Aunque han pasado ya las celebraciones por el 70.° aniversario de la República Popular China, en el corazón de todos todavía resuenan las canciones a la patria, mientras el entusiasmo de la gente sigue creciendo. Detrás de este patriotismo están los grandes cambios que ha traído el desarrollo centrado en el pueblo y en la importancia de que este se sienta beneficiado. Al mismo tiempo, el camino de desarrollo emprendido por China es cada vez más reconocido por la comunidad internacional y ejerce un ejemplo en muchos países.

 

El 24 de septiembre pasado, en una conferencia de prensa con motivo del 70.° aniversario de la República Popular China, el ministro de Finanzas, Liu Kun, se refirió a la exposición “Logros gloriosos de gran historia”, donde se impresionó al ver el primer tractor chino, el primer automóvil, entre otros productos nacionales, y donde incluso se mostraba una reproducción de una sala de examen de ingreso a la universidad de 1977.

“Yo rendí precisamente mi examen de admisión a la universidad en 1977, en un lugar rural de Beijing”, mencionó Yi Gang, gobernador del Banco Popular de China, en aquella conferencia de prensa. “Yo lo hice también en Guangde, provincia de Anhui”, añadió Ning Jizhe, subdirector de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y director del Buró Nacional de Estadísticas. “Los tres fuimos estudiantes en aquel año de 1977”.

Esta es una descripción vívida de cómo la República Popular China ha cambiado el destino de la gente desde que hace más de cuarenta años se decidieran retomar los exámenes de ingreso a la universidad.

Tras 70 años de esfuerzos –puntualizó el ministro de Educación, Chen Baosheng– China ha logrado crear el sistema educativo más grande del mundo. En la actualidad, cuenta con 519.000 escuelas de todo tipo y nivel, 276 millones de estudiantes matriculados y más de 16,7 millones de maestros a tiempo completo. El 48,2 % de la nueva fuerza laboral de nuestro país ha recibido una educación superior, mientras que la escolaridad promedio ha alcanzado los 13,6 años.

Ma Xiaowei, director de la Comisión Nacional de Salud Pública, explicó que en las últimas siete décadas el nivel del sector salud en el país ha ido mejorando y la esperanza de vida ha aumentado de 35 a 77 años. Los principales indicadores de salud son mejores que el promedio de los países de ingresos medios y altos.

Ning Jizhe dio a conocer que entre 1952 y 2018, el PIB de China saltó de 67.910 millones de yuanes a 90,03 billones de yuanes, un incremento real de 174 veces. En 2018, el ingreso disponible per cápita de los residentes chinos aumentó en 59,2 veces frente al de 1949, mientras que el gasto per cápita creció en 28,5 veces en comparación con el de 1956.

“Mientras tengamos ideales, convicciones firmes y un espíritu de lucha persistente y trabajemos sólidamente, toda la gente podrá tener una vida extraordinaria y toda nuestra labor cotidiana podrá alcanzar logros extraordinarios”, declaró el presidente Xi Jinping durante la ceremonia de entrega de la Medalla Nacional de la República Popular China y el Título Honorario Nacional el 29 de septiembre.

“Creo que China tiene un buen sistema de gobierno y su concepción de desarrollo centrado en el pueblo se enfoca prioritariamente en sus demandas”, consideró el periodista Jallow Ebrima de Gambia Radio & Television Services. “La mejor defensa de los derechos humanos es priorizar las necesidades del pueblo y otorgarle un pleno derecho de desarrollo. Si las personas gozan de una buena atención médica y no les falta el vestido, la alimentación, la vivienda ni la manera de desplazarse, significa que gozan de más derechos humanos”.

Dicho concepto no es solo una consigna o una política, sino que se refleja en todos los aspectos de la gobernanza nacional y la vida del pueblo. En los primeros días de la República Popular China, la tasa nacional de analfabetismo era del 80 % y la tasa real de matrícula en la escuela primaria no llegaba al 20 %. En 2017, esta última alcanzó el 99,91 %, mientras que la tasa consolidada de la educación obligatoria de nueve años ascendió al 93,8 %, un nivel superior o equivalente al de países de altos ingresos. Ese mismo año, la tasa de admisión universitaria fue del 74,46 %. En términos de alivio de la pobreza, China ha logrado mayores éxitos. Desde que se aplicara la política de Reforma y Apertura, más de 700 millones de personas han salido de la miseria.

