en vista de que es una región en la que existe una gran diferencia entre los países en cuanto a producción y consumo de energía.

        Existe, además, un amplio espacio en el área de la cooperación agrícola. En la región hay también una gran desigualdad en materia de recursos agrícolas. En líneas generales, la mayoría de los países tienen pocos recursos acuáticos y tierras agrícolas per cápita, y su sistema de producción agrícola es extensivo. Por consiguiente, la producción de alimentos en estos países es tan baja que solo llega a las 3,5 toneladas per hectárea, mientras que la cifra promedio mundial es de 3,9 toneladas. Actualmente el 63 % de los países de la región se ven en la necesidad de importar cereales. Entonces, un tema relevante es cómo fortalecer la cooperación agrícola para resolver el problema de la seguridad alimentaria.

 

Vista del Centro Internacional de Cooperación Fronteriza entre China y Kazajistán en Khorgos. Dicho centro cumplió 5 años de funcionamiento el 9 de abril de 2017.
 

La gobernanza económica mundial

        A la luz de los resultados, la iniciativa china viene ya ejerciendo una influencia positiva en el ámbito económico de la gobernanza global.

        Por un lado, el 16 de enero de 2016 entró en funcionamiento el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), establecido para impulsar la construcción de “Una Franja y Una Ruta” y resolver el problema de la recaudación de fondos en Asia. Esta institución financiera multilateral, propuesta por China, cuenta ahora con 70 miembros oficiales (entre países y organismos económicos) y busca impulsar la construcción de infraestructura en los países de Asia y de la región de “Una Franja y Una Ruta”. Hasta la fecha, el BAII ha ofrecido préstamos para proyectos de infraestructura en países como Pakistán, Bangladés, Tayikistán, Indonesia, Birmania, Azerbaiyán, Omán, entre otros, mientras que el valor de los préstamos se ha situado en alrededor de 2000 millones de dólares. El BAII ha ayudado a mejorar la inversión financiera y la recaudación de fondos en la región Asia-Pacífico y en los países a lo largo de “Una Franja y Una Ruta”, además de prestar asistencia internacional en el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo.

        Además del BAII, el Fondo de la Ruta de la Seda, dirigido por China, ha decidido respaldar directamente la construcción de “Una Franja y Una Ruta” y prestar apoyo financiero a proyectos en materia de construcción de infraestructura, explotación de recursos, cooperación industrial y financiera, etc., con miras a impulsar el desarrollo y la prosperidad de los países de la región.

 

2 de abril de 2017. El buque portacontenedores “Safmarine Chachai” zarpa del puerto de Zhoushan (Zhejiang) rumbo hacia los países a lo largo de la Franja y la Ruta como Malasia, Irán, Turquía, etc. Cnsphoto
 

        Por otro lado, desde la aplicación de la política de reforma y apertura, China se ha venido dedicando al desarrollo de la infraestructura. Gracias a su experiencia en este aspecto, China apoya el fortalecimiento de una infraestructura adecuada para que la conectividad entre los países de “Una Franja y Una Ruta” se haga realidad, y también está dispuesto a prestarles asistencia financiera. Es una medida muy significativa para promover la infraestructura y la conectividad en el mundo.

        Más aún, China busca también profundizar la cooperación Sur-Sur mediante “Una Franja y Una Ruta”, iniciativa que impulsará el desarrollo conjunto de los países en vías de desarrollo. El 26 de septiembre de 2015, durante la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de la ONU, el presidente Xi Jinping propuso 5 programas, los cuales comprenden el seguimiento del incremento de la inversión en los países menos desarrollados; la exención de deudas de préstamos intergubernamentales libres de intereses de los países menos desarrollados, de los países continentales en vías de desarrollo y de los pequeños países insulares en vías de desarrollo, cuyo plazo de pago venció a finales de 2015; el establecimiento de un centro de conocimientos para el desarrollo internacional para que, junto con otros países, estudie e intercambie teorías y prácticas de desarrollo que puedan ser adaptadas a las circunstancias de cada país; entre otros programas.

        La erradicación de la pobreza es uno de los temas más importantes en el marco de la cooperación Sur-Sur. En los últimos 30 años, alrededor de 500 millones de chinos han salido de la pobreza. Se espera que en 2020 la pobreza quede absolutamente eliminada en el país. China ha acumulado mucha experiencia en este aspecto. La construcción de “Una Franja y Una Ruta” generará más impuestos y puestos de trabajo para los países participantes, lo cual beneficiará la lucha contra la pobreza. Se trata de uno de los aportes de la iniciativa china para la mejora de la gobernanza económica mundial.

        “Una Franja y Una Ruta” es una nueva estrategia de alto nivel que no solo beneficiará la cooperación y el desarrollo de la economía regional, sino que impulsará también el crecimiento económico mundial.

*Hu Biliang es director del Instituto de Estudios de Mercados Emergentes de la Universidad Normal de Beijing y director del Instituto de Estudios de la Franja y la Ruta.