La visita del presidente chino, Xi Jinping, a Italia, Mónaco y Francia se da en el contexto de la profundización de las relaciones económicas entre China y algunos países europeos, especialmente Italia, que ya abrió la posibilidad de aceptar la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

Esto marca lo que se ha venido haciendo desde el año 2013, cuando se anunció este gran programa de construir todo un corredor logístico y económico, que podría llegar desde la ciudad de Yiwu hasta la ciudad de Madrid, considerando también la posibilidad de llegar a Londres.

Esto nos habla de un proyecto diplomático, la “diplomacia económica”, como se le conoce, para poder convencer a más países de que se integren a él de cooperación horizontal, cooperación Sur-Sur, como le llaman los chinos.

El objetivo es blindar lo que está pasando en el contexto de las relaciones económicas internacionales, especialmente entre la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Es una iniciativa para poder acercarse a sus socios europeos que, repito, algunos no lo ven con buenos ojos, pero otros sí están ya tratando de trabajar en ello.

Esto habla un poco del éxito, en términos de cooperación que ha tenido este programa, de dotar de infraestructura y de apoyo financiero a países de Europa Central y, por supuesto, a países de Asia Central.

Entonces, esto es una diplomacia económica para poder promover este segundo gran foro que se va a llevar a cabo a finales de abril sobre la Franja y la Ruta, y en donde no solo participarán países de Europa, sino también naciones de América Latina.

*Adolfo Alberto Laborde Carranco es doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México y columnista del periódico El Heraldo de México.