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Ser un consumidor más inteligente

Source:China Hoy Author:KANG PU*
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HA pasado ya un tiempo desde que las labores se reanudaron en China. Los recortes de impuestos, la aplicación de subsidios, la introducción de bonos de consumo, todo ello ha estado dirigido esencialmente a estimular la demanda interna. El mercado chino se viene recuperando y mostrando una sólida resistencia y vitalidad. Sin embargo, la pandemia no terminará pronto. Los ingresos esperados, los modos y niveles de consumo y la demanda de bienes se están viendo perjudicados en diversos grados. La pandemia, además, está afectando la psicología del consumidor en muchas maneras y está modificando su comportamiento.

 

18 de junio de 2020. Dos trabajadoras de una empresa de comercio electrónico empaquetan huevos en Fuyang, provincia de Anhui. VCG

 

Reavivar el consumo

 

Los puestos callejeros y los llamados “restaurantes de ollas calientes” han vuelto a abrirse al público. “Durante meses estuve cansado de pedir comida a domicilio. Finalmente puedo ir al restaurante a probar mi sabor favorito”, dice Zhao Xinqi, a quien encontramos en el restaurante de un centro comercial de la ciudad de Wuhan. En estos últimos días, Zhao ha disfrutado de una buena olla caliente, del cangrejo de río, así como de platillos de la gastronomía occidental.

 

La demanda de los consumidores, que se vio frenada durante varios meses, viene siendo estimulada y el sector de la restauración está resurgiendo. Hay un dicho en China: la vida es para comer. La gente no es tacaña a la hora de pedir un platillo, sobre todo tratándose de los ciudadanos de Wuhan, quienes permanecieron en casa mucho tiempo y hoy sienten un gran entusiasmo por salir a cenar. “Tras las pruebas masivas de detección del nuevo coronavirus en Wuhan, la recuperación del sector de la restauración se ha acelerado, especialmente en lo que concierne a ir a un restaurante”, explica Xu Ping, gerente del centro comercial Wushang Plaza, donde, para satisfacer la demanda de los clientes, se han instalado mesas al aire libre.

 

Del mismo modo, el consumo en línea y en tiendas va alcanzando prometedoras cifras. Un domingo por la tarde en la calle peatonal Wangfujing, en Beijing, puede verse ya a mucha gente y una atmósfera animada. La temporada de consumo comenzó el 6 de junio, mientras que el festival de ventas “6.18” (por llevarse a cabo el 18 de junio) incentivó el entusiasmo de los residentes de la capital china, mucho más que el observado en el festival del año pasado.

 

Por ejemplo, la facturación general de la empresa china de comercio electrónico Jingdong (JD.com) tuvo un incremento interanual del 500 %, mientras que la de más de 2000 marcas aumentó en un 100 %. Entre el 1 y el 17 de junio, más de 3000 artículos individuales lograron en la plataforma de Jingdong una facturación acumulada de más de un millón de yuanes (142.870 dólares).

 

“La pandemia ha fortalecido aún más el consumo en línea y la tendencia se va inclinando hacia las transmisiones en directo por Internet que promocionan diversos productos. Pero no se trata solo de bienes y ofertas turísticas o deportivas, sino que varios servicios en línea están también creciendo rápidamente. En este contexto de prevención y control de la pandemia, el consumo en línea seguirá manteniendo un alto crecimiento”, asegura Zhao Ping, director del departamento de investigación del comercio internacional de la Academia del Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional.

 

El consumo de bienes de lujo también se está recuperando rápidamente. Según datos de L’Avenue, un centro comercial de alta gama de Shanghai, las ventas en líneas generales de las marcas internacionales registraron un aumento en el mes de abril: Louis Vuitton (25 %), Van Cleef & Arpels (57 %), Dior (112 %), mientras que las de Fendi, Bulgari, Prada y otras marcas lograron también un incremento interanual.

 

“Gracias a la política de ‘seis estabilidades’, aquella que busca estabilizar el empleo, las finanzas, el comercio exterior, la inversión extranjera, la inversión y las expectativas, China está resurgiendo de la pandemia. Se espera que los ingresos de la gente continúen mejorando y que el consumo se recupere rápidamente”, manifiesta Zhao Ping.
14 de junio de 2020. Una publicidad sobre la oferta de cupones a través de la aplicación de JD.com en la calle Wangfujing, en Beijing. VCG

 

 

La calidad de vida no se verá afectada

 

Lu Hong tiene 34 años y trabaja como guardia de seguridad en una empresa en Luoyang, provincia de Henan. Su esposa es agente de bienes raíces. La pareja llegaba a ahorrar algo de dinero al mes. Sin embargo, como consecuencia de la pandemia, el desempeño de sus empresas no ha sido bueno y sus ingresos han descendido notablemente. Aun así, deben pagar la hipoteca de la casa, el servicio de estacionamiento, el seguro del automóvil y la matrícula de los niños, por lo que la vida les resulta un poco apretada.

