Por ABEL ROSALES GINARTE
“China está atravesando un proceso muy importante de transformación, por lo tanto la inversión extranjera va creciendo a su paso”, sostuvo Miguel Ángel Ramírez Ramos, embajador de la República de Cuba en la República Popular China, en declaraciones exclusivas a China Hoy en Beijing.
Con casi 40 años de experiencia como diplomático y en las relaciones internacionales, Ramírez Ramos es uno de los más experimentados especialistas cubanos en la región de Asia y Oceanía. “China está cambiando también el paradigma de lo que quiere en la inversión extranjera, con especial énfasis en las tecnologías de innovación, en la alta tecnología y no necesariamente en ser la industria del mundo, sino el laboratorio del mundo: pasar de ‘Hecho en China’ en 2025 a lo que sería el nuevo concepto de ‘Creado en China’. Es una nueva etapa que China alcanza, y por lo tanto la inversión extranjera debe de ir encaminada a ese proceso. Es una inversión más selectiva y de más claridad en la cual nosotros modestamente nos estamos involucrando con empresas mixtas en el área de la biotecnología, con la alta tecnología aportada por Cuba en estas esferas, que es de las mejores en el mundo”, aseguró Ramírez Ramos, quien se desempeñó entre 2011 y 2016 como director de Asia y Oceanía del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
Según un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, siglas en inglés) publicado en Ginebra, a pesar del enorme descenso en 2016 de la inversión extranjera directa (IED) en el mundo, especialmente en Asia, la inversión extranjera que atrajo China alcanzó los 139.000 millones de dólares, un incremento del 2,3 % en comparación con 2015, ocupando el tercer lugar a nivel mundial.
Debido a la desaceleración económica y comercial global, en 2016 la IED mundial se redujo un 13 % para situarse en 1,52 billones de dólares, señaló el informe.