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Las nuevas oportunidades entre Panamá y China

Source: Author:ABEL ROSALES GINARTE
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Vine en 2011 a China gracias al convenio que existe entre la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, y la Universidad Wanli en Ningbo, China”, dice Sebastián Naranjo a China Hoy en su oficina de la Universidad Renmin, donde actualmente cursa un doctorado en relaciones internacionales. El inicio de relaciones entre China y Panamá lo sorprendió gratamente en el país asiático. Actualmente mantiene un pódcast semanal en el sitio web de La Prensa, el emporio mediático más importante de su país, titulado “Chinomanía”.

 

Cuando puso un pie en China, le recibió la ciudad portuaria de Ningbo, en la provincia de Zhejiang, frente al Mar Oriental de China. Actualmente, además de mantener su poder como centro comercial, es uno de los enclaves turísticos más importantes del este del país. “La imagen que tenía de China antes de venir era como la de Hangzhou, con mucha naturaleza, templos, lagos, bambúes, pero también avances tecnológicos. Hangzhou me parece la China imaginada y Ningbo es una ciudad mediana, pero para mí era grande comparada con Panamá”. Admira la planificación urbana de Ningbo, sus muchas áreas verdes, los buenos servicios, “sentí que las personas eran amables, enfocadas en el desarrollo en los negocios. El sur de China es más pragmático, más enfocado al desarrollo, muy bien conectado con Hangzhou y Shanghai”.

 

Luego de tres años en Ningbo, mientras escribía su tesis de licenciatura, visitó Beijing. “Vine a reunirme con el representante comercial de Panamá en China porque necesitaba información para mi tesis, y entonces me sugirieron un programa de maestría en la Universidad Renmin”. Sebastián Naranjo deseaba mudarse a Beijing para estar más cerca del eje político de China. “Postulé a una maestría en estudios contemporáneos chinos o política china, muy enfocado en relaciones exteriores. Fue una buena introducción a la política exterior china”. En ese periodo también colaboró con una transnacional panameña relacionada con el cultivo de camarones y luego decidió solicitar el doctorado que actualmente cursa en la Universidad Renmin.

 

A pesar de vivir en Beijing, Hangzhou sigue siendo su ciudad favorita. “La segunda puede ser Ningbo. Todavía tengo amigos allá y los visito. El sitio de Beijing que más me gusta es el Palacio de Verano en todas las estaciones, mientras no haya mucha contaminación”.

 

El panameño Sebastián Naranjo realiza su doctorado en relaciones internacionales en la Universidad Renmin de China.

 

Panamá es clave

 

La distancia que lo separa de su tierra no limita su capacidad de mantenerse ocupado todo el tiempo. “Estoy muy enfocado en lo mío, sé que lo que estoy haciendo es importante”. Trata de que la nostalgia no lo domine, así que aprovecha para degustar algunos de los platillos típicos chinos preferidos. “Me encanta la comida cantonesa y la de Shanghai. A la persona que no le gusta la comida china es porque no ha explorado o es muy selectiva. Me gusta mucho comer hongshaorou, xiaolongbao, todas las cosas hechas al vapor son frescas y de carnes suaves”.

 

El inicio de relaciones entre China y Panamá le ha permitido mantener un intercambio informativo semanal que ayuda a muchos panameños a entender mejor a China y sus avances actuales. “Chinomanía” es una ventana para asomarse a la realidad del país asiático. Temas como la Iniciativa de la Franja y la Ruta y las oportunidades para América Latina, China y los tratados de libre comercio, las reuniones anuales del Lianghui (la Asamblea Popular Nacional y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino) y su impacto para Panamá, cómo hacer negocios en China y muchos más han formado parte de la agenda de “Chinomanía”. En el más reciente pódcast entrevistó al primer cónsul de Panamá en Guangzhou, capital de la provincia de Guangdong, el ingeniero Carlos Ching. Al terminar cada emisión propone una palabra en chino para que sus seguidores vayan conociendo el idioma. También ofrece algunas noticias relacionadas con el mundo económico de interés para su país.

 

Uno de los temas tratados de sumo interés fue la construcción de la línea ferroviaria David-Panamá con una empresa china. La línea del tren eléctrico estará compuesta por ocho vagones, con capacidad para 750 pasajeros y recorrerá 391,3 km con 21 paradas. La primera fase del proyecto está valorada en 4100 millones de dólares. “El tren, cuando se construya, se debe licitar y debe de recibir financiamiento diverso, no debe de ser todo chino. Por ejemplo el metro de Panamá fue construido por diferentes empresas. Panamá es neutral, así que se debe de buscar un balance en ese tipo de procesos de selección. Todo el mundo va a decir que construir un tren es necesario porque ayudará a la economía del país”.

 

Su doctorado en relaciones internacionales también le mantiene muy conectado con Centroamérica. “El doctorado es con Hanban y ahí uno selecciona la universidad y el supervisor que quiere tener. Hay una entrevista y luego nos avisan si entramos o no. Me dedico a analizar los cambios de China y el mundo después de las reformas económicas y me enfoco en las transformaciones de China y Centroamérica”. Muchos países de la región han establecido relaciones recientemente con China y Panamá es clave en su investigación, “pero también me gustaría que mi tesis fuera un referente para El Salvador y la República Dominicana”.
Ningbo fue la primera ciudad que Sebastián Naranjo conoció de China.

 

 

Nuevas y mejores oportunidades

 

Sebastián Naranjo ha vivido el proceso de cambios de los últimos siete años en China. “Durante los primeros tres años estuve en una luna de miel. Fueron unos años mágicos muy lindos. Fui muy feliz. Luego vine a Beijing y empecé a preocuparme por encontrar trabajo, por hacer algo importante, algo de impacto”. Entre el estrés y más responsabilidades todo cambió, “ya no era una luna de miel, era la vida real y tampoco la vida real porque estoy estudiando”.

 

Naranjo tiene una ventaja competitiva ya que no hay muchos panameños en China que lleven tanto tiempo como él. “Así que desde el punto de vista profesional China me ha abierto muchas oportunidades. El establecimiento de relaciones diplomáticas fue un empujón enorme. Luego del inicio de relaciones, el número de estudiantes ha aumentado y ahora muchos estudiantes chinos van a Panamá a estudiar y les encanta”.

 

A pesar de que ya se estableció el Instituto Confucio en la Universidad de Panamá, aún queda mucho por hacer en los intercambios educativos entre ambos países. En ese sentido, el propio Sebastián Naranjo es un puente que conecta a China y Panamá con su tesis de doctorado. “Me gustaría convertir esa tesis en un libro en inglés y español que luego pueda servir como material de referencia para los que vengan después”.

 

Panamá es la gran conexión en América Latina. El inicio de sus vínculos con China supone grandes oportunidades para el país centroamericano y toda la región. La Iniciativa de la Franja y la Ruta se anuncia como una oportunidad ideal para América Latina y eso tendrá que quedar demostrado en los próximos años. En China los días pasan a una gran velocidad. Las nuevas oportunidades de los vínculos diplomáticos entre las dos naciones aseguran un futuro promisorio para las nuevas generaciones de investigadores, sinólogos y traductores que, como Sebastián Naranjo, apuestan por la cultura china. Su presencia en el país asiático valida la fuerza de los intercambios humanos entre China y Panamá.

 

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Editor: Wu Wen Da-->

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