 

Ahora ambos calculan cuidadosamente los gastos: comparan el precio de los productos en diversas aplicaciones, calculan el precio promedio por gramos, recolectan cupones de compras, le ponen gasolina al automóvil cuando hay descuentos, entre otras medidas. Lu Hong ha aprendido también muchas maneras de ahorrar. Por ejemplo, recientemente adquirió por Internet una máquina de café. Gasta menos que antes y su calidad de vida no ha disminuido. “No compramos grandes artículos, pero estos pequeños gastos pueden también aumentar la felicidad”, señala. Al igual que Lu Hong, muchos jóvenes han venido evaluando sus consumos y hábitos de vida en todo este tiempo.

 

La tasa de rentabilidad es la principal consideración del consumidor pragmático. Por ello, los productos nacionales de precio razonable y alta calidad se han vuelto una buena opción. “Priorizaré los productos nacionales a la hora de comprar la leche en polvo para niños”, dice Zhou Li, quien nació en la década de 1980. De acuerdo con el Informe sobre el Desarrollo de las Marcas en el Consumidor Chino 2020, publicado por AliResearch, más del 80 % de los productos que estuvieron en el carrito de compras del consumidor chino este último año fueron productos nacionales.

 

Zhao Ping cree que la pandemia ha hecho que el consumo sea más racional y se preste más atención a las ventajas en el precio y el rendimiento de los productos nacionales. Se espera que esta tendencia continúe y se fortalezca. “La rápida recuperación del sector servicios es también una importante manifestación de la mejora del consumo. El sector servicios ha sido el más afectado por la pandemia, por lo que se espera su rápida recuperación una vez que la pandemia sea controlada”.

 

Inversión estable

 

Para el festival de ventas “6.18” de este año, las plataformas de comercio electrónico decidieron ofrecer pagos a plazos, lo que contribuyó a una mayor tranquilidad en el consumidor.

 

Hou Yifan, quien nació en la década de 1990, trabaja en una constructora en Shijiazhuang, en la provincia de Hebei. Su empresa ha vuelto a laborar con normalidad, pero, por la experiencia vivida en los meses anteriores, las medidas de prevención han aumentado significativamente. En el festival de compras del “doble 11” del año pasado (llevado a cabo el 11 de noviembre), Hou gastó dos meses de salario en la compra de un teléfono móvil a plazos, los cuales aún no ha terminado de cancelar. Ahora toma en consideración cada gasto que debe hacer. Para el festival de este año, por ejemplo, ha desistido de adquirir una cámara fotográfica.

 

La decisión de Hou no es una excepción, pues muchas personas se vienen inclinando más por el ahorro. El 28 de abril, el Banco Popular de China (el banco central del país) publicó un informe sobre los resultados de una encuesta hecha a los contribuyentes de las zonas urbanas en el primer trimestre del año, en el que se indica que un 53 % viene ahorrando más, lo que significa un incremento del 7,3 % respecto al trimestre anterior. Otras cifras respaldan esta tendencia. Los depósitos en moneda nacional aumentaron unos 8,07 billones de yuanes (1,15 billones de dólares) en el primer trimestre.

 

Más allá de los depósitos, los jóvenes tienen otras formas de invertir y administrar su dinero. “El riesgo de los depósitos es bajo, pero las tasas de interés también son bajas, así que deben considerarse factores como el aumento de los precios”, menciona Wang Yu, quien trabaja desde hace un año en una compañía farmacéutica de Beijing y ha destinado su sueldo mensual en llevar una vida “buena y pobre”. Debido a la pandemia, los procesos de aumento salarial y de ascenso en su empresa han quedado suspendidos temporalmente. “Si ahora cambio de trabajo, la situación será similar y no obtendré un ascenso ni un mayor salario en el nuevo empleo”, sostiene Wang, quien, pese a ello, cree que el futuro sigue siendo prometedor. Aunque los ahorros no sean cuantiosos, se puede pensar en bonos, fondos y depósitos. “No debemos poner todos los huevos en una sola canasta”, recomienda.

 

Zhao Ping, por su parte, cree que, como producto de la pandemia, los riesgos de varios canales de inversión han aumentado repentinamente, así como la volatilidad del mercado de capitales. La conciencia del riesgo se ha incrementado notablemente en muchas personas, quienes podrían estar más interesadas en invertir en productos de bajo riesgo.

 

En ese sentido, Zhao sugirió que para satisfacer en estos momentos el anhelo de una vida mejor, independientemente de los bienes y del consumo, las personas deben evitar una alta presión financiera derivada del consumo excesivo. Por el contrario, deben elegir bienes y servicios más rentables. Hoy en día es muy importante ser un consumidor más inteligente.

 

 
 
*Kang Pu es periodista de la edición para el extranjero del Diario del Pueblo.

 

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