Luan Jianzhang, director de la Oficina de Investigación del Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), señaló que en las reuniones sostenidas con diversos partidos políticos del extranjero, el tema que más interés suscita es el de la ayuda precisa a los más pobres. Un miembro del Comité Ejecutivo del Congreso Nacional Africano –el partido político que gobierna Sudáfrica– expresó su impresión de que toda persona pobre en China recibía ayudas y proyectos precisos para superar la miseria. “Una lección que hemos recibido de China es cómo destinar dinero directamente a las familias y personas más pobres, sin tolerar cualquier forma de apropiación y desplazamiento de capital”, dijo.

En China, el pueblo es el dueño del país. Durante la celebración del 70.° aniversario de la República Popular, el presidente Xi subrayó una vez más la necesidad de “mantener la condición del pueblo como sujeto” y “continuar satisfaciendo el anhelo del pueblo por una vida mejor”.

1 de octubre de 2019. Una multitud jubilosa sujeta los caracteres que dicen "Viva la patria" en el desfile en la Plaza Tian’anmen durante el Día Nacional.

 

“Debemos persistir en el camino del desarrollo pacífico, aplicar una estrategia abierta de beneficio mutuo y ganancia compartida, y continuar trabajando con los pueblos del mundo para promover la construcción conjunta de una comunidad de destino de la humanidad”, anunció el presidente Xi en el Día Nacional.

Cerca de 100 líderes extranjeros y jefes de organismos internacionales telefonearon o enviaron mensajes de felicitación al presidente Xi Jinping, destacando estos 70 años de desarrollo en China y esperando que el país asuma una mayor responsabilidad dentro de la comunidad internacional e impulse la Iniciativa de la Franja y la Ruta para beneficio de más países.

Al referirse a las celebraciones por el Día Nacional, algunos medios de comunicación occidentales se valieron del desfile militar para difundir la falacia de la “amenaza china” y la necesidad de contenerla. Como dijo el presidente de Rusia, Vladimir Putin, durante la 16.ª Reunión Anual del Club Internacional de Debate de Valde en Sochi, “si alguien intenta contener a China, comprenderá que esto es imposible y, sin duda, cosechará lo que siembre”.

China ha venido aplicando una política exterior independiente y de paz. El concepto de comunidad de destino de la humanidad, propuesto por Xi Jinping, responde a la pregunta de cómo una China fuerte se lleva bien con el mundo. Xi llamó a la comunidad internacional a construir un mundo de paz duradera, seguridad universal, prosperidad común, apertura, inclusión, limpieza y belleza por medio de la asociación, seguridad, desarrollo económico, intercambios entre civilizaciones y fomento ecológico.

Enamul Hassan, periodista del Daily Sun de Bangladés, quien cubrió las actividades del Día Nacional, comentó el papel de nuestro país en el escenario internacional: “China es una fuerza positiva y quiere llevar al mundo la equidad, la justicia y la paz”. Hassan cree que la mayoría de los países en desarrollo confían en que a medida que China asuma más responsabilidades, el mundo se volverá más justo, pacífico y próspero.

Como plataforma para la aplicación de una comunidad de destino de la humanidad, la Iniciativa de la Franja y la Ruta viene difundiendo semillas de confianza, equidad, justicia y beneficio mutuo en el mundo, a través de diversos proyectos de construcción conjunta. El ex primer ministro italiano Massimo D'Alema aseguró que la Franja y la Ruta está brindando una nueva visión para una globalización más justa y enfocada en las personas, la cual ayudará a erradicar la pobreza y la desigualdad y a promover la cooperación entre diferentes grupos étnicos, culturas y civilizaciones.

Un “puente soñado” se está tendiendo en Bangladés como un importante proyecto de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el cual facilitará enormemente el transporte para la población local. “La construcción del puente viene promoviendo el desarrollo económico de Bangladés, lo cual contribuirá a que el PIB de nuestro país aumente en un 1 %, según se estima. Por lo tanto, damos una especial bienvenida a esta iniciativa, pues significa mayor inversión, producción y empleos”, dijo Enamul Hassan.