Por XIANG ANBO
28 de septiembre de 2009. El Ministerio de Hacienda de China emite por primera vez en Hong Kong bonos soberanos por un valor de 6000 millones de yuanes.
TRAS el estallido de la crisis financiera global y ante la crisis de confianza en el entorno financiero mundial, han aumentado los pedidos para reformar y reestructurar el sistema monetario internacional (SMI). Si bien cuenta ya con cierto alcance regional, el peso del renminbi (RMB) aún no corresponde con la condición de China como segunda economía con las mayores reservas de divisas en el mundo. La internacionalización del RMB es una ruta inevitable para el país en su mayor acercamiento a la globalización y en su adaptación al marco político y económico internacional.
Hoja de ruta
Teniendo en cuenta la crisis de 2008, el Gobierno chino comenzó a tomar consciencia del riesgo económico y el dilema político debido a la alta dependencia del dólar en sus actividades económicas con el exterior. Por ello, decidió iniciar el proceso de internacionalización del RMB con una hoja de ruta que busca lo siguiente: promover gradualmente el uso del RMB en los países vecinos para luego, a través de su incursión en diversas regiones, llegar a todo el mundo; adoptar un proceso que se adecue tanto a la apertura de cuentas de capital como a la flexibilización del sistema de tipo de cambio; trabajar con empeño para que el RMB se convierta en una moneda de liquidación, de inversión y de reserva, entre otros pasos.
La internacionalización del RMB ha logrado importantes avances en el comercio transfronterizo, en el intercambio monetario con los bancos centrales de otros países y regiones, en el reinicio de la reforma de su propio tipo de cambio, en la construcción de su mercado en Hong Kong, etc. El avance de la liquidación de operaciones transfronterizas en RMB en cuentas corrientes, inversiones directas y cuentas de capital y finanzas ha ayudado a mejorar el rol de esta moneda como medio de negocios en el mundo y a crear gradualmente un centro del RMB en el extranjero, estableciendo inicialmente una red de operaciones compuesta por un mercado en la costa (Shanghai), un centro (Hong Kong) y otros centros regionales. En la actualidad, el RMB no solo circula en algunas economías circundantes, sino que se ha convertido en una de las monedas de pago y liquidación en Vietnam, Tailandia y Pakistán. Según la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés), durante el segundo trimestre de 2015, el RMB mantuvo su posición de segunda moneda para la financiación, de quinta para el pago y de sexta para las transacciones de divisas y para el préstamo interbancario en el mundo. En la primera mitad de este año, su porcentaje en cuanto a financiación, pagos, transacciones de divisas y préstamos interbancarios ocupó el 7,9 %, el 2 %, el 2,8 % y el 2,7 % del total mundial, respectivamente. Como moneda de préstamo interbancario mundial, el RMB ha superado en proporción al yen japonés. Sin embargo, su internacionalización es aún limitada en la región.
A favor de la prosperidad económica mundial
La internacionalización del RMB contribuirá no solo a cambiar la apremiante situación de China de ser “un gran país en cuanto a comercio, pero pequeño en cuanto a moneda”, sino también a fomentar el comercio y la economía mundial, a profundizar la globalización y a mejorar el sistema monetario internacional.
La crisis de 2008 generó recesión e inestabilidad en la economía mundial, una burbuja en el mercado de capitales, perturbación financiera, entre otros problemas, y reveló las deficiencias del actual sistema monetario internacional (SMI). Por ello, una opción importante para mantener la estabilidad económica y financiera internacional y reducir el coste de transacciones será impulsar la diversificación del SMI y permitir la competencia de diversas monedas, disminuyendo así la excesiva dependencia en el dólar.
Considerando su fortaleza y alcance económico, el RMB tiene ya las condiciones básicas para ser una moneda de reserva internacional. Si el RMB logra convertirse en una de las principales monedas internacionales y competir con el dólar y el euro, ayudará a mejorar el sistema monetario, diversificar las monedas internacionales y reducir el desequilibrio económico. La internacionalización del RMB beneficiará tanto al desarrollo de China como a la estabilidad del SMI y al florecimiento económico del mundo.
3 de julio de 2014. En Shanghai se anuncia el establecimiento de la sucursal europea de Alipay en Luxemburgo.
Un seguro desarrollo
Es cierto que la internacionalización del RMB enfrenta varios problemas. Estos consisten principalmente en la construcción de un mercado financiero profundamente abierto y supervisado de manera eficaz, en la mejora de la administración empresarial y la elevación de la competitividad internacional de las compañías e instituciones financieras, en el fortalecimiento de la independencia y especialización del órgano que toma las decisiones en políticas monetarias, en la consideración de un equilibrio interno y externo por parte del sistema de políticas financieras, en un marco efectivo de política exterior para la apertura económica, entre otros desafíos. Se trata de una reforma a largo plazo que requerirá enormes esfuerzos. Asimismo, la reacción de los principales países del sistema monetario internacional, como Estados Unidos y Japón, tendrá una gran influencia en la internacionalización de la moneda china.
Además, la internacionalización monetaria necesita el impulso del mercado. Aunque China reúne las condiciones básicas de mercadización sobre la demanda, no posee las mismas en cuanto a la oferta. El renminbi todavía no puede ser convertido libremente y se espera elevar el desarrollo y grado de apertura del mercado financiero nacional.
Por otra parte, a pesar de que por su magnitud económica China ya puede respaldar al renminbi como moneda internacional, el país no es aún una potencia económica ni financiera. Tendrá que recorrer un largo camino para ajustar la estructura económica, cambiar la forma de desarrollo y reforzar su influencia global en los sectores cultural, político y militar. A su vez, la inercia de la estructura internacional ocasiona que la internacionalización de cualquier moneda sea un largo proceso.
Debido al cambio de la configuración económica global y a la inestabilidad financiera mundial, la internacionalización del RMB debe ser gradual, para lo cual conviene generar una demanda en los primeros días y luego proporcionar la oferta. Actualmente es más práctico convertir al RMB en una moneda de fácil cálculo y liquidación, la cual sea aceptada con confianza por los socios internacionales. China continuará perfeccionando y optimizando su actual marco político para el uso internacional del RMB y fomentando activamente su utilidad.
Si miramos al futuro, hay un ventajoso entorno mundial para el proceso de internacionalización del RMB. Las iniciativas chinas de “Una Franja y Una Ruta” incentivarán la demanda del mercado y crearán oportunidades y condiciones de inversión y financiación para dicha causa. Organismos financieros regionales, como el Banco de Desarrollo de los BRICS, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras y el Fondo de la Ruta de la Seda, podrán desempeñar también un papel positivo. Asimismo, se contará con los ensayos hechos como parte de la reforma financiera de la Zona de Libre Comercio de Shanghai. En ese sentido, se prevé que el ámbito y la magnitud de la internacionalización del RMB se vayan ampliando constantemente.