DURANTE un viaje de dos semanas a la región autónoma uigur de Xinjiang, en el noroeste de China, me planteé la siguiente pregunta: nací y crecí en esta región hasta los 18 años, ¿cómo puedo contar las historias que se desarrollan aquí a la gente de fuera? Las historias de los lugareños son muy simples, hasta el punto de que muchas personas sienten que no tienen ningún “valor noticioso” real.