BEIJING, 27 abr (Xinhua) -- Para el mundo occidental, tan apegado a la competición, no es fácil entender la forma china de pensar, que aboga por la armonía y la estabilidad.
En el contexto de los preparativos de Beijing para el foro de alto nivel sobre la iniciativa china de la Franja y la Ruta, que se basa en la cooperación de beneficio mutuo, han surgido algunas preocupaciones en Occidente sobre las motivaciones de China.
La iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China en 2013, consiste en la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI. Su objetivo es construir una red de infraestructuras que conecte Asia con Europa y Africa a lo largo, y más allá, de las antiguas vías comerciales de la Ruta de la Seda.
Algunas informaciones mediáticas dicen que la iniciativa no es de beneficio mutuo, ya que China "busca dominar", y añaden que las empresas estatales del país asiático "se llevan la parte del león" de los principales proyectos.
Pero este tipo de afirmaciones pasan por alto el hecho de que el capital financiero y humano para construir esta gigantesca red comercial y de infraestructuras tiene que provenir no solo de las empresas chinas, sino también de los socios occidentales.
Para las compañías occidentales, la iniciativa de la Franja y la Ruta presenta "negocios multinacionales con posibilidades históricas", según un artículo publicado en internet por Forbes en febrero.
El artículo apuntaba las cinco áreas de interés claves para las firmas occidentales. Estas son la capacidad de construcción (la masiva necesidad de financiación de la Franja y la Ruta debe venir de instituciones públicas e inversores privados, lo que ofrece oportunidades a las firmas de servicios occidentales), así como los proyectos de energías limpias y sostenibles, las cadenas de valor estratégico, los nuevos mercados para los bienes de consumo y tiempos más rápidos en transporte de mercancías.
Algunas de estas informaciones de los medios vinculan, arbitrariamente, la iniciativa con la política, y dicen que China busca "liderazgo global" a través de este proyecto.
En verdad, la iniciativa de la Franja y la Ruta se propuso durante la época posterior a la crisis, cuando el mundo necesitaba urgentemente una economía global abierta e inclusiva.
Casi ocho años después de la crisis financiera de 2008, la economía mundial todavía está luchando por recuperarse.
Según una Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo y el informe del Banco Mundial del año pasado, la inversión extranjera directa se ha contraído un 13 por ciento en todo el mundo, mientras que el comercio global ha crecido poco más de un 1 por ciento, su peor desempeño desde la crisis.
Mientras tanto, la cooperación internacional fragmentada hace difícil integrar de manera efectiva los recursos necesarios para enfrentar los retos globales.
Con este telón de fondo, el presidente chino, Xi Jinping, presentó una iniciativa ofreciendo oportunidades de cooperación y desarrollo para todos, lo cual muestra la visión global del líder chino y la disposición de China de asumir su parte de las responsabilidades internacionales como uno de los principales países en desarrollo.
Además, con los medios extranjeros publicitando la falta de líderes occidentales en el foro, se debería recordar que la iniciativa no es un club de élite para los países occidentales, sino que sirve principalmente a los países en desarrollo. Es un círculo de amigos, al que asistirán representantes de más de 100 países.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que su país apoya la Franja y la Ruta. Aunque Merkel no podrá asistir debido a incompatibilidades con su agenda, enviará a la ministra de Asuntos Económicos, Brigitte Zypries, en su nombre. Reino Unido y Francia también enviarán representantes de alto nivel.
Los países occidentales deberían tener una actitud más abierta sobre la iniciativa de la Franja y la Ruta propuesta por China, un país profundamente influenciado por la filosofía de buscar intereses comunes mientas se preservan las diferencias.
Se espera que los países a lo largo de las antiguas rutas comerciales y más allá se beneficien de esta iniciativa y consigan prosperidad común para estimular la lenta economía global.